Author:
• sábado, septiembre 11th, 2010

Buenos dias. Aqui estoy dando gracias a mi Señor por cada bendicion que recibo en este dia, ya que su misericordia es para siempre y son nuevas cada mañana. El dia de ayer, en la casa de oracion a la cual asisto, estudiamos la palabra de Dios sobre las bendiciones del Señor para su pueblo. El mensaje empezo con la siguiente cita biblica:

Mira, yo he puesto delante de ti hoy la vida y el bien, la muerte y el mal; porque yo te mando hoy que ames a Jehová tu Dios, que andes en sus caminos, y guardes sus mandamientos, sus estatutos y sus decretos, para que vivas y seas multiplicado, y Jehová tu Dios te bendiga en la tierra a la cual entras para tomar posesión de ella. (Deutoronomio 30:15,16)

Es decir que el Señor siempre da libre albeldrio a sus hijos para escojan el camino que deseen, por supuesto depende de cada quien si elige la vida o la muerte, seguir el bien o el mal. Lo que Dios siempre espera de sus siervos es que escojamos que lo amemos, ya que es algo que forma parte de sus mandamientos Y amarás a Jehová tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas, por ende si amamos a Dios, tenemos que demostrarlo, obedeciendo su palabra, o lo que es lo mismo guardarla en nuestro corazon y siempre recordarla.

Pero si te fijas el proposito de seguir sus caminos y poner por obra su palabra, es para que vivas y seas multiplicado, es decir ser bendecidos. Aunque la vida que el Señor nos ofrece va mucho mas alla de la que tengamos en este mundo, esa vida es de la que nos habla en Juan 10:10 yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia. Esta clase de vida es la que tienen el Padre, el Hijo y el Espiritu Santo, o sea una vida eterna, para siempre.

Para obtener esta vida es necesario acercarse a Jesucristo, ya mediante la fe en el asi como el sacrificio y derramamiento de su sangre, el hombre puede ser salvo y desde ya, aunque este en este mundo, disfrutar de esa vida. eterna.

Otra de las promesas de Dios que se cumplen en el Señor Jesus, es sobre la tierra a la cual entras para tomar posesión de ella, es decir la ciudad celestial preparada para sus santos, cuyo arquitecto y constructor es Dios (Hebreos 11:10). Esta ciudades la nueva Jerusalen de la que se habla en Apocalipsis 21:10-18:

Y me llevó en el Espíritu a un monte grande y alto, y me mostró la gran ciudad santa de Jerusalén, que descendía del cielo, de Dios, teniendo la gloria de Dios. Y su fulgor era semejante al de una piedra preciosísima, como piedra de jaspe, diáfana como el cristal. Tenía un muro grande y alto con doce puertas; y en las puertas, doce ángeles, y nombres inscritos, que son los de las doce tribus de los hijos de Israel; al oriente tres puertas; al norte tres puertas; al sur tres puertas; al occidente tres puertas. Y el muro de la ciudad tenía doce cimientos, y sobre ellos los doce nombres de los doce apóstoles del Cordero. El que hablaba conmigo tenía una caña de medir, de oro, para medir la ciudad, sus puertas y su muro. La ciudad se halla establecida en cuadro, y su longitud es igual a su anchura; y él midió la ciudad con la caña, doce mil estadios; la longitud, la altura y la anchura de ella son iguales.  Y midió su muro, ciento cuarenta y cuatro codos, de medida de hombre, la cual es de ángel.  El material de su muro era de jaspe; pero la ciudad era de oro puro, semejante al vidrio limpio;  y los cimientos del muro de la ciudad estaban adornados con toda piedra preciosa. El primer cimiento era jaspe; el segundo, zafiro; el tercero, ágata; el cuarto, esmeralda;  el quinto, ónice; el sexto, cornalina; el séptimo, crisólito; el octavo, berilo; el noveno, topacio; el décimo, crisopraso; el undécimo, jacinto; el duodécimo, amatista.  Las doce puertas eran doce perlas; cada una de las puertas era una perla. Y la calle de la ciudad era de oro puro, transparente como vidrio.  Y no vi en ella templo; porque el Señor Dios Todopoderoso es el templo de ella, y el Cordero.  La ciudad no tiene necesidad de sol ni de luna que brillen en ella; porque la gloria de Dios la ilumina, y el Cordero es su lumbrera.  Y las naciones que hubieren sido salvas andarán a la luz de ella; y los reyes de la tierra traerán su gloria y honor a ella.  Sus puertas nunca serán cerradas de día, pues allí no habrá noche.  Y llevarán la gloria y la honra de las naciones a ella.  No entrará en ella ninguna cosa inmunda, o que hace abominación y mentira, sino solamente los que están inscritos en el libro de la vida del Cordero.

Imaginate esta ciudad que el Señor ha hecho, y se de entender la gran misericordia de Dios en cuanto a aquellos que no le rechazan y lo aceptan como Dios, Señor y Padre.

Claro si tu deseas alcanzar esa ciudad algun dia y vivir alli con el Dios vivo y real, debes esforzarte ya que No entrará en ella ninguna cosa inmunda, o que hace abominación y mentira, sino solamente los que están inscritos en el libro de la vida del Cordero. Si aun no has entregado tu vida a Cristo es necesario que lo hagas ya, y asi disfrutaras de la Ciudad Celestial. Debes pedirle perdon al Señor por tus pecados, ya que todo ser humano en cualquier circunstancia ha pecado contra Dios, diciendole que te limpie completamente con su sangre de todo aquello que lo ofenda y por ultimo que escriba tu nombre en el Libro del Cordero, ya que asi estaras apto para entrar en el reino de Dios.

Ademas debes pedirle al Señor que de ahora en adelante, te ayude a ser obediente a su palabra, ya que si verdaderamente estas arrepentido de tus pecados, no importando cuales  sean, vas tratar de vivir en santidad. El Señor dice vosotros por tanto os santificaréis, y seréis santos, porque yo soy santo (Leviticos 11: 44). Amen

Espero que Dios los bendigan. Aquellos que tomaron su decision de acercarse al Señor, les digo que han sido muy valientes y solo les pido sigan esforzandose para que un dia vean al Señor cara a cara.

Category: Reflexiones
You can follow any responses to this entry through the RSS 2.0 feed. Both comments and pings are currently closed.

Comments are closed.