La viveza criolla que vivimos todos los días depende de de un factor muy importante que es la deshonestidad, significa no ser honesto consigo ni con los demás, creo que la deshonestidad empieza a tomar su rumbo desde que somos pequeños, desde que estamos en el kínder, porque por ejemplo ver el dibujo que tiene Carlitos y hacer uno igual, es copiar, y como el profesor no dice nada estará fortaleciendo ese anti valor, al ver el niño que no pasó nada entonces va a seguir haciéndolo con toda la potestad. Luego con el pasar del tiempo el niño ya no copiará dibujitos, sino que copiará ya ejercicios, poemas, y todo lo que esté a su alcance, entonces si siguen con esa mala costumbre de copiar, no vamos a llegar a ningún lado, de seguro que esa persona cuando encuentre un trabajo va a ser de alguna u otra forma despedida por su ineficacia, e incompetencia. Pero la viveza criolla necesita en parte un poco de inteligencia, porque para que un balanza marque más de su valor normal, se necesita saber cómo es el funcionamiento interno de la balanza; para que un vehículo funcione a gas, y no depender de la gasolina que sufre variaciones de precio, se necesita un poco de inteligencia para hacer funcionar con gas un auto. Hoy sábado fui víctima de una viveza criolla, resulta que me subí en un taxi, le dije la dirección y nos dirigimos hacia ese lugar, al llegar observé que el taxímetro marcó un dólar setenta centavos y el taxista me dice: “Son dos dólares”, no dije nada y no tenía suelto, le doy un billete de cinco dólares y él me devuelve tres dólares, y le dije faltan treinta centavos, hasta ese momento el taxímetro seguía rodando, y me dice mira son dos dólares los que te tengo que cobrar, yo le digo no porque nos paramos en un dólar setenta centavos, y como se dio cuenta de que no era ningún “caído de la hamaca”, a la brava me dice ya toma diez centavos, le digo falta y como que si yo le estuviera pidiendo alguna limosna me dice “que te vas a morir por diez centavos”, le digo si y me los dio, y yo sin ningún disgusto le digo gracias y me baje y arrancó. En realidad no me iba a morir por los diez centavos, pero son por estas cosas pequeñas que no progresamos, por simple forma de ser de las personas, en algún momento digo será que la viveza criolla se debe a la pobreza, es decir un persona querer cobrar más porque en realidad le hace falta dinero o por el simple hecho de querer ser los “chéveres”. Tenemos que cambiar en realidad, saludemos al desconocido que pasa frente a tu casa, pero muchos dicen para qué saludar si me va a decir “y éste que es loco por qué me saluda si ni lo conozco”, igual que piensen los demás lo que quieran pero que quedes conforme tú.

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