Funcionamiento del mercado eléctrico en España (Parte 1)

Actualmente, el precio de la electricidad hace que busquemos formas de ahorrar hasta debajo de las piedras: mejorar el aislamiento térmico con ventanas sin rotura del puente térmico, cambiar de tarifa eléctrica, no encender la calefacción…

Sin embargo, aislar una vivienda o morirnos de frío en invierno no es una solución. Por desgracia, el precio de la electricidad no tiene pinta de que vaya a bajar. Si te preguntas por qué, sigue leyendo porque vamos a contarte cómo funciona el mercado de electricidad en nuestro país.

El mercado eléctrico en España

Primero, es importante que discutamos los conceptos básicos del sistema eléctrico, que también podemos llamar la máquina más grande jamás construida por el hombre. Al fin y al cabo, estamos hablando de miles de elementos (generadores, transformadores, líneas…) trabajando juntos y sincronizados (50 Hz) a lo largo de miles de kilómetros, incluidas las interconexiones entre diferentes países.

El sistema eléctrico europeo es el más grande del mundo, y la UE está trabajando para que los países estén cada vez más interconectados, buscando un mercado eléctrico interior común para todos.

La electricidad es un servicio esencial en la economía moderna (Ley 54/97) y es imposible imaginarse sin ella. Es un bien de primera necesidad y de interés económico general (Ley 24/13). Ninguno de nosotros ha pensado alguna vez en ir a casa un día y, al darle al interruptor, no tener luz.

Es cierto que el camino físico de la electricidad es mayormente conocido. Comienza en una planta de energía, donde se aumenta su voltaje para la transmisión a través de las líneas eléctricas. Posteriormente, una vez que se acerca al punto de consumo, se vuelve a reducir su tensión para repartirla entre los diferentes puntos de suministro.

¿Qué es el pool eléctrico?

La electricidad no es un bien almacenable (al menos no a gran escala y de forma económicamente viable). Esto significa que se requiere un exceso de capacidad (necesitamos más capacidad de generación que el consumo pico) y debe gestionarse en tiempo real (generación = consumo).

Dadas estas características, y la necesidad de que los sistemas funcionen de forma fiable e ininterrumpida, las decisiones sobre qué plantas deben o no generar electricidad y a qué precio son una cuestión de criterios técnicos (operador de red) y económicos (operador de mercado). Por un lado, se debe practicar la libre competencia para que los consumidores puedan obtener el precio más bajo posible, y por otro lado, se debe garantizar siempre el suministro y la estabilidad del sistema.

Sin embargo, a pesar de tener muy buenas estimaciones, la demanda no puede ser 100% predecible porque está sujeta a la variabilidad y las decisiones de los consumidores.

Todas estas variables se concentran en el mercado de producción de energía eléctrica, coloquialmente conocido como el pool, gestionado por el operador del mercado correspondiente, en España, OMIE (Operador del Mercado Ibérico Español). El grupo tiene una sesión diaria, seis sesiones interdiarias y una sesión intradiaria continua. Durante la sesión de negociación diaria se negocia la mayor parte de la energía, mientras que durante la subasta intradiaria se ajustan unas cantidades predeterminadas una vez fijado el mercado diario. Ambos tipos de sesiones funcionan de manera similar.

 

En el mercado eléctrico diario, los generadores (hidráulicos, nucleares, térmicos, renovables) presentan sus ofertas de venta cada hora del día siguiente (en España el precio de oferta más bajo es 0 EUR/MWh, el precio de oferta más alto es 180,3). Por su parte, los comercializadores y los grandes consumidores (hogar e industria) presentan sus ofertas de compra como la cantidad de energía que esperan consumir en cada hora. La capacidad de interconexión internacional también figura como otra variable de mercado. Simplificando mucho, podemos decir que si nuestra energía es más cara que Francia o Marruecos importamos, si es más barata exportamos.

 

De manera horaria, el operador del mercado OMIE ordena las cotizaciones de generación eléctrica de menor a mayor en función del precio de venta (oferta) y de mayor a menor ordena la cotización de generación en función del precio de compra (demanda). El precio de la electricidad y la cantidad de energía a vender y/o comprar por cada agente se determina a partir del punto de equilibrio entre oferta y demanda. El encargado de calcular el punto de equilibrio para cada hora del día siguiente y teniendo en cuenta todas las variables, incluidas las interconexiones con otros mercados europeos, es un algoritmo denominado EUPHEMIA.

Como dato importante, cabe señalar que el mercado eléctrico es un mercado marginal, es decir, independientemente del precio ofrecido por el productor, recibe el precio del último productor en ingresar al mercado.

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