De los guayaquileños cuando llegan a Guayaquil
2009 junio 11
Luego, salir del aeropuerto y respirar más agua que aire, volverse inmediatamente un ser sudoroso y pegajoso. Llegamos a Guayaquil, estamos en casa.
Luego, salir del aeropuerto y respirar más agua que aire, volverse inmediatamente un ser sudoroso y pegajoso. Llegamos a Guayaquil, estamos en casa.
La plena! Cuando yo llegué a Guayaquil en avión por primera vez en 2001, y fui testigo de una erupción de gritos de «¡Viva el Ecuador carajo!» entre otros, no me lo esperaba y asumía que los aplausos se debían a que habíamos llegado con las justas, que hubo un problema con el avión durante el vuelo de lo cual simplemente no me había enterado. La segunda vez me di cuenta que la muestra de alegría tan espontánea es simplemente una de las muchas idiosincracias de esta gente tan calorosa de mi ciudad adoptada. Mis padres cuando llegaron salieron en el aeropuerto y la primera pregunta era por qué la gente empezó a aplaudir y gritar cuando aterrizó el avión. «Así son,» les dije.
Siempre me dan ganas hacer lo mismo cuando llego a Inglaterra, pero desafortunadamente no soy tan guayaco y de ley me llevarían preso por comportamiento inapropiado dentro de un aeronave!
la verdad es que la alegria es indescriptible al volver, sinembargo una vez que pasamos la puerta del aeropuerto y como bien dices, pasamos a un estado pegajoso-sudoroso, nos volvemos menos alegres y diría hasta conflictivos, listo para putear al primero que creemos nos miró mal, por eso creo que esta bien que salgamos de vez en cuando de Guayaquil, para extrañaorlo y vover recargado. ojo, no me quejo, solo es una observación, después de todo así somos y así vivimos felices aquí…que hablen los sociólogos y antropólogos del particular. aprovecho para volverte a felicitarte por el blog. nos vemos por ahi…
Sería demasiado amplio explicar lo que significa Santiago de Guayaquil no sólo para los guayaquileños, sino para los ecuatorianos y para los habitantes del resto del planeta Tierra. Quizás una forma de condensarlo sería usando las frases de presentación turística como se la conoce en todo el mundo: 1) «Guayaquil es la Perla del Pacífico» y 2) «Guayaquil es la magia del Pacífico Sur»