Todos hemos tenido alguna vez un mueble deteriorado o estropeado por el paso del tiempo y seguramente, lo primero que hayamos pensado es que tirarlo y deshacernos de él es la mejor opción. No obstante existe la restauración de muebles, un trabajo extremadamente gratificante mediante el cual podemos recuperar un mueble antiguo con excelentes resultados.
La preparación para restaurar un mueble
Cuando le damos una segunda oportunidad al mueble, además de mantenerlo, conseguimos un mueble completamente nuevo, con un diseño personalizado y un estilo prácticamente exclusivo después de su restauración. Antes de comenzar cualquier restauración, lo primero que debemos comprobar son los siguientes puntos:
– La seguridad, tenemos que crear o habilitar un espacio de trabajo adecuado y seguro.
– Los materiales, a la hora de diseñar el nuevo modelo podemos incluir todos los elementos que queramos como, por ejemplo, unos tiradores que, dependiendo de sus características, pueden cambiar completamente el aspecto original de un mueble, también asas o pomos entre muchos otros elementos.
– Las herramientas, hacer una lista con todo lo que necesitemos como guantes, mascarilla, masilla para madera, una espátula, lijadora eléctrica o guante de velcro, rodillo, martillo o destornilladores para desmontar. La lista es personal y debe hacerse teniendo en cuenta el tipo de mueble a restaurar.
Consejos básicos para la restauración
La restauración de muebles no es un proceso difícil, una vez que se empieza se aprende muy rápido. Antes de restaurar un mueble, es de vital importancia determinar el material del que está hecho, así sabremos los productos o los tratamientos que debemos aplicar, y comprobar su viabilidad para ser restaurado.
A continuación te decimos algunos consejos básicos para restaurar cualquier tipo de mueble.
– Limpieza del mueble, el primer paso es limpiar a fondo el mueble, ya que no solo hay que quitar el polvo sino que hay que eliminar todo tipo de suciedad incrustada, además de eliminar aquellas partes muy deterioradas que no pueden ser restauradas.
– Lijar la superficie sirve para darle una textura uniforme a todo el mueble. Las partes firmes se pueden hacer con una lijadora estándar, para las superficies con textura es mejor un guante de velcro.
– Aplicar la imprimación facilita la adhesión de la pintura, además sirve como barrera frente a la corrosión y la humedad ya que tiene un efecto sellante.
– Pintar, una vez seca la superficie se puede pintar o tapizar el mueble con los colores y los estampados que más gusten, creando un diseño único.
– Barnizar todo el mueble para darle un acabado profesional y protegerlo de los golpes.
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