Le pedí a mi asistente doméstica que prepare 20 tortillas de papas para servirlas con cerdo.  Efectivamente las preparó  y las puso en un molde tapado con papel de aluminio.   Al siguiente día, cuando llegó el momento de  servirlas, me encontre con la sorpresa de que las tortillas eran de diferentes tamaños y formas, habían desde una canica, de forma parecida a un higo y hasta del tamaño de una pelota de beisbol.

S.O.S.

Tomé las tortillas de disímiles formas, las coloqué en un bol, les añadí 2 huevos, 1/2 taza de queso parmesano, 1 taza de yogurth natural light, una pisca de nuez moscada y una pisca de sal.  Revolví con afán para que todos los ingredientes se unan y en el mismo molde en que guardaban reposo, coloqué la mitad de la masa, en medio le coloqué lascas de queso, vertí la segunda parte de la mezcla, aplane la masa y encima le puse más lascas de queso y lo metí al horno por 20 minutos a 250 grados, luego por 20 minutos en el broil para que se dore la parte superior.  Les cuento que esta receta tuvo un final feliz. Quedó un delicioso pastel de papas gratinado, acompañado de vegetales y cerdo dulce…

Al siguiente día, le agradecí a mi asistente.

De la cocina de Lulú

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