Desratización ¿Qué es y cómo llevarla a cabo?

 

Dentro del control y extinción de plagas los servicios de desratización son uno de los que mayor demanda tienen. El mismo es dirigido a eliminar y ahuyentar a los roedores de tu hogar, evitando también las enfermedades que suelen llevar con ellos. En este sentido, la desratización en Asturias va de la mano con “Plagastur”, quienes tienen los mecanismos que necesitas.

Hallar ratas y ratones en caso es una experiencia bastante desagradable, pero también puede representar un riesgo en la salud de los habitantes de la misma. Por lo tanto, te contamos que es una desratización y cuándo es momento de llevarla a cabo.

 

¿Qué es una desratización?

Básicamente, consiste en la eliminación de las ratas y ratones de un hogar, oficina o empresa, con el objetivo claro de que no vuelvan a entrar al lugar. Por lo general, el proceso se realiza con algunos productos químicos especiales, pero también pueden utilizarse trampas o barreras que impidan que los roedores puedan pasar al lugar tratado.

La manera de llevar a cabo el servicio dependerá de las necesidades del lugar y lo complicado de la situación. Aunque no tengas ratones en caso es un servicio recomendable cada cierto tiempo, recordando que los roedores no solo representan un peligro para las cosas de tu hogar, también pueden dañar tu salud.

En ese sentido, con el servicio de desratización se plantea evitar la salmonelosis, la fiebre, tifus, la enfermedad de Weil, el hantavirus y la leptospirosis. Estas son solo algunas de las enfermedades que puedes contraer al convivir con dichos animales.

 

¿Cómo se lleva a cabo el servicio?

Ahora bien, para conseguir los resultados deseados es preciso seguir tres fases básicas. A continuación, te contamos en que consiste cada una:

Análisis previo

Antes de aplicar cualquier químico se realiza una inspección previa de la zona y detectar la posible actividad de los roedores en el lugar. Este punto es base para conocer la cantidad de ratones que existen, las zonas afectadas y los daños producidos.

De este modo se determina el nivel de infestación que se tiene y se decide el tipo de herramientas y productos que deben utilizarse en el lugar.

Plan de acción

Una vez se conoce la situación actual del lugar, se desarrolla el plan enfocado en el estado de infección. En este punto pueden llevarse a cabo o la medida preventiva o la medida de control.

En el primer caso, se evita que aparezcan dichos animales, pero no existen en el lugar. Así que solo se sellaran las posibles entradas y se tomaran medidas de seguridad en las diferentes áreas.

En el segundo caso, si existen plagas y deben colocarse trampas, rodenticidas y fumigarse, es un trabajo más largo y complejo. Al final, se sellarán las entradas anteriores y se colocarán productos químicos que ahuyentarán a los roedores.

Seguimiento

Finalmente, para evitar la reaparición se realizarán cuatro tratamientos distribuidos en los diferentes meses del año. De esta manera, se asegura que no volverán a molestar los roedores.

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