Las primeras vías para conseguir financiación para una empresa son los fondos propios, la familia y los amigos. No obstante, no siempre se pueden cubrir las necesidades económicas con esos “recursos propios” y hay que recurrir a fuentes externas.

Encontrar financiación

Entre las más extendidas están las entidades financieras, los denominados Business Angels (o ángeles inversores), y las ayudas y subvenciones que conceden los organismos públicos. En la práctica suelen combinarse distintas vías de financiación.

Las entidades financieras ofrecen créditos y préstamos de importes que pueden ser elevados, si el proyecto lo requiere, a condiciones del mercado. Suelen ser más exigentes que otras opciones, tanto al solicitar garantías como al determinar los plazos de devolución  y el importe de intereses.

Los Business Angels, o ángeles inversores, son una opción para los emprendedores cuyo negocio tiene un alto potencial de crecimiento y no les importa ceder una parte del control de la empresa durante un periodo de tiempo. Período tras el cuál suelen vender su participación.

Los Business Angels solicitan en general menos requisitos que una entidad financiera, siempre que se les ofrezca un proyecto prometedor y cierta cuota de control en el mismo.

Otra fuente de financiación externa son las ayudas y subvenciones de los organismos públicos, tanto nacionales como autonómicos o locales. En numerosas ocasiones, este tipo de ayudas son concesiones de dinero a fondo perdido o en condiciones muy ventajosas para los emprendedores.