La forma en la que está decorada nuestra vivienda repercute directamente en nuestro estado de ánimo. De hecho, según el portal inmobiliario Fotocasa, hay estudios que demuestran que nuestra casa es un reflejo de nosotros mismos y, a su vez, de cómo esté decorada y ordenada dependerá cómo estamos nosotros.
Por lo tanto, los muebles, los objetos y los tejidos que visten nuestro hogar, los colores que elegimos para decorarlo, la orientación, la luz y, sobre todo, si está limpio y ordenado pueden llegar a afectar nuestros pensamientos e, indirectamente, nuestras actividades del día a día.
No existe una norma universal sobre cómo debe ser nuestra casa, pero sí que tenemos que intentar que sea acogedora, que transmita paz y que, por encima de todo, nos haga sentir felices. Para conseguirlo no necesitamos hacer grandes inversiones, ni tampoco demasiado espacio, sólo imaginación, ganas y, sobre todo, orden y limpieza.
Método Marie Kondo
Si alguien sabe sobre orden y limpieza en el hogar es Marie Kondo, también conocida como la gurú del orden. Y es que esta japonesa se ha hecho mundialmente conocida gracias a su bestseller “La magia del orden”, publicado en 2015. Desde entonces ha escrito cuatro libros sobre organización, de los que se han vendido casi cuatro millones de copias, ha protagonizado el reality de Netflix “¡A ordenar con Marie Kondo!” y hasta ha sido incluida en la lista de las 100 personas más influyentes del mundo por la revista Times.
Su metodología es bastante radical: recomienda deshacerse de todo aquello que no es imprescindible; tarea nada fácil ya que, según ella misma cuenta, en general nos cuesta mucho prescindir de las cosas, por inútiles que sean. Kondo recomienda eliminar de nuestra vida la ropa que no nos ponemos, los libros que no leemos, y cualquier tipo de objeto que estorbe. De hecho, defiende que deberíamos guardar sólo lo imprescindible. Nada más.
Los mejores consejos de Marie Kondo para mantener la casa ordenada
1. Guarda sólo aquello que te hace feliz
Es la filosofía de Marie Kondo: únicamente debemos guardar aquello que nos proporciona felicidad. Lo que propone es ir cogiendo uno por uno cada objeto y hacernos la siguiente pregunta: ¿Lo quiero o lo necesito de verdad? ¿Me hace feliz? Si la respuesta es no, deberíamos tirarlo o donarlo.
2. Organiza por categorías
No hay que empezar a ordenar por habitaciones o estancias de la casa. Según Marie Kondo es importante establecer un orden por categorías, de modo que si empezamos por la ropa, nos dedicaremos a organizar sólo la ropa de todos los armarios o cajones. Y así deberemos proceder con todo lo demás: vajillas, utensilios de cocina, juguetes, libros…
3. Empieza por ordenar tu ropa
Es fundamental en el método Marie Kondo. Lo primero que debemos hacer es organizar nuestra ropa, ya que se trata de lo que tenemos más a mano. Cuando nos hayamos desprendido de todas las prendas que ya no queramos es muy probable que terminemos conservando únicamente un tercio de lo que teníamos. Luego deberemos continuar con los libros, los papeles, y el resto de objetos. Y por último, lo más complicado: aquellas cosas que tienen un valor sentimental.
4. Austeridad: la clave de todo
Marie Kondo no soporta los excesos, así que debemos olvidarnos de tener las estanterías llenas de objetos decorativos, ya que generan una sobrecarga de información visual que hay que evitar. Y esto no sólo debe aplicarse a la decoración, como decíamos; cuando ordenemos debemos conseguir que todas las cosas que necesitemos estén a la vista, de modo que de un solo vistazo puedas saber lo que tienes a tu disposición.
5. Olvidémonos de comprar productos de almacenaje
Marie Kondo considera que las cajas, los separadores y todo este tipo de artículos sólo contribuyen a generar más desorden. Nuestros aliados están en casa: cajas de zapatos y rollos de papel higiénico vacíos. Aquí podremos meter no sólo camisetas, sino ropa interior, calcetines e, incluso, cables.
Por lo tanto, por muy bonita que sea una vivienda, si no está ordenada y limpia el resto no servirá para nada. Además de aprovechar más el espacio y de movernos por él con más facilidad, mantener la casa limpia y en orden nos permitirá respirar mejor y nos aportará paz y tranquilidad. Vale la pena intentarlo, así que… ¡Manos a la obra!