OLPC en Ecuador
Hace algunas semanas en el programa Contacto Directo, conducido por Carlos Vera, fue entrevistado uno de los representantes del conocido proyecto OLPC (One Laptop Per Child) exponiendo a groso modo en qué consiste esta iniciativa y los beneficios que representaría de ser acogida en un país como Ecuador. Quien escribe este blog asistió hace pocos meses a una conferencia muy interesante sobre este proyecto y gracias a ello ha decidido exponer su opinión al respecto. Debo comenzar comentando que de fuentes muy fidedignas supe que la Secretaría de Informática de nuestro país ha decidido no adoptar el proyecto, argumentando que las mencionadas computadoras tienen muy poco poder. Cuando escuché dicho argumento algunas preguntas se algoparon en mi cabeza, preguntas sobre las que desafortunadamente no pude solicitar una respuesta, pues en aquel momento pensé que no era apropiado (ahora me arrepiento :S). ¿Qué habrán querido decir con «muy poco poder»? Es muy cierto que dichas portátiles tienen características de hardware muy inferiores a las poderosas portátiles o PCs de escritorio que yo y mis colegas estamos acostumbrados a utilizar; pero ¿acaso las características de una computadora no deben estar sujetas a las tareas que se piensan ejecutar? Recordemos ante todo que estas computadoras están diseñadas para ser utilizadas por niños de escuela (máximo 11 años) en un entorno educacional, pues están hechas de plástico reciclable (eso me gusta), son resistentes al agua y a los impactos y vienen con su propio sistema operativo, el cual ha pasado por rigurosas pruebas de usabilidad y brinda algunas ventajas interesantes. Recalco: no están pensadas para ser estaciones de trabajo en una oficina, donde es muy justificable comprar computadoras poderosas a fin de maximizar su vida útil.
Ahora bien, supongamos que se realizó un análisis costo-beneficio profundo y objetivo sobre la adquisición de las portátiles y como consecuencia de ello no se decidió darles una oportunidad; en ese caso, valdría la pena echarle un vistazo al software que se incluye en ellas. Una de las mejores decisiones que pudo haber tomado la directiva de OLPC es haber separado al hardware del software. El proyecto Sugar, nació como consecuencia de la independización de la plataforma de software sobre la que está desarrollado el sistema operativo distribuido en las portátiles. Sin duda son buenas noticias, pues ya no es necesario contar con una laptop XO (así se llaman) para gozar de las ventajas de una plataforma basada en Sugar. La página de Sugar Labs permite la descarga de imágenes de distribuciones GNU/Linux con Sugar configurado a nivel de sesión, permitiendo: instalar este software en cualquier computador que corra GNU/Linux (incluyendo máquinas virtuales) e iniciar una sesión Sugar de forma automática, como si estuviera utilizando las portátiles. Una de las cosas más interesantes de esta plataforma, es la ausencia de la metáfora del escritorio a la que estamos tan acostumbrados. En su lugar, las aplicaciones se muestran como actividades y el concepto de «guardar un archivo» no existe. Cada actividad cuenta con una especie de bitácora que le permite al usuario buscar entre las actividades realizadas en el pasado. Adicionalmente, Sugar soporta bastante bien el trabajo colaborativo, permitiendo a los usuarios definir grupos de trabajo con los cuales compartir actividades (por ejemplo se pueden compartir enlaces al navegar, escribir documentos entre varias usuarios, etc.). El concepto de vecindario se refiere a todos los usuarios dentro de la red local. Cada miembro es libre de compartir sus actividades con otros miembros o con todo el vecindario si asi lo desea.
Finalmente, Sugar ha estado sujeto a muchas pruebas de usabilidad que sugieren que su curva de aprendizaje es bastante mejor que la que presentan las plataformas basadas en la metáfora del escritorio. Por esa razón, resulta óptima para niños de edad escolar o aquellos que nunca han utilizado una computadora. Cuando lo instalé en mi máquina virtual me tomó algo de tiempo entenderlo, pues por desgracia estoy seriamente contaminado por el paradigma del escritorio. Creo en el potencial de Sugar como una forma de contribuir a la formación y desarrollo de habilidades cognitivas de nuestros niños ecuatorianos. Puede correr sobre cualquier hardware que no sea último modelo y lo mejor de todo es que es Software Libre 😀