mayo 12, 2013

Que puede en el mundo hacer más feliz a una mujer que sus hijos y sus nietos?

Pues nada más, ni nada menos que tener la bendición de Dios para ser madre y abuela. 

Desde el instante mismo de la concepción se forma un vínculo indestructible que  une a cada mamá con su hijo hasta el infinito y  desde el nacimiento de cada nieto, también se crea un similar vínculo.  En el nacimiento de cada hijo, ese vínculo se fortalece y pasa a ser parte de la vida misma, haciendo que el nexo sea poderoso y único.

Y es que una madre lo da todo sin recibir nada a cambio y sin sentirse sacrificada. Ama por igual a  sus hijos, sin importar las diferencias que existan entre ellos;  no importa si es uno, si son dos o tres hijos, su amor es tan inmenso y suficiente como la bóveda celeste llena de estrellas. Simplemente una madre los recibe con los brazos abiertos aún cuando se hayan equivocado o se hayan alejado.  

Una madre, simplemente es la que mantiene la confianza en ellos cuando todos los demás la han perdido.

Hijos: en este nuevo día de la madre, quiero decirles que los amo mucho y que agradezco infinitamente a Dios , ya que gracias a ustedes soy madre.

Luz Gabriela Rodríguez

mayo 10, 2013

Hecilda Muñoz Arteaga, con los integrantes de "A dos velas"

He tú, la de mil nombres, mujer que eres madre,
Joven, mediana, mayor, si tú, la que me está mirando
Quieres escuchar palabras perfectas para versar tu existencia?
Estás aquí, estamos aquí, somos un milagro de la creación
dulces protagonistas del ayer y del hoy.

He tú, la de mil nombres, mujer que eres madre,
Joven, mediana, mayor, si tú, la que me está mirando
la que en cálida armonía resplandece y eterniza
la que calma su sed en la mágica fuente
la que mora en el infinito de la conciencia cósmica
la que cumple designios del consabido propósito.

He tú, la de mil nombres, mujer que eres madre,
Joven, mediana, mayor, si tú, la que me está mirando
cual esfinge que cabalga en perfecta amalgama,
te elevas para perennizar la concepción humana.

Entre ritmos y acordes de armoniosa sinfonía
el que te eligió para que seas su nodriza
desciende en espíritu con su alma y conciencia elevada
posa su mágica existencia y comienza a latir
en los fuegos eternos de tu consagrada matriz

He tú, la de mil nombres, mujer que eres madre,
joven, mediana, mayor, si tú, la que me está mirando
de sublime mujer te has convertido en madre
la de los brazos abiertos que siempre te reciben
la de las manos cálidas y oportunas palabras
la permanente guía, la de la gran templanza.

Qué canten los hijos que gozan su presencia,
Que recen los hijos que lloran su ausencia

febrero 14, 2013

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Que levante la mano aquel que en su vida nunca ha sentido que su corazón vibra de amor.     Y es que el amor se lo siente, porque es la poesía de los sentidos, como lo dijo Honoré de Balzac. Es el todo y es la nada. Es ver la vida engalanada, es sentir el suave aleteo del alma en nuestro pecho.

Desafiando las leyes de Física, donde los polos opuestos se atraen, pienso que el amor es vibrar en la misma sinfonía  flotar entre vaporosas nubes, vivir en el mismo hechizo con afinidad de ideales, soñar en el mismo color, escuchar dulces melodías  y dejarla fluir a través de las miradas.

No importa cuánto tiempo haya pasado, son sensaciones que jamás se olvidan y que están en nuestro ser. Es tratar de evocar el aroma del pasto fresco, sin necesidad de verlo, es tocar el cielo con las manos, sin lograr alcanzarlo.

La vida te enseña a no perseguirlo, a dejarlo que fluya y se acune en el viento con alas de libertad. Libre para crecer y enraizarse o libre para partir…

Acepto el concepto de que no se necesitan dos personas para concebirlo. El amor es tan grande e infinito que para ser feliz, basta con sentirlo y darlo a cambio de nada, procurando el bienestar del otro, sin necesidad de ser correspondido.

Es lo que Dios hace con nosotros. Él siempre está ahí, dispuesto a amarnos infinitamente a pesar de las veces que fallemos…

Amo a Dios sin conocerlo. Así como el ciego ama el sol que lo calienta, sin verlo.

Qué viva el amor

Luz Gabriela Rodríguez

http://blog.espol.edu.ec/lgrodrig/2010/y-hablando-del-amor/

enero 9, 2013

Los que se fueron…siguen vivos, lo que lloramos es no poder mirarlos ni tocarlos.
Pero, les palpamos el alma, pues siguen con nosotros.

Los que se fueron…solo lo hicieron físicamente, siempre hay una lucecita tenue sosteniendo su recuerdo.

Es cierto que ya aparecen de pronto para asombrarnos         con chispas nuevas de su amor o de su inteligencia.
Pero, ellos no están impasibles, se mueven en la imagen del recuerdo y caminan a nuestro lado con la fuerza poderosa de la memoria.

 

Es cierto que ya…no abrazan. Pero, pese a ello, nos envuelven con un velo tan denso que el olvido no tiene salida.

 

Los que se fueron…
no se suplen ni se reemplazan, lo que de ellos se pierde no se recupera
Dejan un hueco personal que ningún otro llena.

Se fueron…
Pero a la vez se conservan vivos, con esa «impalpable presencia»

y esa nostálgica forma de estar junto a nosotros.
Ellos, ellas, que ya se fueron siguen velando, ayudando y estando presentes en nuestras vidas.

 

No deben haber ido muy lejos
ya que en su inmaterialidad se preocupan de que sintamos su influencia y tienen el poder de consolarnos el corazón y de regirnos con su ejemplo.

Los que se fueron…
dejaron su imagen como una estampa pegada en nuestro corazón
La luz de esa imagen, es la que nos permite tener clara conciencia de que la vida no acaba con la muerte, ya que esta es sólo un renacer a la vida verdadera, en la cual nos reencontraremos en el momento adecuado.

Que Dios nos bendiga, guarde con bien y nos cuide para la vida eterna.

 

enero 6, 2013

www.portal.com

El calor del desierto aún abrazaba. Mi camello que entonces iba a la velocidad de un computador de última generación, no podía dar un paso más.

Decidí dejarlo. Tomé lo necesario y continué la travesía. Sabía que la meta parecía un imposible, pero tenía que cumplirla.

Como una pantalla en off se hizo presente la noche. Ahora era el frío el que penetraba mi ser. Me senté tras una enorme roca, abrí la mochila y saqué mi laptop. Me conecté con el proveedor y busqué la señal. Observé que aún quedaban cinco horas de camino, así que avancé sin dejar que el cansancio me someta.

El esfuerzo era más agotador, porque en la oscuridad, apenas podía ver a tres pasos. Pero de lo que si estaba segura era de que nada me detendría hasta encontrarlo…

Para orientarme encendí nuevamente la pantalla del portátil y volví a conectarme. Ahora la señal era más clara. Según mi GPS, estaba a dos horas de camino.

Una lucecita azul intermitente indicó que tenía un mail urgente. Fui a la bandeja de entrada. Lo señalé. Al abrirse, la ansiedad aumentó. Leí detenidamente el mail y me estremecí. Estaba segura de que nadie conocía de mi búsqueda. Era casi una misión secreta. Pero, entonces ¿Por qué ese mensaje?

Aun no salía del asombro, cuando la máquina se inhibió. Presurosa la resetie, pero el ordenador no respondía. Cerré el programa para volver a iniciarla, pero fue en vano. Me sobresalté aún más, al ver que un haz de luz salió disparado desde la computadora.

Sólo eso faltaba. ¡Se circuito el ordenador! exclamé.

Consulté la hora y pude ver que casi era la medida noche. Algo brillante atrajo mi atención. Todo el camino estaba iluminado. Quise averiguar de dónde provenía la luz, pero no pude. Los sonidos descompasados del corazón podían escucharse.

Di tres pasos. Fijé la mirada y ahí estaba…

Pero, vaya momento. Otra vez la intermitente lucecita azul me indicaba un mensaje urgente. ¡Qué locura! Exclamé, pero si mi laptop está circuitada, es imposible que funcione el proveedor.

Al abrir el mensaje fueron definiéndose las formas y los colores. Efectivamente ahí estaba el portal y en el centro, el bebé más hermoso que mis ojos hayan visto.

¿Me buscas?, me dijo. En realidad estoy en ti…

Tomado del libro Más allá de los Sueños de Luz Gabriela Rodríguez

6 DE ENERO – EPIFANÍA

REYES MAGOS

¿Dónde está el rey de los judíos que acaba de nacer? Era la pregunta que hacían los lejanos reyes que venían desde Oriente. (Mateo 2  1-12).

Y vaya que lo encontraron al llegar a Belén, lo adoraron y se postraron ante él, ofreciéndole oro, incienso y mirra.  Ellos recibieron la gracia de ser guiados por una estrella y de creer en Él como Salvador de toda la humanidad.

Si en la actualidad vamos preguntando por ahí, ¿dónde está Jesús? También lo encontraremos. Para esto no tenemos que viajar por lejanas tierras, sino deshacernos de nuestros propios egoísmos y reconocer que Él ésta en aquellos que tienen hambre, en los enfermos, en los encarcelados, en los pobres, en los ancianos.

En la Epifanía celebramos el amor de Dios que se revela a todos los hombres. Él quiere la felicidad del mundo entero y nos ama por eso ha venido a salvarnos.

El 6 de enero es un día de alegría y agradecimiento porque al ver la luz del Evangelio, salimos al encuentro de Jesús, lo encontramos y le rendimos nuestra adoración como los reyes magos.

Junto a Dios, seamos  la estrella que guía a otros por los caminos del bien.

Luz Gabriela Rodríguez

http://www.blog.espol.edu.ec/lgrodrig/

septiembre 5, 2012

Soy el Arcángel Gabriel

Represento la tarde, me visto de azul claro, con reveces naranja, aparento tener 30 años, tengo la piel tostada y ojos azules verdosos, los cabellos de color bronce, llegan hasta mis hombros. Me personifican con una vara perfumada de azucena, la que obsequié a María en la Anunciación. Esta vara significa la pureza de la madre de Dios.

Mi nombre significa Dios.Soy el celoso guardián de los asuntos legales, escritos, papeles, trámites. Los ayudo a comprender la misión de la vida, en la lucha contra abusos, disfunciones, adicciones, familias con problemas para hallar el amor y ser amados. Ayudo a las mujeres en sus embarazos, apaciguo a las personas enojadas. Me invocan en las artes y en cualquier tipo de creatividad, reacciones y emociones. Con mi trompeta anunciaré la segunda venida.

Nada es imposible para Dios.  pide y se te concederá.-

Luz Gabriela Rodríguez

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junio 26, 2012

Hoy llegó a mis manos un mail que me hizo sonreír al recordar mis maravillosos años de esposa, madre y conductora de mi hogar. 

…Era nuestra primera casa, como trabajaba fuera, establecí una rutina que consistía en realizar las labores cuando todos dormían. Recuerdo que comenzaba a barrer con sigilo, a poner silicona en mis maravillosos muebles blancos marca “Makarting” (ya no recuerdo cómo se escribe), abrillantar la mesa de centro de vidrio y un gran jarrón blanco que me obsequiará doña Guillita de Quintero; luego pasaba al comedor, donde tarareando una canción romántica en mi cabeza (no existían los audífonos), lo dejaba impecable, listo para sentarnos a recibir los primeros alimentos del día siguiente y si hablamos de la cocina, ese era otro espectáculo, me fascina (hasta ahora) tener una cocina impecable, límpida, donde no hay cabida para una sartén demasiado usada, ni vajillas cuarteadas, ni vasos despostillados, ni cosas plásticas, ni de metal.  Solía pasar muchas horas limpiando, arreglando y terminaba mi jornada retrocediendo hasta llegar al baño, aprovechaba para limpiarlo, lavaba la ropa que llevaba encima y me duchaba para ir a descansar. 

Qué sensación maravillosa llenaba mi ser cuando al abrir los ojos, todo estaba en perfecto orden, un límpido aroma nos envolvía y nos conducía a un éxtasis de bienestar (o por lo menos eso era lo que yo sentía).

En cierta ocasión, Sara, una amiga de esas épocas, me dijo: mientras pasas abrillantando tu casa, tu esposo hace de las suyas.  No niego que me causó profunda tristeza su comentario veraz, pero mantener arreglado mi hogar formaba parte de mí y no precisamente para encubrir conflictos conyugales. 

Los años han pasado, muchas cosas cambiaron, circunstancias me hicieron valorar otros aspectos de la vida, ya no paso 8 horas nocturnas limpiando mi hogar, es más, muchas veces he podido garabatear mi nombre sobre el polvo de algún mueble.

La vida es corta, hay que disfrutar la estadía, ahora trato de que mi entorno sea agradable sin buscar la perfección y de que sea aceptable sin que nada brille. Aún no consigo quitarme el temor de que alguien llegue a casa y me encuentre rodeada de cosas inservibles que  pude haber acumulado en el trayecto, con olor a humedad, a envejecido, mientras las carcomas apiñadas en las esquinas, pretendan proclamarse vencedoras; lo cierto es que en la actualidad, nada ni nadie me quita el placer de hacer cada día lo que mi alma quiere, lo que mi cuerpo pide, sin que me moleste en demasía la presencia del polvo en el que me iré convirtiendo hasta mi partida infinitamente azul…

Junio 26 del 2012

Luz Gabriela Rodríguez

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abril 23, 2012

Sabían que día a día nos enfrentamos a espíritus y fuerzas sobrenaturales del mal, a las malas maniobras del enemigo y a tantas cosas negativas que nos van perjudicando física y espiritualmente. 

Ante esto, existe algo infalible para protegernos y es LA ARMADURA DE DIOS.

 

Pongámonos  la «ARMADURA DE DIOS» para resistir las maniobras del maligno.

Un CASCO para cubrir y defender la cabeza, para el Entendimiento.

Una CORAZA para proteger pecho y espalda para la Justicia.

Un CINTURÓN de seguridad para sujetar  la cintura, para la Verdad.

Un ESCUDO para defensa y la confianza, con ayuda de la fe.

Una ESPADA para atacar, con la PALABRA y la Promesa de Dios.

Un CALZADO para cubrir el pie y el camino, con el ánimo del Evangelio.

Servir al Creador es un Honor que debemos aprender, tenemos las armas y el Poder Especial, si lo pedimos lo recibiremos es la promesa de Jesús.

abril 18, 2012

El santo de los imposibles – San Judas Tadeo

Recuerdo a mi abuelita Amada cuando nos decía: A vestirse, tengo que ir a visitar a San Judas Tadeo… Íbamos a la iglesia La Victoria, en realidad se llama El Carmen, pero todos la llamaban así, porque está ubicada frente al parque que lleva ese mismo nombre.

Cuando era 28 de octubre, cuando mi padre conseguía un nuevo empleo, cuando mi abuelita mejoraba de sus enfermedades, cuando tenía que pedir algo insostenible, cuando debía agradecer, absolutamente para todo, estaba San Judas Tadeo.

Y cómo no había de estarlo si él escuchaba a mi familia en sus múltiples peticiones, quienes a fuerza de fe, lograban convencerlo de alguna manera para que nos ayude.    San Judas Tadeo es un santo de corte popular y se lo conoce como el santo de los imposibles, porque todo está en pedirle con fe y él intercede los favores celestiales hasta conseguirlos. Así como mi abuelita, como mi familia, así sus devotos se cuentan alrededor de todo el mundo y son muchísimos los que dan sus testimonios de fe al respecto.

Como Apóstol, trabajó con gran celo por la conversión de los paganos. Fue misionero por toda la Mesopotamia durante diez años. Regresó a Jerusalén para el Concilio de los Apóstoles. Después se unió a Simón en Libia, donde los dos Apóstoles predicaron el Evangelio a los habitantes de aquel país.

Refiere la tradición que San Judas sufrió martirios en Suanis, ciudad de Persia, donde habían trabajado como misioneros y le dieron muerte con una cachiporra. Por eso se le representa con una porra sobre la cabeza. Luego, se la cortaron  con un hacha. Trasladaron su cuerpo a Roma y sus restos se veneran ahora en la Basílica de San Pedro.

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