marzo 16, 2011

HALO SOLAR

NO ES EL

FIN DEL MUNDO

Hoy en el firmamento, el sol presentó una imagen inusual, estaba encerrado en un aparente arco iris, como si tuviese un visible y raro halo que lo circundaba.   La preocupación fue grande; se habló que era el fin del mundo y como esto coincide con los problemas que hay en Japón en lo relacionado con los reactores nucleares que sufrieron diversas explosiones como producto del terremoto y del tsunami que pasaron días atrás, se difundieron comentarios de que en las primeras lluvias tenemos que protegernos porque se va a esparcir radioactividad  en casi todo el mundo.  Como si eso impedirá que caiga sobre los sembríos, plantaciones, ríos, mares, lagos, valles.  Simplemente si fuese así, en el mundo entero nos veríamos en grave aprietos.

Lo cierto es que científicamente, lo que hoy observamos en el firmamento ecuatorial, es un efecto óptico, un llamado fenómeno  de refracción  o choque de los rayos del sol con pequeños cristales, causados por partículas de hielo que se encuentran suspendidas en la atmósfera y refractan la luz formando un  HALO SOLAR alrededor del sol, espectáculo esporádico de privilegio que nos brinda la naturaleza.

La verdad es que cuando llegue el fin de nuestro querido planeta, nadie sabrá el día, ni la hora y cuando suceda no tendremos tiempo de reaccionar para especular si será o no, porque hay tiempo para vivir, orar, hacer las cosas lo mejor que podamos, recomenzar  y terminar.

Aquí nace la propuesta de que debemos estar preparados para no asustarnos, ni ser sorprendidos. Nuestra meta es trabajar para salvarnos.