“¿Quién es el padre de la guerra? Fuerte (niños: ‘el demonio’) Porque el diablo es el padre del odio. Es el padre de la mentira, de la falsedad. ¿Por qué? Porque no quiere la unidad. En vez Dios sí quiere la unidad. Si tienen en el corazón celos contra alguien, este es el inicio de una guerra. Los celos no son de Dios”.
El Papa dijo luego que “es triste cuando en una familia los hermanos no se hablan por una tontería, porque el demonio toma esa tontería y la hace un mundo. Luego las enemistades continúan muchas veces por años. Y se destruye esa familia: los padres sufren porque los hijos no se hablan o la esposa de un hijo no le habla al otro. Y así las envidas… los celos. Esto lo siembra el diablo. Y el único que derrota al diablo es Jesús. El único que cura de estas cosas es Jesús. Por eso les digo a cada uno de ustedes: ‘déjese curar por Jesús’”.
Por ello Francisco exhortó a generar el hábito de “escuchar la Palabra de Dios, escuchar la Palabra de Jesús en el Evangelio. Leer un pasaje, pensar un poco lo que dice, qué me dice a mí. Si no siento lo que me dice, paso a otro. Pero tener este contacto cotidiano con el Evangelio. Rezar con el Evangelio porque Jesús me predica a mí, dice con el Evangelio lo que me quiere decir”.
“¿Quién es el padre de la guerra? Fuerte (niños: ‘el demonio’) Porque el diablo es el padre del odio. Es el padre de la mentira, de la falsedad. ¿Por qué? Porque no quiere la unidad. En vez Dios sí quiere la unidad. Si tienen en el corazón celos contra alguien, este es el inicio de una guerra. Los celos no son de Dios”.
El Papa dijo luego que “es triste cuando en una familia los hermanos no se hablan por una tontería, porque el demonio toma esa tontería y la hace un mundo. Luego las enemistades continúan muchas veces por años. Y se destruye esa familia: los padres sufren porque los hijos no se hablan o la esposa de un hijo no le habla al otro. Y así las envidas… los celos. Esto lo siembra el diablo. Y el único que derrota al diablo es Jesús. El único que cura de estas cosas es Jesús. Por eso les digo a cada uno de ustedes: ‘déjese curar por Jesús’”.
Por ello Francisco exhortó a generar el hábito de “escuchar la Palabra de Dios, escuchar la Palabra de Jesús en el Evangelio. Leer un pasaje, pensar un poco lo que dice, qué me dice a mí. Si no siento lo que me dice, paso a otro. Pero tener este contacto cotidiano con el Evangelio. Rezar con el Evangelio porque Jesús me predica a mí, dice con el Evangelio lo que me quiere decir”.
“¿Quién es el padre de la guerra? Fuerte (niños: ‘el demonio’) Porque el diablo es el padre del odio. Es el padre de la mentira, de la falsedad. ¿Por qué? Porque no quiere la unidad. En vez Dios sí quiere la unidad. Si tienen en el corazón celos contra alguien, este es el inicio de una guerra. Los celos no son de Dios”.
El Papa dijo luego que “es triste cuando en una familia los hermanos no se hablan por una tontería, porque el demonio toma esa tontería y la hace un mundo. Luego las enemistades continúan muchas veces por años. Y se destruye esa familia: los padres sufren porque los hijos no se hablan o la esposa de un hijo no le habla al otro. Y así las envidas… los celos. Esto lo siembra el diablo. Y el único que derrota al diablo es Jesús. El único que cura de estas cosas es Jesús. Por eso les digo a cada uno de ustedes: ‘déjese curar por Jesús’”.
Por ello Francisco exhortó a generar el hábito de “escuchar la Palabra de Dios, escuchar la Palabra de Jesús en el Evangelio. Leer un pasaje, pensar un poco lo que dice, qué me dice a mí. Si no siento lo que me dice, paso a otro. Pero tener este contacto cotidiano con el Evangelio. Rezar con el Evangelio porque Jesús me predica a mí, dice con el Evangelio lo que me quiere decir”.
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