El vecino cantón guayasense de Samborondón se acaba de vestir de gala, arrancando de forma brillante con un Teatro de mucha altura, y la Fundación del mismo nombre del Teatro como administradora se luce al presentarnos en una estructura de gran ciudad una programación que nos llena de alegría, ya que la convierte también en una desarrolladora de esa cultura del teatro, de la danza y de la música de grandes sitios del mundo.

Con una capacidad de 950 butacas en la sala principal y de 150 en la segunda se convirtió desde el principio en exitoso por las diversas manifestaciones de arte que se programaron. Su estructura clásica suramericana refleja que tendrá mucho que hablar, pero así mismo habrá que conservar esa calidad que se producirá por la bondad y equipos de sus instalaciones.

Los espectáculos diversos han hecho que se mantengan las asistencias, que se sienten estimadas además por los grandes parqueaderos iluminados que disponen. Sus costos están muy bien direccionados a un público que se siente satisfecho, si bien la Fundación y el Teatro continuarán con funciones para escuelas fiscales de Durán, Daule, Guayaquil y Samborondón.

El crecimiento ordenado que viene administrándose en  este cantón, le está ofreciendo un excelente relieve también como destino turístico, incluso de gran nivel, lo que producirá un mejor beneficio, ya que se mejorará el ansiado gasto turístico de quienes lo visitan adicionado a otras infraestructuras ya instaladas.