Nuestras Islas Galápagos, siendo designadas como Patrimonios de la Humanidad, han venido sufriendo el asedio de “muchos visitantes” que manteniendo intereses varios las han invadido y las depredan; luego de la “última tarjeta” que superó nuestro gobierno el año anterior, aparece ahora como el mejor sitio turístico mundial, pero con restricciones para su visita, lo que le facilitará una mejor protección de todas sus riquezas.
Esta degradación ambiental se indica que se genera por la migración nacional e internacional hacia las islas, la introducción de especies no propias y por supuesto por el turismo. Los pasos que se han venido dando para regularizarlos no han sido tan efectivos, aún no se encuentra protección a muchos actos que se dan en las Islas en su contra. El ingreso laboral que se da por las tablas salariales aprobadas, hace que muchos sueñen también en quedarse a vivir, y por igual existen bolsas de trabajo que mantienen presente la invitación a residir en ellas. A mayor cantidad de habitantes, los requerimientos de servicios básicos exceden los actuales proporcionados y la atención a la temática de los desechos se hace más difícil su control.
El turismo por estos controles, inicia el nuevo año con modificaciones que por un lado afectarán al ingreso de turistas, pero por otro le permitirán conocer al turista muchos más de visita que ofrece el Archipiélago. La oportunidad de visita mediante cruceros, dejaba en deuda el conocimiento aspirado por los visitantes de las Islas, por lo que se generaron también excesivas visitas individuales con el fin de ejecutar muchas más y a menores costos.
Con respecto al transporte aéreo, la expectativa de ingresos de viajeros, no se reducirán ante la cantidad de vuelos instalados o autorizados en los dos aeropuertos; solamente para referencia en el último feriado de cinco días, Galápagos también se sobreofertó el ingreso de visitantes… más de 4.000 en tan corto tiempo. El anunciado incremento al costo de combustible, tampoco beneficiará a la disminución de los tráficos de turistas ni a los conocidos por abundantes, el viaje de los colonos…que en economía dolarizada, no debería continuar subsidiándose, reduciéndolos a un máximo de dos al año y una excepción a un tercero por salud. Lamentable la población ya se acerca a los 30.000 y se convertirá en un problema social afectando al ecosistema. Es decir que el mayor problema en las Islas Galápagos, es la especie introducida – la de los seres humanos- y además el problema de cultura de protección es mucho mayor, deficiente en sus procesos educativos.
Las Islas no están libres o fuera de peligro. Si la población y el turismo siguen creciendo, afectarán a las especies o animales existentes, que son los atractivos de los humanos. Los organizadores de estos cambios dispuestos, entre ellos la implementación de nuevos itinerarios que ahora han agregado tratando de fortalecer las capacidades de manejo turístico en las áreas protegidas y evitar que se produzca turismo “inconsciente” o dañino a las Islas.
Esperamos conocer los resultados de esta nueva gestión ambiental y turística a favor de nuestras fabulosas y reconocidas Islas. Los cambios si afectan a los modelos de comercialización establecidos, con la norma dispuesta de que un operador no podrá visitar dos veces un mismo sitio de visita; los procesos de logística y de abastecimiento de combustibles también se modifican. Estas disposiciones también deben ser cumplidas por los operadores informales. El Observatorio de Turismo de Galápagos entregado, ojalá sea publicado regularmente, para lograr superar las cifras que se exponen, como el del 75% que declara no tener preparación técnica y otros como el origen de los turistas.
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