Columna de Opinión, Profesores invitados:
LAS CRISIS, UN PROBLEMA POR RESOLVER PARA EL SER HUMANO
Autor: Juan Pompilio Moreno Velasco (PROFESOR FIEC), 2009.12.27
«Han pasado varios días desde que el Dr. V. A. Riofrío Terán me envió un mensaje solicitándome escribir brevemente sobre las diferentes crisis que atraviesa toda la tierra. Es un tema muy profundo que amerita mucho análisis previo a una posible posición respecto de qué significan las crisis, cómo nos afectan y qué hacer para hacerles frente.
En los siguientes párrafos me referiré brevemente a cada una de ellas, sin ir a datos exquisitos o de difícil comprensión.
INTRODUCCIÓN
A lo largo de toda la existencia del ser humano sobre la tierra han existido muchas crisis, tantas que aparentemente se repiten con frecuencia y da la impresión de que nunca terminarán. Sólo en los últimos 200 años hemos soportado varias crisis, entre las más importantes: económica, alimentaria, salud, ambiental y HUMANA; cada una de ellas nos afectan en mayor o menor medida a cada uno de nosotros.
¿QUÉ Y CUÁLES SON LAS CRISIS?
Las crisis no son otra cosa que cambios que se producen en diversos ámbitos y generalmente se las identifica como malas, destructivas u orientadas a generar problemas. Sin embargo depende de cómo se las miren, hay que intentar rescatar lo positivo de cada una de ellas.
La crisis económica tiene algunos anclajes que sucumben mayoritariamente en malos manejos de políticas, lamentablemente pensadas para beneficiar a emporios y escasos grupos burgueses, sin ser partícipes del desarrollo productivo de los países.
Debemos comprender que todas las crisis van entrelazadas y no pueden ser tratadas de forma aislada, porque la economía afecta a los alimentos, ésta a su vez a la salud y por consecuencia al medio ambiente.
La crisis alimentaria tiene su raíz en el nivel de consumo de los grandes países demográficamente mal distribuidos versus la cantidad real de alimentos que necesitan. Si hacemos una simple distribución aproximada de porcentajes de habitantes por continente, veremos algo simple en la siguiente tabla:
|
CONTINENTE |
Número de Personas (aproximado en millardos) |
Número de Personas (% aproximado) |
|
Norteamérica |
536 |
8% |
|
Sudamérica |
335 |
5% |
|
África |
904.5 |
13.5% |
|
Asia |
4,020 |
60% |
|
Europa |
871 |
13% |
|
Oceanía |
33.5 |
0.5% |
|
TOTAL |
6,700 |
100% |
De la tabla anterior, ¿sabían que Norteamérica, con apenas el 8% de población mundial consume el 25% de recursos alimenticios de todo el planeta? Esa es una cifra abrumadora y es suficiente para comprender algo escalofriante: ¿Qué sucedería sí Asia con el 60% de la población mundial, se propone el nivel de consumo de Norteamérica? Es simple: tendríamos que romper tres planetas como la Tierra para aguantar semejante nivel de consumo.
En estas breves reseñas de crisis económica y alimentaria tenemos un factor común: el ser HUMANO.
La crisis de salud deriva de las dos anteriores, si tenemos mala distribución de la economía y malos hábitos alimenticios, pues definitivamente nuestra salud se verá afectada. En la parte de salud no sólo debemos pensar en la parte física, sino sobre todo en la mental y emocional.
Poco a poco en los últimos 20 años nos está preocupando el medio ambiente, la crisis ambiental es la mejor de todas las crisis. Digo la mejor porque está logrando muy débilmente que los seres humanos nos unamos en un eje común: La conservación de la vida en la tierra, sin ver razas, creencias y nivel socioeconómico; al final del día lo que interesa es el rescate de la naturaleza para conservar la vida en todas sus formas, una de ellas y la principal es el ser humano.
Debemos poner en práctica todos nuestros conocimientos de ecología para evitar que nuestro planeta sufra daños que ya están siendo irreversibles.
¿CÓMO NOS AFECTAN LAS CRISIS?
Las crisis nos afectan queramos o no, es inevitable. Nuestro nivel de conocimientos es una ayuda considerablemente positiva pero no es suficiente. A pesar de que afectan a nuestro entorno, debemos tomarlas como un ambiente de aprendizaje y mejoramiento continuo. Las crisis son necesarias, porque nos hacen ver lo equivocados que estamos o nos regresan a un punto de humildad en donde debemos redefinir las decisiones para corregir los errores y transformar lo negativo en positivo.
Pero también existen crisis positivas y entonces estas nos llevan a un equilibrio ideal de nuestra vida en la tierra.
¿CÓMO ENFRENTARLAS?
Enfrentar una crisis cualquiera que sea depende de nuestra solidez humana, es decir, de nuestro nivel de consciencia frente a las acciones que emprendemos día a día. Se debe asimilar que cada una de nuestras acciones es producto de una causa y como consecuencia tendrá un efecto. Pondré tres ejemplos simples:
a) Si en un país como causa de un bajo rendimiento escolar (en todos los niveles desde el inicial hasta el superior) se invierte en el perfeccionamiento docente se tendrá como consecuencia una mejora en el sistema educativo y este a su vez a largo plazo redundará en seres humanos con otra visión macroscópica que colabore al desarrollo productivo y ambiental. Por el contrario a pesar del bajo rendimiento escolar, no se toman acciones para corregir integralmente esta crisis, a largo plazo tendremos un país sumido en el deterioro humano, con personas que no colaborarán con su entorno y menos con el medio ambiente.
b) Si en un país como causa del deterioro de las relaciones internacionales, se toman acciones que colaboren a rescatar la confianza externa que permita la inversión en diversas áreas, se tendrá mejores oportunidades de crecimiento. Pero si se insiste en una mala política externa, frenando la inversión, se tendrá un país aislado que va en contra de la integración global.
c) Si comprendemos el alcance de las leyes y se las cumple en todos sus aspectos pensando en el bienestar común, tendremos una sociedad justa y más equitativa. Pero si nos empeñamos en incumplir las leyes pensando en el propio bienestar, la sociedad seguirá sumida en el deterioro, apadrinando a personas que no desean el desarrollo sostenido.
Estos tres ejemplos tienen sus virtudes y defectos, lo importante es lograr el equilibrio de las acciones para corregir las crisis. Si esto se lo aplica en menor escala a cada una de nuestras familias y en cada uno de nosotros, podremos mejorar como seres humanos y eso lo que verdaderamente debe importarnos.
¿POR QUÉ ES UNA CRISIS HUMANA?
Cuando mencioné las diferentes crisis, coloqué una en mayúsculas y subrayada: HUMANA. En realidad para mi modo de precisar los acontecimientos, todas las crisis tienen una raíz, que es la parte humana. Estamos viviendo en el apogeo de la tecnología, de las redes sociales en internet, de la dependencia energética y como corolario de esto, nuestro planeta está pagando las consecuencias. Necesitamos volver el rostro humilde a la naturaleza, porque cada segundo de nuestras vidas es casi como mil horas perdidas para la tierra (haciendo analogía de lo acelerado del deterioro ambiental).
Requerimos urgentemente comprender que nuestro planeta depende de nosotros porque los mensajes del calentamiento global siguen siendo muy débiles, si pensamos que en 100 años el nivel del mar subirá 1 metro, eso es un mensaje débil. La urgencia debe decir algo así como: «Si seguimos consumiendo carbono, ya no existirá vida en la tierra».
Es simple de ver, si la especie dominante somos nosotros, es lógico pensar que todo lo bueno o lo malo que suceda en el planeta dependerá mayoritariamente del ser humano.
Finalmente deseo referirme a un tema muy complicado, y lo voy hacer lo más sutil posible. La crisis principal radica en la existencia humana; cuando seamos capaces de aceptar las diferencias entre la diversidad fabulosa de nuestra especie, seremos capaces de convivir pacíficamente sin resentimientos, ni guerras, ni ansias de poder o de control total. Debemos poco a poco volver nuestras vidas hacia un desarrollo cooperativo, centrado en preservar la vida en cada una de sus formas. Esto será posible cuando nuestra mentalidad cambie de rumbo, alejándose de lo efímero material y se oriente a la creación de un entorno de armonía, de paz verdadera y sostenible para cada país.
Sueño con un planeta sin fronteras, en donde se pueda confiar en cualquier persona independiente de sus preceptos y creencias, un mundo en donde todos comprendamos la real dimensión de la palabra VIDA.» – Juan Pompilio Moreno Velasco (PROFESOR FIEC)
Guayaquil, ESPOL, Diciembre 27 de 2009.
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Es fin de año hoy cierras un volumen más del libro de tu vida.
Cuando comenzaste este libro todo era tuyo, te lo puso Dios en las manos; podias hacer con el lo que quisieras: un poema, una pesadilla, una oración. Podías, hoy ya no puedes, ya lo has escrito; ahora es de Dios.
Te lo va a leer todo Dios el mismo día en que mueras, con todos sus detalles, ya no puedes corregirlo ha pasado al dominio de la eternidad.
Piensa un momento en esta última noche del año, toma tu libro y ojéalo despacio, deja pasar sus páginas por tus manos y por tu conciencia. Ten el gusto de verte a ti mismo.
Lee todo, repite aquellas páginas de tu vida en las que pusiste tu mejor estilo. No olvides que uno de tus mejores maestros eres tú mismo.
Lee también aquellas páginas que nunca quisieras haber escrito, no intentes arrancarlas, es inútil. Ten el valor para leerlas, son tuyas.
Lee tu viejo libro en esta última noche del año, hay en el trozos de ti mismo, es un libro misterioso, que en su mayor parte, la más interesante, no puede leerla más que Dios y tu.
Si tienes ganas de besarlo, bésalo, si tienes ganas de llorar, llora fuerte sobre tu libro en esta última noche del año. Pero sobre todo reza sobre tu viejo libro. Acógelo en tus manos, y dile a Dios solo dos palabras: Gracias y perdón, después dáselo a Cristo. No importa si hay en él páginas negras, Cristo sabe perdonar. Esta noche te ha de dar Dios un libro completamente nuevo y en blanco. Es todo tuyo. Vas a poder escribir en el todo lo que quieras. Pon el Nombre de Dios en la primera pagina. Después dile que no te deje escribirlo solo, que te tenga de la mano y del corazón.