El herpes labial es un problema que puede afectar a niños de cualquier edad. Hay herpes de diferentes tipos, algunos de ellos incluso pueden adquirirlos por contagio de la madre en el momento del parto. Pero lo habitual en niños pequeños es que sean los llamados herpes por calenturas.
Muy molestos, aparecen en los labios y más raramente en la garganta cuando el niño tiene infecciones que causan fiebre, como los catarros. Si los niños van a guardería es fácil que acaben cursando varias de estas infecciones y, siendo propensos a los herpes, se pueden encontrar con que estos aparecen con bastante frecuencia.
Los médicos no suelen dar tratamientos para el herpes en caso de niños, ya que se trata de pomadas con corticoides que pueden ser más perjudiciales que beneficiosas, especialmente cuando se trata de problemas frecuentes.
En estos casos lo mejor es recurrir a medicamentos de tipo natural. Para el catarro, que suele venir con tos, GrinTuss Jarabe para la Tos NIÑOS de Aboca 210g es una gran solución, ya que le aliviará rápidamente y, al ser natural, no se estará intoxicando su cuerpecito con medicamentos.
En el caso del herpes también existen algunos remedios caseros para hacer que el niño se sienta un poco mejor. Los remedios se pueden dividir en varios tipos:
Remedios caseros para la Herpes
Hidratantes
Los aceites de coco o los bálsamos naturales son muy buenos para mantener los labios hidratados. Debido al resfriado y al herpes los labios pueden agrietarse, lo que hará que todavía sea mucho más doloroso el proceso. Con la hidratación el niño podrá mover los labios con mayor facilidad y le resultará menos doloroso hablar o comer.
Preventivos
Cuando se ve que el herpes va a hacer su aparición, se recomienda poner un poco de hielo en la zona afectada. Esto puede hacer que la inflamación baje y que remita el herpes, aunque no siempre funciona bien porque generalmente no nos damos cuenta de que va a salir hasta que ya rompe.
Curativos
Aunque el herpes tiene un proceso que debe de seguir antes de desaparecer, hay algunos pequeños remedios que pueden ayudar a que este proceso sea mucho más corto. El aceite de árbol de té puede ayudar, pero es importante utilizarlo correctamente diluido y que el niño no lo trague. Para facilitar las cosas, en la herboristería se puede pedir alguna crema natural con el árbol de té para poder aplicar a los labios de manera segura.
