A fines del siglo XV, yo gobernaba todos los bosques, lagos, montañas y reinos, formaba mis imperios. Soy guapo, fuerte, elegante y con un gran caracter de mando; estaba analizándolo todo, quiero ganar esta guerra, tropas enemigas quieren vencerme.

Sentado en el monte más elevado de mis reinos logre ver toda los caballos, equipos de guerra, y la gran multitud de rebeldes con cara de rencor y furia hacia toda la injusticia por la que estaban pasando; en ese momento comprendí en el lío en que me había metido. Los vi gritar y correr hacia mis guerreros con armas más avanzadas y probablemente más entrenados. Mi ejército estaba perdiendo, aún con la gran ventaja que tenían ellos, no podían vencer esa cara de rencor y furia hacia la injusticia. En verdad estaba equivocado, lo sabía en mi interior pero no quería perder, no iba a perder; cada quién decide su destino con lo que se le ha dado; y en este caso para mi, se me había dado el poder, ser corrupto e injusto solo se dió por añadidura, pero ya no podía ir hacia atrás; mi orgullo y mi ser tenía que defender lo que sabía mi conciencia que no era justo defender.

Nací sano, mi madre me quería mi padre me quería; mi futuro era brillante.

Ahora recuerdo que perdí esa guerra, no era lógico que la perdiera, pero sabía que iba a perderla, aun recuerdo los ojos de los que me raptaron, peleaban por un ideal más fuerte que el mío. No me mataron me llevaron a un calabozo.

Pude escapar milagrosamente, con la ayuda de otros presos prometiéndoles riquezas y poder si me liberaban, pero no era cierto, yo era alguien más del pueblo ahora. Escape a un reino no muy conocido que llegué a gobernar.

Estoy sucio, soy pobre, mis palabras no causan efecto alguno. Ahora limpio las calles que llegué a gobernar, sudando esta mañana, recuerdo que aún puedo gobernar mis manos, mis pies, mis sentidos no fueron dañados.

Estoy saltando y cantando airadamente, gobernando mi mundo ahora, manteniéndolo limpio, mi mente y mi corazón, mi ser abstracto se siente mejor.

Soy el gobernador de imperios, ahora en el siglo XVI.