Resumen
La era digital se ha instalado definitivamente entre nosotros, y como cada revolución tecnológica suscita miedos, alienta esperanzas, crea industrias y genera nuevas palabras. Examinar críticamente las promesas que nos traen las nuevas tecnologías, sin desaprovechar su potencial parece un modo prudente de adentrarse en la sociedad de la información. Para que la revolución digital deje de ser, para amplios sectores una promesa, es necesario no sólo poder acceder, sino también conocer críticamente y aplicar creativamente las nuevas tecnologías. Las nuevas tecnologías al contrario de lo que sostienen los discursos apocalípticos, pueden contribuir de modo decisivo a la cooperación internacional, a la paz, a la defensa de nuestra lengua y a extender el acceso a los bienes culturales, pero en la medida en que las condiciones de su diseño y utilización no se dejen libradas sólo a la propia inercia del proceso de innovación tecnológica. Hay que apropiarse de la tecnología con prudencia y con sobriedad, superando las actitudes propias de la tecno fobia recalcitrante y del fetichismo tecnológico. Para ello no basta la distribución masiva de ordenadores en las aulas, se requiere además hacer con urgencia una amplia pedagogía social del uso y de la producción de nuevos medios. Una de las manifestaciones más evidentes de la cultura digital es la transformación del lenguaje cotidiano. Ya se han instalado en nuestras prácticas discursivas decenas de términos que revelan hasta qué punto se ha metido la cultura digital en nuestra vida diaria: Internet, correo electrónico, páginas web, módem, formatos de archivo, velocidad de conexión, servidor, webcam, interfaz, escáner, compresión, listas de distribución, proveedores de acceso, operadores booleanos, puerto de impresora, foros de discusión, chats, cibercomunidades, medios virtuales, hipertextos, portales, etc. El desafío profesional al que nos enfrentamos en el terreno de la comunicación, no consiste simplemente en «adaptarse al cambio», como si de una moda se tratase, y tampoco se limita a prepararnos para utilizar con naturalidad un nuevo lenguaje. Lo que se plantea como exigencia es mucho más radical y pasa por comprender y controlar las nuevas características de los medios y de la comunicación pública. De lo que se trata es de ser protagonistas, no meros espectadores o cronistas, de la revolución tecnológica, para poder convertir en realidades las promesas de la era digital. Cada nueva tecnología crea una nueva cultura. Los cambios que nos promete la era digital no se producirán tan rápido como se nos anticipa, pero sus efectos serán mucho mayores de lo que se pronostica. La comunicación pública y sus paradigmas de sustento han de ser recompensados a la luz de los medios que nos trae la era digital, hay que aventurarse a hacer la comunicación que queremos, sin complejos ni fanatismos, porque hay una nueva oportunidad para los medios, para los comunicadores, y también para los usuarios.
Palabras claves: Revolución Tecnológica, nuevas Tecnologías, miedos, esperanzas.

Abstract
The digital age has definitely settled between us, and as each technological revolution gives rise to fears, hopes encouraged, creating industries and generating new words. Critically examine the promises we bring new technologies, without squandering its potential seems a prudent way of entering in the information society. For the digital revolution ceases to be, a promise for broad sectors, it is necessary not only to access but also learn critically and creatively apply new technologies. New technologies in contrast to the claims of apocalyptic discourse, can make a decisive contribution to international cooperation, peace, defense of our language and expand access to cultural goods, but to the extent that the conditions its design and use are not only fought to stop the inertia of technological innovation. You have to appropriate the technology with prudence and sobriety, overcoming the attitudes of techno phobia recalcitrant and technological fetishism. It is not enough mass distribution of computers in classrooms, is also required to urgently broad social teaching of the use and production of new media. One of the most obvious manifestations of digital culture is the transformation of everyday language. Already has been installed in our discursive practices dozens of terms that reveal the extent to which digital culture has entered our daily lives: Internet, email, web pages, modem, file formats, connection speed, server, webcam, interface , scan, compression, distribution lists, access providers, Boolean operators, printer port, discussion forums, chats, cyber, virtual media, hypertext, portals, etc. The professional challenge that we face in the field of communication, is not simply to «adapt to change,» as if it were a fad, and not merely to prepare to use a new language naturally. At issue as demand is much more radical and go to understand and control the new features of the media and public communication. Of what it is to be actors, not mere spectators and chroniclers of the technological revolution in order to convert into reality the promises of the digital age. Each new technology creates a new culture. The changes he has promised the digital age will not occur as quickly as we anticipated, but its effects will be far greater than what is forecast. Public communication and livelihood paradigms must be rewarded in the light of the media that brings the digital age, we shall venture to make communication we want, without complexes or fanaticism, because there is a new opportunity for the media to communicators, also for users.

Keyboard: Technological Revolution, new technologies, fears, hopes

Introducción.
Tanto la era digital como las redes sociales que son parte d la misma se ha instalado definitivamente entre nosotros, y como es lógico cada revolución tecnológica genera miedos, alienta esperanzas, crea industrias e inventa nuevas palabras. Para esto debemos analizar detenidamente lo que nos ofrece cada invento que es lanzado al mercado y no solo creer en las promesas que ofrece su proveedor sino examinar críticamente para sacar su máximo potencial.
¿Cómo afecta nuestro diario vivir?

Las nuevas tecnologías al contrario de lo que sostienen los discursos apocalípticos pueden contribuir de modo decisivo a la cooperación internacional, a la paz, a la defensa de nuestra lengua y a extender el acceso a los bienes culturales, pero en la medida en que las condiciones de su diseño y utilización no se dejen libradas sólo a la propia inercia del proceso de innovación tecnológica. Hay que apropiarse de la tecnología con prudencia y con moderación. Para ello no basta llenar de ordenadores las aulas, se necesita además hacer con urgencia una amplia educación social del uso y de la producción de nuevos medios.
Una de las manifestaciones más evidentes de la cultura digital es la transformación del lenguaje cotidiano. Ya se han instalado en nuestras prácticas discursivas decenas de términos que revelan hasta qué punto se ha metido la cultura digital en nuestra vida diaria: Internet, correo electrónico, páginas web, módem, formatos de archivo, velocidad de conexión, servidor, webcam, interfaz, escáner, compresión, listas de distribución, proveedores de acceso, operadores booleanos, puerto de impresora, foros de discusión, chats, cibercomunidades, medios virtuales, hipertextos, portales, etc.
Cada nueva tecnología crea una nueva cultura. Los cambios que nos promete la era digital no se producirán tan rápido como se nos anticipa, pero sus efectos serán mucho mayores de lo que se pronostica. La comunicación pública y sus paradigmas de sustento han de ser repensados a la luz de los medios que nos trae la era digital, hay que aventurarse a hacer la comunicación que queremos, sin complejos ni fanatismos, porque hay una nueva oportunidad para los medios, para los comunicadores, y también para los usuarios.
Ventajas y Desventajas.
Existe una gran variedad de ventajas de lo que es estar involucrados con la era digital, pero así mismo hay desventajas d esto. Por esta razón creo que debemos analizar mucho sobre lo que vamos a utilizar, como lo vamos a utilizar y para qué lo vamos a hacer.
Muchas de las personas que utilizamos la tecnología actual no hacemos un estudio de lo que podría causarnos el mal uso de la misma.
Ventajas:
– Ha permitido la extensión de los sentidos del hombre a través de la multimedia interactiva.
– Los medios digitales permiten llevar al hombre a espacios de difícil acceso.
– Favorecen el desarrollo de artefactos.
– La comunicación: el teléfono, la televisión y los ordenadores en una sola tecnología que ha logrado la comunicación instantánea mediante la transmisión de imágenes, datos y voces.
– En el terreno de la salud han favorecido muchos procesos médicos.
– Han permitido acercar al hombre, aunque sea de manera virtual.
– En la educación.
– En la ciencia.
Desventajas:
– Si la era digital se frenara abría un caos económico e informático.
– Lera digital implica poder tecnológico y eso, a la vez, una dominación cultural.
– Muchos artefactos son usados por mero entretenimiento, otros con fines políticos y unos más con fines económicos para favorecer ciertos sectores.
– El uso excesivo de ciertas tecnologías ha favorecido la desintegración familiar.
– Cambios psicológicos que ha experimentado la sociedad de una manera drástica.
– Los monopolios digitales.
– El mal uso del internet y artefactos electrónicos.
– En cuanto a la educación, habrá un cambio estructural. El profesor será un facilitador de experiencias y el aula no existirá.
Casos reales:
Generalmente y el más conocido por la mayoría es el aislamiento intrafamiliar que existe gracias a la era digital, ya que no existe la comunicación debida dentro del entorno familiar. Es por esto que debemos saber cómo usar la tecnología actual.
Debemos destacar que una gran aplicabilidad que a tenido la introducción a esta era es el avance científico que se ha logrado y se seguirá logrando gracias a los mecanismos que podemos utilizar para descubrir cosas nuevas y muy útiles para nuestro bienestar.

Caso Real.

El secreto de la «cuerda india»
Un investigador escocés desvela uno de los mayores fraudes de la historia.
Peter Lamont, antiguo presidente del Círculo mágico de Edimburgo y actualmente investigador en la prestigiosa universidad de esta ciudad escocesa, reveló el contenido de sus indagaciones en un festival científico recientemente cebrado en la sede universitaria. La sorprendente conclusión a la que a llegado este estudioso tras contrastar cuidadosamente todas las informaciones disponibles es que el truco jamás ha sido realizado, es un impresionante bulo originado en un periódico norteamericano que hace 111 pretendía darle un impulso a sus ventas introduciendo entre las noticias historias inventadas. El actualmente prestigioso Chicago Tribune no siempre ha sido tan escrupuloso con la veracidad de sus informaciones y fue el primero en publicar un reportaje de su «corresponsal en la India» sobre un muchacho que subía por una cuerda que se sostenía en el aire y desaparecía al alcanzar el extremo superior de esta.

Para añadir dramatismo, el periódico añadía que un hombre armado con un grueso sable perseguía al muchacho desapareciendo igualmente al extremo de la cuerda inmediatamente antes de que los miembros descuartizados del chico comenzaran a caer del cielo, aterrizando en una cesta de mimbre dispuesta a los pies de la cuerda. Posteriormente, el hombre reaparecía para vaciar la cesta ante los espantados espectadores, que comprobaban con alivio que el muchacho se encontraba entero y en perfecto estado de salud. A partir de ese momento se esparcieron versiones de esta historia a lo largo y ancho del planeta, convirtiéndose virtualmente en una de las primeras leyendas urbanas conocidas, todo ello a pesar de cuatro meses después de la noticia el Chicago Tribune publicó una corta nota en la que reconocía que todo había sido un mero truco publicitario.

Lamont descubrió la verdad tras una penosa investigación en la cual tuvo que seguir decenas de pistas falsas y extravagantes teorías que afirmaban haber dado con la solución del truco, entre ellas la de un experto que afirmaba que el truco se realizaba utilizando a una pareja de hermanos gemelos, uno de los cuales era descuartizado: «El mayor misterio de Oriente es una leyenda fabricada en occidente», sentenció este investigador de 37 años de edad, que en la actualidad prepara un libro sobre la apasionante historia de la cuerda. Lo curioso es que el bulo prendió con especial fuerza en el subcontinente hindú. Un virrey de la India ofreció una recompensa de 10.000 libras a quien ejecutara el truco ante el Príncipe de Gales, a quien quería impresionar durante una visita oficial que este realizaba a las colonias.

Se cree que el bulo pudo estar inspirado en los trucos de los malabaristas callejeros hindúes, que se balancean con gran habilidad en el extremo de altísimas pértigas.

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