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No hay duda, que el peso y la forma física, son elementos de vital importancia en la vida de cualquier persona. Sin embargo, en ocasiones factores genéticos, ritmos de vida algo ajetreados o en definitiva una mala alimentación, consiguen que no dispongamos de un peso correcto. Como consecuencia, es bastante común que busquemos cómo bajar de peso de manera rápida.

Para conseguir tal fin, hay muchos factores a tener en cuenta, que pueden variar desde la edad, cantidad de peso a perder, actividad diaria y por supuesto los hábitos alimenticios. Pues si hay algún elemento del que no se puede prescindir para adelgazar, ese es qué, cuándo y cuánto comemos.

Empieza con tus provisiones

Independientemente de la dieta que estemos siguiendo, es muy importante no comprar productos poco saludables. Entre ellos, bollería, productos procesados, gran cantidad de congelados, dulces de cualquier tipo, salsas y demás complementos que contienen muchos ingredientes y que ninguno es sano.

Así, aunque tengas momentos en los que necesites comer algo rápido siempre podrás sustituirlos por frutos secos, fruta o cualquier snack saludable.

Ordena tus comidas

El orden y la planificación de las comidas, puede ayudar bastante a mantenernos saciados y por lo tanto no sufrir esas necesidades picar entre horas. Esto, permite llevar un cálculo más aproximado de las cantidades que ingerimos y contribuirá a no excedernos en kilocalorías que no son necesarias.

Para ayudarte, es muy aconsejable que prestemos atención a las primeras comidas del día, pues alimentos como los huevos, o algunos cereales, permiten mantenernos saciados durante más tiempo.

Introduce ejercicio físico de manera gradual

Si conseguimos mantener a raya la cantidad y calidad de las calorías que consumimos al día, para perder peso solo debemos crear un déficit calórico que permita ir eliminando esa grasa tan molesta. Así que para ello, lo mejor es que desde un principio pienses en que será necesario realizar algún tipo de actividad física.

No hay excusas para moverse

Llegados al punto del ejercicio físico, es fácil que vengan a la cabeza la típica imagen del gimnasio, en bicicleta o corriendo por el parque. Si esto es posible, es una gran opción, pero para perder peso no es necesario ser deportista.

Para ello, hay que introducir paseos o caminatas, cada vez un poco más largas. Si estas son a primera hora de la mañana, se pueden realizar en ayunas durante unos 40 minutos. Además, introducir cambios como evitar los ascensores o volver a casa andando nos ayudarán a sentirnos mucho más ágiles.

Cuida la alimentación los siete días de la semana

Otro de los errores más comunes en cuanto a la reducción de peso, es que aun planteando dietas muy estrictas, se establecen días, o al menos uno en el se puede comer de todo. Esto es un grave error, pues en ocasiones en esa jornada se pueden consumir más calorías que en toda una semana.

Así, que si el fin de semana quieres darte un capricho, debes aumentar unos minutos tu actividad física o privarte de ciertas cantidades.