El Bayern Múnich dio el golpe hoy en Milán al vencer al Inter por 1-0 con un gol agónico que lo acerca a los cuartos de final de la Liga de Campeones de Europa.

Cuando el partido de ida de octavos se cerraba sin goles en el Giuseppe Meazza, apareció Mario Gomez para aprovechar un mal despeje del arquero Julio César tras un zurdazo desde fuera del área de Arjen Robben y sentenciar la victoria del conjunto alemán, que llegará al cotejo de vuelta, en casa, con las mejores posibilidades.

En realidad, el Bayern pretende cobrarse revancha del rival que lo venció en la final del máximo torneo a nivel continental en 2010, en la final de Madrid que el Inter ganó por 2-0 con un doblete del argentino Diego Milito.

El gol de la victoria llegó poco después de que la visita pasara varios sofocones en su área. El arquero alemán, Thomas Kraft, fue gran figura: una de sus grandes atajadas ocurrió a cinco minutos del final, cuando sacó un cabezazo de Thiago Motta e inmediatamente vio cómo un remate del camerunés Samuel Eto’o se desvió en un defensor y se fue apenas fuera.

Pero Robben, que había estrellado un remate en el palo cuando promediaba el segundo tiempo, se tuvo fe cuando el partido se iba y su remate, con fuerza pero sin demasiada dirección, fue pobremente despejado por Julio César. Entonces apareció el olfato goleador del hispano-alemán Gomez para tocar al gol y hacer delirar a los hinchas alemanes presentes en el mismo estadio donde el Bayern levantó el trofeo de la Champions en 2001.

En tanto, el Manchester United hizo negocio en Marsella, ya que tras el 0-0 de hoy al equipo de Alex Ferguson le bastará ganar por la mínima diferencia en Old Trafford en la revancha del 15 de marzo para asegurarse un cupo entre los ocho mejores equipos a nivel continental.

En el Stade Velodrome, ni uno ni otro tuvieron demasiadas ocasiones de gol, en parte por la solidez de las defensas.

El Marsella tuvo más el balón pero le faltó presencia en el área rival, con su delantero Andre-Pierre Gignac fuera por lesión y su armador Mathieu Valbuena sentado en el banco tras una ausencia de un mes por problemas en la rodilla.

«Fue un partido algo decepcionante para mí, pero ellos jugaron de tal manera que pudieran asegurar el cero en su arco», se quejó el veterano escocés Ferguson, antes de reconocer: «Tuvimos nuestras chances, pero no fue suciente. Pero si ganamos (partido de vuelta) avanzaremos, creo que tenemos posibilidades».