En muy corto tiempo hemos visto que las televisoras locales, ofrecieron programaciones artísticas (En Salinas y General Villamil – Playas) que convocaron a muchos turistas y a pobladores de nuestras playas en el atractivo que tienen dichas programaciones, lo cual no deja de ser un “entretenimiento en vivo” por los diferentes artistas reconocidos que presentan.
En la forma publicitada, tiene una gran convocatoria y sirve de alternativa para el turista asista motivado en estas fechas a las playas, pero hay que tomar también en consideración la gran movilidad de autoridades que compromete en la seguridad, en el aseo, en los recursos y posiblemente también la presencia de vendedores establecidos e ilegales que se aprovechan para vender sus diversos productos.
En el conocimiento que nuestros cantones no disponen de recursos económicos para sus desarrollos turísticos, la interrogante que nos dejan estos eventos, es si los ingresos municipales que se deben cobrar por diversos impuestos de usos y permisos diversos generan un capital interesante que permitan los cuidados que se generan en los espacios requeridos y tomando también consideración que no son espectáculos sin auspicios y que ésta propaganda hace rentable estas audiciones para la televisora.
Nuestro interés tiene un lado positivo para las administraciones municipales, que en el caso de nuestros balnearios son muy estacionales sus ingresos y además bajos, pero que los eventos pudiesen permitirle a sus administraciones turísticas, propios recursos para el manejo constante de promociones, asistencia a ferias o exposiciones de estos sitios y mantenimientos que actualmente han entrado en abandonos de inversión. La otra, sería el solventar los gastos administrativos locales que se causan.
Trataremos de seguir auscultando lo positivo de estas programaciones, ya que en sus transmisiones televisivas no se promocionan los sitios turísticos y sus bellezas, ni aparecen los organismos municipales haciéndolo o los Provinciales y del Estado co-participando, como algo que trataremos también más adelante, sobre las contaminaciones visuales que experimentan nuestros balnearios, en sus playas, sus poblaciones y en particular sus carreteras.