Cualquier persona puede padecer de varices; y algunas veces estas venas causan dolor, picazón e hinchazón, o quizás sean simplemente una molestia estética. Con frecuencia las varices se localizan en las piernas, aunque también aparecen en los pies y los tobillos; incluso las hemorroides son consideradas varices. Y tú, ¿has sentido estos síntomas alguna vez? ¿te gustaría conocer qué son y cómo curar las varices? Sigue leyendo, que hoy profundizaremos en este interesante tema.
Muchas veces las varices afectan la vida diaria de quienes las padecen. Síntomas como comezón y ardor alrededor de alguna o varias venas, también pesadez, cansancio, calambres y dolor en las piernas, indican la presencia de varices. Con frecuencia estos síntomas se intensifican si quien los padece se expone a largos periodos de tiempo sentado o de pie. La condición varicosa se genera en las zonas más alejadas del corazón, y en ella pueden influir algunos hábitos diarios perjudiciales.
¿Qué son las varices?
Las varices son venas que sufren anomalías en sus válvulas y paredes; son venas que se hinchan debido a una insuficiencia arterial pronunciada y al depósito anormal de la sangre en uno de sus tramos. Al estar de pie o sentado por mucho tiempo, las venas se dilatan y ensanchan. Las varices también pueden aparecer debido a la herencia familiar o al envejecimiento; aunque con frecuencia están presentes malos hábitos como la falta de actividad física, el exceso de peso o la obesidad.
La aparición de las venas varicosas es frecuente; y casi siempre debido a desarreglos hormonales, aqueja más a damas que a caballeros. Ahora bien, la mayoría de las veces las varices no causan mayores complicaciones. Pero en otras ocasiones, los problemas de circulación dan como resultado un defectuoso flujo sanguíneo y la afectación de las venas. Algo positivo es que los síntomas que producen las varices suelen mejorar mucho con la actividad física y al elevar las piernas diariamente.
Cómo curar las varices
Al presente se manejan métodos preventivos y atenuantes para combatir las varices, tratar la sensación de incomodidad, el malestar o ardor; así como estimular una mayor circulación en las áreas afectadas. Algunos procedimientos empleados son el uso de medias de compresión que previenen la aparición de venas varicosas y el uso de la hidroterapia. Y se recomienda disminuir el consumo de sal para evitar la retención de líquidos y obviar el uso de tacones por muchas horas.
Así mismo, existen algunos hábitos diarios y alimentos naturales que previenen y alivian los síntomas de las varices; sobre todo en sus comienzos. Entre ellos, utilizar ropa holgada para evitar afectar el flujo de la circulación sanguínea. Ya que el uso de indumentarias o calzados muy ajustados y que ejercen presión constante sobre el cuerpo, propiciarán la aparición de varices. Por otra parte, incluir el consumo frecuente de frutos rojos contribuye a un equilibrio de la presión sanguínea.
Sin embargo, cuando la condición varicosa es muy pronunciada, se hace necesario acudir a un especialista; el cual indicará el tratamiento adecuado para aliviar el padecimiento. Actualmente, entre las técnicas médicas más usadas para el tratamiento de la condición varicosa se encuentra la crioesclerosis. Esta radica en la utilización del frío y de la tecnología láser para clausurar la vena con una sustancia química, denominada esclerosante.
Con la aplicación de este tipo de tratamiento se logra descartar ese trayecto venoso de la circulación sanguínea y se consigue un gran alivio de los síntomas que causan las varices. La crioesclerosis es una práctica muy efectiva, que no ocasiona ningún tipo de daño a la dermis. Sin embargo, para obtener el éxito con la aplicación de este método clínico, habitualmente se requiere de varias sesiones para garantizar su efectividad.