Esta fiesta tiene sus inicios en el año de 1948, con la leyenda de un hombre que siendo el anfitrión de una gran fiesta, no asumió las responsabilidades que le respondían como organizador, engañando y dando mal servicio a los invitados, lo que trajo como consecuencia que en la noche se le aparezca un demonio con apariencia de mujer negra con un niño en brazos, la misma que lo felicito por su mal comportamiento. A raíz de esto, los anfitriones que le sucedieron, por temor, optaron a realizar grandes fiestas adhiriendo como personaje principal un hombre vestido de mujer negra con un muñeco en brazos y montado en caballo, y desde este acontecimiento nace esta popular tradición.
En la actualidad estas fiestas propias de la ciudad de Latacunga, representan la unión de las culturas indígenas españolas y africanas y su celebración tiene lugar en los meses de septiembre donde se hace homenaje a la virgen de la Merced por haber calmado la furia del volcán Cotopaxi en 1742; y en noviembre por agasajar la independencia de esta colorida ciudad.
Entre los principales personajes de la celebración se encuentran: la Mama Negra, quien es el personaje principal; los Huacos ó brujos, que son los que integran a las personas del público al desfile para hacer supuestas limpias; los Ashangas que son considerados los esposos de la Mama Negra y llevan canastas de comida típica en la cabeza; los Camisonas son los que se encargan de despejar el camino llevando en la mano un látigo de cuero, además se visten con coloridos y raros trajes para llamar la atención. Estos, como otros personajes secundarios, dan vida a la comparsa y hacen que el público se sienta más integrado con estas festividades.
Disfrutar de este alegre y pintoresco atractivo cultural, no tiene costo alguno, y se puede acceder a él fácilmente a sólo una hora y media de recorrido en bus, partiendo desde la capital Ecuatoriana.
Marcella Velez