Un golazo descomunal de Puyol lleva con justicia a España a la final del Mundial. Alemania fue un juguete en manos de ‘La Roja’. El domingo, ante Holanda, último peldaño para lograr histórico sueño de levantar la Copa del Mundo.

España está en la final del Mundial tras pasar por encima de Alemania, igual que hiciera dos años antes en la Eurocopa. Lo único que cambió fue el héroe. De la carrera de Torres al titánico cabezazo de Puyol. Holanda nos espera, y lo hace con el mismo miedo que tuvieron anoche los germanos.

Del Bosque se movió tarde en el partido, pero muy pronto en la previa. Torres, cuestionado, dejó su sitio a Pedro, y el del Barcelona fue el único en aportar frescura al escandaloso dominio territorial y de posesión de ‘La Roja’, que se pareció más que nunca al Barcelona. Tres puntas completamente móviles (Villa, Iniesta y el propio Pedro), que no paraban de intercambiarse los puestos en ataque. El canario lo hizo todo bien, menos sentenciar en el 80, cuando se mareó incluso a sí mismo en lugar de finalizar con el sufrimiento.

Alemania, que optó por Trochovski para suplir a Muller, eligió también el camino más fácil. Renunció al toque, a las salidas rápidas y numerosas y se convirtió en Suiza, en Chile, en Honduras, en Portugal y en Paraguay. Es decir, en una medianía acomplejada ante el juego de toque de los centrocampistas españoles. Se esperaba un choque de trenes, y lo único que se vio fue un equipo aportando fútbol y otro esperando una oportunidad, un milagro. Sólo a balón parado encontraron el área de Casillas, y tanto el portero como los centrales se crecieron ante las alturas rivales.

España tuvo en la lentitud su principal defecto, y en la paciencia la mejor de sus virtudes. Al cuarto de hora de la segunda mitad tuvo la más clara. Iniesta, al que siempre le sobró un pase y le faltó tirar, eligió en esta ocasión el lanzamiento, con dos compañeros esperando en el segundo palo para empujarla. Antes lo había probado Alonso, el único que se animaba desde la frontal, pero su zurdazo no encontró portería.

Crecieron los miedos y aparecieron los temores. Kroos, que había entrado por Trochovski, aprovechó un desajuste en la defensa para llevar peligro a Iker por única vez. Pobre bagaje para Alemania, y débil disparo que el portero repelió sin problemas.

El partido se encaminaba a su recta final cuando emergió Puyol. Xavi, que hasta entonces había buscado jugadas ensayadas desde la esquina, eligió esta vez colgarla al área. Ahi, con dos… zancadas, Puyol saltó por encima de la historia para llevar a todo un país a la final del Mundial. Alemania tiró de épica y de balonazos, pero era ‘La Roja’ la que pudo sentenciar. Era España la que rompía la historia. En la final espera Holanda, escondida, agazapada tras Robben y Sneijder. Habrá un nuevo campeón del mundo. El sueño se acerca, el sueño sigue. Falta un paso.

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