En esta ocasión y contando con la autorización de su autora Carla Ricaurte, para reproducirlo, copiamos a ustedes este su post o entrada de su Blog, por considerarlo muy importante para lograr una reflexión ya necesaria, de lo que viene ocurriendo actualmente en el país en nuestra actividad y al considerar que la Academia y los integrantes del turismo en todo el Ecuador, no se encuentran con una participación crítica y activa.
Carlita, como la conocemos, es una profesional politécnica del turismo y ahora se encuentra en estudios avanzados para lograr su Doctorado en la Universidad de Brighton, del Reino Unido. Lo que hemos tomado de su blog, se encuentra en el enlace siguiente y que invitamos también a seguir leyéndola: www.blog.espol.edu.ec/cricaurt
Agradecemos a Carlita Ricaurte por la oportunidad que nos brinda.
Hemos oído que el turismo es el futuro del Ecuador muchísimas veces y su significado en el discurso oficial siempre encierra optimismo: creemos en esto y lo vamos a apoyar. Quienes oímos la frase percibimos que tenemos mucho por hacer y que hay que poner manos a la obra. Empecemos a trabajar ahora para que algún día nos llegue el turismo, esa lluvia maravillosa que nos moja a todos. Quizá ya es hora de cambiar de discurso. El turismo no va a llegar por arte de magia a fuerza de repetir que es nuestro futuro. No basta bailar la danza para que llegue la lluvia.
Como mencioné arriba, decir que el turismo es el futuro es una metáfora poderosa. Desde mi particular punto de vista ya no es una metáfora aplicable al Ecuador. Si por un lado refleja la predisposición y la buena voluntad de los gobernantes, por otro lado crea una perspectiva conjunta de que el sistema turístico en el Ecuador está en pañales y es inmaduro. En otras palabras, la frase envía un mensaje fuerte y claro de que podemos experimentar y desde ese punto de vista está bien tomar medidas poco deliberadas porque que estamos aprendiendo y está bien equivocarnos. Pero la realidad es otra.
Pensar que el turismo es el futuro es ignorar el presente y si bien es cierto no recibimos tantos turistas como otros países, nos están llegando alrededor de un millón de visitantes al año. Los ingresos por turismo llevan 10 años balanceándose entre el 3º y 7º lugar en el Producto Interno Bruto de nuestro país, 15.700 establecimientos turísticos estaban registrados a nivel nacional al cierre del año 2008, empleando a 85.000 trabajadores (sin contar el auto empleo y el empleo informal), mientras más de 30 universidades ofrecen84 diferentes titulaciones en turismo a nivel de pregrado a nivel nacional. Tomemos uno de los indicadores: si en cada una de las carreras ofertadas se gradúan 25 estudiantes al año, cada año tenemos más de 2mil nuevos profesionales buscando y creando empleo en turismo en el país. No en 20 años, no en 5 años: ahora. Las decisiones que se toman y se dejan de tomar con respecto al desarrollo de la actividad ya no afectan un futuro intangible, sino a gente que ya ha invertido tiempo, dinero y esfuerzo.
No, el turismo no es el futuro del país. El turismo es el presente del país y mientras más rápido nos demos cuenta de esto, mejor.
Fuentes:
Ministerio de Turismo del Ecuador
El Universo