Desde que, el 4 de septiembre de 1957, el Sputnik se convirtió en el primer satélite artificial lanzado desde la Tierra, la humanidad no ha dejado de abandonar residuos en la atmósfera terrestre. Salvo que se encuentre en órbitas muy bajas, desde donde cae y se desintegra a su paso por la atmósfera, pueden permanecer allí cientos, miles y hasta millones de años. El firmamento, mientras tanto, está plagado de tuercas, tornillos, restos de pintura, herramientas, fragmentos de cohetes y naves fuera de uso. Esto se ha denominado “basura espacial”.
Se ha podido constatar que existen aproximadamente unos 11.500 objetos y que actualmente viajan alrededor de nuestro planeta y que la Agencia Espacial Europea ha logrado ahora identificar y también clarificar, que por donde la civilización humana pasa, se deja un rastro de basura. Estos desperdicios generan un constante peligro de colisiones futuras, particular que hace que la industria espacial ahora esté considerando una manera de cómo barrerlos, en preservación y por el bien de todo el planeta. El turismo espacial que se encuentra en proyecto y desarrollo, mantiene mucha preocupación, lo que debe evitarse ahora que cualquier desorden terrestre no agrave el caos que ya existe en el cielo.
En Ecuador, el Dr. Freddy Villao Q. excelente profesional politécnico y Director de la Revista FOCUS, mantiene presentada una interesante tesis de defensa para nuestro país, de la órbita geoestacionaria espacial y que actualmente es utilizada por las grandes potencias sin beneficio o utilización alguna por parte nuestra. Sobre este tema nos mantendremos pendientes, es bastante ya la mala utilizacion y ahora hay que asumir los resultados.