Si te acaban de diagnosticar como celíaco seguramente te venga bien algunos consejos para la intolerancia al gluten que te ayuden a orientarte en un principio, ya que lo normal es comenzar con muchas dudas y sin saber cómo actuar en momentos determinados como cuando toca comer fuera.
1) Cuidado con ciertos alimentos sin gluten. Son una ayuda pero no pueden ser la base de tu alimentación. Las magdalenas sin gluten tienen grasas igual que las que tienen gluten así que no creas que por ser apto para ti quiere decir que lo puedas comer sin preocuparte de tu peso o de lo poco sanos que puedan ser algunos de sus ingredientes.
2) Descarga alguna aplicación de confianza para ayudarte en las compras. A veces es complicado ir con una lista de todas las marcas que se pueden o no comprar, pero hoy hay aplicaciones muy buenas para que no tengas que leer todas las etiquetas o acordarte de todos los “es” que puedan tener gluten.
Ante la duda solo tienes que escanear el código de barras o teclear el nombre del producto y el programa te dirá si es apto para ti o no lo es.
3) Si vas a comer fuera, asegúrate de que entienden qué es la intolerancia al gluten y que tendrán cuidado con tus platos. Te podrías quedar con la boca abierta al ver la cantidad de establecimientos en los que en la cocina no hay profesionales a los mandos, sino personal sin mucha cualificación.
Si te identificas como celíaco y pides un plato sin gluten puedes acabar siendo confundido con un intolerante a la lactosa y hasta con un vegano. O quizás sí entiendan qué es lo que no puedes tomar pero ni hayan escuchado hablar de la contaminación cruzada.
4) Procura tomar alimentos naturales en lugar de elaborados. Es la manera más sencilla y más sana de alimentarse sabiendo siempre qué es lo que se está tomando. Si se come de forma natural y se evitan todos los elaborados dentro de lo posible no habrá error.
5) Lee los ingredientes incluso de los medicamentos. Es algo que no se suele tener en cuenta, pero muchos medicamentos tienen excipientes los cuales, en algunos casos, pueden contener almidones o harinas con gluten.
Cuando una persona tiene una intolerancia muy severa o toma esa medicación con regularidad, puede tener síntomas y no darse cuenta de que es eso lo que le hace daño hasta ya estar mal.