«donde el Parque de los recuerdos y El Altar de Dios se juntan»
El primer cementerio en la ciudad de Tulcán, se ubicaba en el costado sur de la actual plaza de la Independencia, exactamente donde hoy se levantan los edificios del Banco del Pichincha y del Gobierno Provincial.
El parque de esculturas verdes está ubicado dentro del cementerio de la ciudad de Tulcán en las Av. Del Cementerio y calle Cotopaxi al noroccidente de la ciudad.
Después del terremoto ocurrido en 1923, el Cementerio empezó a funcionar con vistosos mausoleos ubicados a los costados del ingreso; las maravillosas figuras trabajadas en los árboles de ciprés que adornan el campo santo son el fruto de la creatividad de Don José María Azaél Franco, quien por muchos años trabajó como cuidador y jardinero de este cementerio, creando estatuas, figuras, jardines, senderos y laberintos naturales en los que el visitante medita sobre la vida y la muerte.
La característica que hace único a este cementerio son sus figuras agustinas, precolombinas, fauna ecuatoriana, arcos de medio punto, pilones y mascarones gigantes.
Sus figuras tienen variadas formas representativas de la flora y fauna del Ecuador y de las culturas romanas, griega, inca, azteca y egipcia, divididas en dos zonas: la primera ubicada en la parte frontal del cementerio, conocida como “Parque de los Recuerdos” y la segunda ubicada en la parte posterior, bautizada con el nombre de “Altar de Dios”.
Este tipo de arte otorgó al Cementerio José María Azaél Franco, el 28 de Mayo 1984 el reconocimiento de: Patrimonio Cultural del Estado, y sitio Natural de interés turístico.
La llamada Escultura en Verde, silenciosas acompañantes de quienes duermen el sueño eterno en el Cementerio de Tulcán, esperan tu visita.
Tatiana Vargas