Esta peculiar laguna de origen volcánico tiene como patrones a dos dioses: Quilotoa, considerado el rey de los volcanes, y Toachi residente de la laguna, quienes, según la leyenda popular, se enfrentaban entre si repetidas veces, porque no soportaban la belleza que el Cielo reflejaba en el espejo de las aguas de la laguna.
Sus mágicas aguas, normalmente de color esmeralda, se tornan verde azuladas o casi amarillas de acuerdo a la temporada, enamorando a los aventureros que decidieron visitar este destino, y embelleciendo el paisaje de la reserva ecológica Illinizas, donde se encuentra ubicado.
Presenta una singularidad envidiable, pues se ubica en el cráter del volcán Quilotoa, además acoge en sus alrededores a ciertas especies animales como el lobo del páramo, zorros, conejos, venados, cervicabras, y otras especies que se prestan a realzar conjuntamente con la laguna la belleza innata que posee esta majestuosa provincia.
Para muchos seguramente, es el destino destino ideal para vacacionar, ya que el mismo camino hacia esta hermosa laguna es un regalo para los ojos, que invita a espectar las maravillas que posee este lindo país, chico en territorio y grande en diversidad y belleza paisajística.
Llegar por tierra a este particular destino, toma 5 horas y media desde Guayaquil y 3 horas desde Quito, esta aproximadamente a 15 km del poblado de Zumbahua.
Marcella Velez