El valle de Lloa es una pintoresca parroquia al sur occidente de Quito, a sólo 20 minutos del sur de esta ciudad. Para llegar a este pueblito se debe tomar la avenida Mariscal Sucre hacia el sur de la ciudad, luego virar a la derecha en el carretero de Angamarca que se encuentra en excelentes condiciones, hasta llegar a Lloa.
Este pueblo, casi desconocido, se encuentra en la parte de atrás del Rucu Pichincha, en las faldas del volcán Guagua Pichincha; posee lindos paisajes montañosos y una tranquilidad absoluta muy bien combinada con la amabilidad de sus habitantes.
Lloa es considerada la puerta de ingreso al Guaga, desde este lugar se puede ascender al volcán de distintas maneras: por auto, caminando y en bicicleta (los dos últimos son opciones para personas con experiencia en montaña). Este pueblo está equipado con infraestructura hotelera dentro de las haciendas familiares que están a su alrededor.
La ascensión al volcán es una experiencia única; una recomendación es hacerla muy temprano en la mañana y con el cielo despejado, de otro modo no se puede ver el cráter. El recorrido en carro propio hacia el refugio es de aproximadamente 45 minutos a 1 hora, desde éste punto es obligatorio seguir a pie, dura unos 20 minutos llegar a la cima (4600msnm) donde hay un pequeño mirador del cráter y de la ciudad de Quito.
La exigencia física para esta actividad no es muy alta pero sí se deben tomar algunas precauciones; en la cima del volcán se encuentran varias placas en memoria de la gente que ha muerto por los vientos que los empujaron o por ir sin guías y por caminos que no son los indicados.
La visita a Lloa y al volcán es una excelente opción para quitarse de encima el estrés de la vida diaria y de la ciudad, y toda esta paz se la puede encontrar a sólo 20 minutos de la capital del Ecuador.
Silvia Beltrán