Zamora
Rodeada de variada flora y fauna, en la que se destacan tapires, capibaras, guatusas, pumas, aves e insectos, Zamora, capital de la provincia, es una urbe en pleno desarrollo. Se asienta en la confluencia de los ríos Zamora y Bombuscara. Es conocida como la capital minera del país, pues alberga yacimientos de oro de las minas de Nambija, Chinapinza y Guayzimi.
Nangaritza
Usted puede disfrutar de los hermosos paisajes naturales que le ofrece este valle, aquí podrá encontrar lugares como: Sol y Selva, lugar turístico y de recreación con servicio de restaurant y balneario, además de los hermosos paisajes junto al río Zamora. Cabe indicar que quien tenga espíritu aventurero disfrutará como nadie la región ecuatoriana de la cuenca superior del Amazonas.
Yantzaza
Su cabecera es la población de su mismo nombre, situada al norte de la provincia, y está integrado por las parroquias rurales Chicaña y Los Encuentros. Yantzaza es palabra de origen Shuar que significa “Valle de las Luciérnagas”.
Palanda
Cabecera Cantonal, edificada en la margen derecha del río del mismo nombre, es el centro comercial y administrativo. Produce café, cítricos, es una zona ganadera y de producción maderera.
Granja Natentza
Rodeada por el río Nangaritza, este lugar, productor de ganado, ofrece facilidades para practicar pesca. Está a 70 Km. de la capital provincial.
Bombuscaro
Desde la ciudad de Zamora a 4 Km siguiendo la carretera por el margen izquierdo del río Bombuscaro, se llega al sitio denominado El Oso (área de parqueo). A partir de este sitio y luego de una caminata de aproximadamente 18 minutos sumergidos en la belleza del bosque húmedo tropical, se llega al Área de Desarrollo Bombuscaro. El centro administrativo Bombuscaro, ubicado a una altitud de 950 msnm, dispone de una sala de proyección y cabañas rústicas donde es posible acampar.
La Parroquia Chito
Es el escenario de muchas generaciones, está ubicada en la parte alta de una colina a 38 KM de la ciudad de Zumba. Su pueblo es rico en historia y conocimientos esotéricos, muchos de sus habitantes son descendientes directos de los antiguos caciques, de los cuales heredaron una marcada generosidad y atención para el visitante, utilizan el diálogo sincero y pueblerino que lo manejan con singular desparpajo. Con especial celo guardan antiguos libros escritos en pieles de animales que pocos visitantes han tenido la oportunidad de verlos. En la Parroquia Chito el valor cultural y natural se complementa con el rural.
Manchinatza Bajo
Se encuentra a 8 Km al Nororiente de El Pangui, a sus orillas se observa una variada vegetación, potreros y huertos shuar, con plantaciones de yuca, chonta y árboles frutales. También podemos admirar las suaves colinas que delimitan el valle que todavía cuenta con bosques primarios. El recorrido depende de la decisión del visitante, si navega al Sur puede ser de pocos kilómetros o prolongarlo hasta la parroquia Los Encuentros (30 Km) e inclusive adentrarse por el río Nangaritza. Por el contrario si va al Norte llegará al Remolino de El Pangui que es un remanse de más de 100 metros de ancho y se encuentra a la entrada de un cañón natural cortado abruptamente. Desde el remolino a través de un sendero de 4 Km, que se puede abreviar, se llegará a la cascada de Ichanni.
El Alto Nangaritza
Es un sector único con gran biodiversidad, donde es posible admirar multi escenarios naturales, comprende el tramo Puerto Pachicutza – Nuevo paraíso, el recorrido se lo realiza en canoa a motor, su tiempo es de 3 horas aproximadamente. A la altura de Miazzi y de Shaimi podemos admirar dos cañones milenarios, abiertos en la roca, con una belleza única y sin igual. El agua del río Nangaritza, que constituye la ruta de acceso, son de color café claro, cuando no hay viento se convierten en un verdadero espejo natural en el que se refleja el paisaje circundante. En sus orillas hay diversos asentamientos humanos donde nativos y colonos conviven armónicamente.
La Ciudad Perdida
Ubicada en el Alto Nangaritza, en una meseta a 1.600 m.s.n.m, entre el río Cristalino y la quebrada de Nayumbe. Por centurias permaneció olvidada, guardando discretamente sus secretos, en espera de ser rescatada de su involuntaria soledad y olvido; hasta que en la década de 1980- 1990 fue encontrada. De la ciudad solo quedan calles empedradas, muros de piedra de 1 m, de ancho y las huellas profundas y salientes de caminos de herradura cubiertas de vegetación. Sin esfuerzo podemos visualizar el glorioso esplendor de un centro urbanístico de primer orden perdido en la memoria colectiva y en la Leyenda. En la zona además existen bosques primarios con abundante madera fina y variada fauna, y gran cantidad de peces en sus ríos de aguas cristalinas, que con un poco de habilidad pueden atraparse con las manos.
Cesar Cornejo.
