En el Archipiélago de Galápagos se han identificado 220 especies de plantas endémicas, 339 nativas y 119 introducidas.
Desde la costa hacia las zonas altas, en Galápagos se han definido cinco zonas de vegetación:
- Costera. Las costas son ambiente salino, y así las plantas que aquí habitan poseen características fisiológicas que les permiten sobrevivir condiciones hipersalinas. Como representantes clásicos tenemos el Mangle Rojo y sus espectaculares raíces aéreas, el Monte Salado y la Gloria de la Mañana.
- Árida. El territorio de los Cactus! Los grandes y famosos cactus Opuntia (las tunas) habitan esta zona como dominadores del terreno, y proveen de alimento a vertebrados como tortugas e iguanas terrestres. Los elegantes cactus Candelabra, pertenecientes al género Jasminocereus, complementan a las lavas más nuevas que albergan al cactus de lava (género Brachycereus. Otro clásico representante de la zona de mayor endemismo en las islas, es el Palo Santo. Plantas deciduas y anuales de esta zona le cambian el paisaje a Galápagos al llegar los cambios climáticos. Quién esperaba ver un desierto tropical!
- Húmeda. Epifitas como orquídeas, musgos, helechos y líquenes habitan esta zona de constante humedad (muy parecido a un bosque nubloso), y así decoran naturalmente a los pocos árboles y arbustos. Entre los representantes principales está el grupo de plantas del género Scalesia (la contraparte floral evolutiva de los Pinzones de Darwin), Uña de Gato, Tournefortias, entre otras. No mucho se dice de la zona alta de Galápagos, y en realidad es aquí en donde encontramos un micro clima muy interesante que con el tiempo ha dado suficiente aislamiento de la zona árida.
- Miconia. Particularmente observada en San Cristóbal y Santa Cruz. Esta zona posee a su mayor representante, la Miconia, la cual requiere altos niveles de humedad para su supervivencia.
- Pampa. En las islas habitadas, esta es tierra muy productiva dedicada a actividades agrícolas. Sorpresivamente, la temperatura no sube mucho, y abundan las hierbas y pastos, dando inclusive oportunidad de crianza de ganado.
6. Las conclusiones científicas concuerdan en que la flora de las Islas Galápagos empezó así:
7. 1. Con esporas y semillas llevadas por los vientos y «retenidas» casualmente por las nuevas islas en el medio del mar.
8. 2. Con semillas adheridas a las patas y/o plumaje de aves migratorias. Otra opción es que internamente, se dio su transporte en el tracto digestivo.
9. 3. Con balsas flotantes de vegetación llevadas por ríos hasta llegar al mar y tomar contacto con las corrientes marinas.
10. Ocurrió antes, ocurre ahora y seguirá ocurriendo. Sin embargo, no todas las semillas se pueden fusionar con el terreno rocoso. En efecto, sólo aquellas plantas con necesidades simples de germinación se podrán adaptar a este inhóspito ambiente, en donde la supervivencia es la regla de cada día.
Amelia Monge