May
04
2021

TURBOS DE COCHES

Lo bueno y lo malo del turbo

El turbocompresor es uno de los mayores inventos de la historia del automóvil. No sólo permite la construcción de motores más potentes y eficientes, sino que se incluye en el 90% de los motores que se producen hoy en día.

Ventajas y desventajas

Las ventajas de un turbocompresor son la mejora del rendimiento y también la reducción del consumo de combustible.

Pero, ¿cuáles son las desventajas?

Hace unos años, uno de sus mayores inconvenientes era el retraso en la respuesta, es decir, que desde que se pisa el acelerador hasta que se percibe que el motor empieza a recibir la ayuda del turbo, pasan unos segundos que a veces parecen interminables. Hoy en día, gracias a la geometría variable de la turbina y al control electrónico de la presión del turbo, esto es menos problemático y a veces ni siquiera se nota en comparación con el pasado.

El turbo también impone algunas limitaciones en el «modelado» de la respuesta de un motor de gasolina.

Hay que recordar que el rendimiento de un motor de este tipo depende directamente de la presión que pueda generar el turbo, y para evitar daños, ésta se regula mediante la válvula de descarga, que puede liberar presión cuando sea necesario.

Por lo tanto, es normal que un turbocompresor responda bien a bajas y medias rpm…. pero no permita que el motor empuje con fuerza a altas rpm.

De hecho, hay ejemplos como el nuevo 1.2 Tce de Renault, que alcanza un máximo de 4.500 rpm… aunque es cierto que en la mayoría de los casos un motor de gasolina turboalimentado alcanza su potencia máxima entre las 5.500 y las 6.000 rpm, muy lejos de las 8.300 rpm a las que, por ejemplo, el V8 atmosférico de un BMW M3 entrega sus 420 CV.

Uno que más nos gusta por sus prestaciones es el 753420 turbo para Peugeot.

HAY QUE SABER CONDUCIR Y LLEVAR UN MANTENIMIENTO

Sin embargo, el aspecto más difícil de un turbo hoy en día es su fiabilidad.

Un turbo de gasolina puede alcanzar unos 800-900 grados, mientras que un turbo diésel se «asienta» a unos 500-600 grados. Además, un turbo supera fácilmente las 150.000 rpm.

Por todo ello, su mantenimiento es esencial.

Cumplir estrictamente con los intervalos de cambio de aceite del motor y utilizar únicamente el aceite especificado por el fabricante de nuestro vehículo es fundamental para evitar posibles averías, que suelen costar más de 1.000 euros.

Además, nunca está de más seguir consejos básicos, como no acelerar cuando el motor está frío, o esperar un minuto más o menos antes de apagar el motor si llevamos mucho tiempo conduciendo a alta velocidad.

De este modo, seguimos haciendo circular el aceite por el turbo, lo que acaba por enfriarlo.

Esto evita que el petróleo se almacene en los pozos del turbo a temperaturas muy altas, lo que provocaría la carbonización…. Y que es una de las principales razones del fracaso del turbo.

Por último, decirte, que es indispensable en tu coche porque la diferencia es espectacular y su uso suele ser imprescindible para mejorar el rendimiento y prestaciones de tu coche.

Written by iplaza in: BLOG,TECNOLOGÍA |

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