Tanto se ha hablado de la muerte, en los últimos días, que cayó en mis manos una de las Parábolas de José Saramago – Premio Nobel de Literuatura -, sobre que pasaría si no existiese la muerte en un estado en su libro «Las Intermitencias de la Muerte».
Realmente es muy loco lo que propone Saramago en su literatura, por un momento soñe que estaba leyendo un capítulo no escrito sobre este tipo de sociedades. El tener un principio y no llegar a un fin que sea completamente satisfactorio, en donde el hardware sufre un desgaste por recibir las variantes acciones del clima, la sociedad, la alimentación y la secuencia de eventos que forman la vida; en contraposición a software que juega con una memoria de corto plazo, con renovaciones de Know How más frecuentres sobre los mismos eventos. Se imaginan Hardware limitado ante un Software ilimitado.
Proponiendo que la cultura es un sistema de transferencia de conocimiento que pasa de una generación a otra generación, por medio de todos los símbolos y los significados que esta contiene. Muy probablemente, la tecnología de información y la comunicación ayuden a crear bases culturales de una forma más eficiente que sostenga el conocimiento simbólico, sobre las cortas memorias que tenemos los humanos.
Queda la duda.. cuántas generaciones serán dependientes de una gran base de datos… Hacia dónde convergerá este proceso de organismos biológicos dependientes del silicio, como su memoria extendida.
Los datos desaparecen con la muerte del interés sobre ellos.
Y si despues de la muerte de la humanidad, alguien podrá descifrar este gran repositorio.