Ubicada a 3 kms de Otavalo, es un hermoso salto de agua de 18 mts de altura por 3 mts. de ancho, está formado por aguas del río Peguche que nace en el lago San Pablo, luego del salto el río cambia de nombre a Jatun Yacu (agua grande).
Es muy visitada y apreciada por turistas tanto nacionales, como extranjeros.
La Cascada de Peguche, es un verdadero paraíso donde se puede descansar, relajar y olvidar del estrés de la ciudad, tener un contacto con la naturaleza y sentir sus energías.
Produce grata impresión en el alma humana, al contemplarla en el silencio religioso de una noche serena. Lo mismo sucede cuando el agua saborea la luz del sol, en un transparente día, al formar un arco iris permitiendo el saludo de alegría al visitante.
Este es un lugar sagrado en la cultura de los pueblos indígenas de Otavalo ya que una característica principal de estos pueblos, es su relación con el medio natural, especialmente con las montañas, el agua, los árboles, respecto a quienes se conserva una mezcla de significados que inspiraron e inspiran cuentos, mitos y leyendas, ritos y fiestas.
Las lagunas, las cascadas, las vertientes de agua son lugares cargados de poderes en los que los indígenas realizan baños rituales de purificación o se hacen pactos con el espíritu dueño para dotarse de fuerza y energía. Estar preparados para los rituales y pruebas de las Fiestas del Inti Raymi (fiesta de San Juan, 21 de Junio).
Se tarda unos 30 minutos el llegar a la Cascada, andando desde la zona norte de la Panamericana. Aunque hay transporte disponible, también hay buses que salen del parque central Simón Bolívar, aproximadamente cada 20 minutos.
Pero el paseo a pie merece la pena. Otra excelente opción es alquilar unas bicicletas, espero disfruten de este atractivo turístico de nuestro mágico Ecuador.
Verónica Plaza