Lograr el compromiso de los países desarrollados en cuanto a reducción de emisiones de CO2 y el cumplimiento financiero, son dos de los objetivos que tiene la delegación ecuatoriana en la Cumbre de Cambio Climático que se desarrollará en menos de cinco días en Cancún.
Esta semana Ecuador presentó finalmente el grupo oficial que hasta el 10 de diciembre representará al país. Entre ellos hay delegados del Ministerio de la Política Económica, de Recursos Naturales no Renovables, de la Secretaría de Riesgos y de la Secretaría de Educación Superior.
También asistirán miembros del Ministerio de Agricultura, de la Cancillería, del Ministerio de Ambiente, de Patrimonio y de la Secretaría Nacional de Planificación y Desarrollo (Senplades).
Otra misión de los representantes es obtener que Ecuador sea reconocido como un país vulnerable. Esto lo ubicaría como una de las naciones prioritarias para la transferencia de tecnología y financiamiento para la adaptación de proyectos.
“Desde que iniciamos nuestro gobierno hemos tomado muy en serio las políticas de cambio climático a nivel doméstico. Ecuador es extremadamente vulnerable”, dijo María Elena Porras, coordinadora general de Derechos y Garantías del Ministerio de Relaciones Exteriores, el martes pasado .
Adicionalmente, Ecuador posee otra propuesta, a través del presidente de la República, Rafael Correa. Esta es el mecanismo de emisiones netas evitadas, que consiste en no realizar una actividad generadora de emisiones de CO2 y que produce una ganancia determinada. A cambio se recibe una compensación económica, equivalente a lo que hubiese generado dicha actividad.
Una aspiración de la ministra coordinadora de Patrimonio, María Fernanda Espinosa, según ella, es que en Cancún la iniciativa ambiental Yasuní ITT, que aspira a dejar bajo tierra unos 846 millones de barriles de petróleo en la Amazonía, reciba el respaldo de los países desarrollados.
La funcionaria anunció además que Italia ya ha comprometido un aporte, que puede llegar a los 35 millones de dólares, aunque aún se negocia la forma en que se hará efectivo. Según ella, “puede ser con un canje de deuda”.
Otras naciones comprometidas son Chile y España, que ya confirmaron su apoyo económico al Yasuní ITT.
Tras resaltar que Ecuador está preparado para las reuniones previas y las de alto nivel en Cancún, la ministra de Ambiente, Marcela Aguiñaga, junto a Espinosa, señaló que además del trabajo individual que realiza el país, se mantienen conversaciones con miembros de la Unión Suramericanas de Naciones (Unasur) y de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA), con el objetivo de presentar una propuesta común frente al problema del cambio climático.
“Reconocemos como único convenio vinculante el de Kioto. Esperamos un paquete de decisiones en que figuren los temas de adaptación, mitigación, transferencia de tecnología, financiación y construcción de capacidades”, manifestó Aguiñaga.
Mientras, gran parte de las naciones tiene pocas esperanzas depositadas en la reunión. Esto luego del fracaso del tratado el año pasado, en la cumbre de la ONU en Copenhague.
En Cancún se intentará probar la capacidad de Estados Unidos para conciliar sus intereses y los de China, los mayores emisores de gases de efecto invernadero, además de otros 192 países. “Tenemos que avanzar algunos pasos o hay gente que va a perder la fe en el sistema de la ONU”, dijo ayer Rajendra Pachauri, jefe del panel de científicos del clima de la ONU.
“Estoy un poco deprimido respecto a Cancún”, agregó Al Gore, activista en temas de cambio climático y ex vicepresidente de EE.UU. “El problema no va a desaparecer, se está haciendo cada vez peor”.
En una nueva evidencia de calentamiento, la Organización Meteorológica Mundial (OMM) señaló que las concentraciones de los principales gases de efecto invernadero en la atmósfera han alcanzado su nivel más alto desde la época preindustrial. El panel de Pachauri dice que el calentamiento traerá más inundaciones, olas de calor y deslaves, entre otros riesgos.
Fuente: Expreso
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