Sus protagonistas, juguetes de plástico, madera y hojalata que gracias a la animación digital cobran vida y tienen corazón, sentimientos y una divertida historia a sus espaldas, llegaron a los cines un 22 de noviembre de hace 15 años.

Los estudios Pixar transformaron el mundo de juegos del pequeño Andy en un impresionante éxito de público, pero la importancia de «Toy Story» va mucho más allá: fue la primera película de animación realizada íntegramente por computadora. Todo un hito en la historia del cine.

Un total de 110 expertos, entre ellos 27 animadores, dieron forma a este film en el que no aparece ni un sólo personaje ni el más mínimo detalle de los escenarios en el que se vea la mano -física- del hombre. El ordenador sustituye todo lo que antes era un trabajo artesanal, desde la creación de los personajes a su modelaje.

Las primeras películas animadas, como «Blancanieves» o «El libro de la selva», se realizaban en 2D. Con el desarrollo de la CGI (tecnología de imágenes realizadas por computadora) se consiguió dar un look más plástico, más tridimensional. Los escenarios se crean así directamente en la pantalla, sobre la que se introducen los personajes. Estos, a su vez, se basan en modelos tridimensionales cuyas imágenes son programadas por computadora. Para darles vida, sus creadores utilizan más de 100 000 imágenes, y luego otros expertos se encargan de los colores y la luz, todo en pantalla.

La meca digital de Pixar, en San Francisco, comprada a Lucasfilm en 1986 por el cofundador de Apple Steve Jobs, empezó experimentando con efectos especiales y cortometrajes. Desde «Toy Story», los estudios han dado a luz diez auténticos hits de la animación, entre ellos «Buscando a Nemo», «Los Increíbles», «Ratatouille», «WALL-E» o «Up».

Más de 1 000 personas trabajan en estos estudios de alta tecnología, entre tanto adquiridos por Disney, con supercomputadoras que son la envidia de muchas empresas de equipamiento. El cowboy Woody y el guardián espacial Buzz pronto hicieron la competencia a Mickey Mouse y compañía. Ahora, en Disneyland París hay una zona dedicada a «Toy Story» en la que todo gira en torno a las estrellas animadas de la película.

El pasado mes de junio, «Toy Story 3» volvió a batir récords de taquilla con unos ingresos de 920 millones de dólares, superando a «Shrek 2» como la película de animación más exitosa de todos los tiempos. «Toy Story» regaló a su director, John Lasseter, un Oscar especial en 1996 por la creación y el desarrollo de una tecnología innovadora. Aquella era la manera de Hollywood de premiar esta cinta revolucionaria.

Pero Pixar demuestra con cada una de sus películas que no se trata sólo de tecnología, sino de contar historias. Y en eso, son unos maestros. Los juguetes de «Toy Story», que cobran vida cada vez que el pequeño Andy los deja solos, muestran celos y envidias, amor, dependencia y miedo. ¿Cómo es posible que una película sobre muñecos realizada por computadora sea capaz de conmover tanto?, se preguntaba la revista «Entertainment Weekly» tras el estreno de la tercera entrega de la saga.

En el filme, Andy ha crecido, está a punto de abandonar la casa paterna para irse a la universidad y debe despedirse de sus juguetes.

Está dirigido por Lee Unkrich, que empezó a trabajar como montador para pasar a codirigir «Toy Story 2», «Monstruos S.A.» y «Buscando a Nemo». Gracias a él, y al brillante equipo de animación de Pixar, los juguetes cobran vida por primera vez en formato tridimensional. Y pese a la escena de despedida, Unkrich dio recientemente señales de esperanza a sus fans en una entrevista con CNN. «No creo que esta sea la última», profetizó.

Fuente: El Comercio

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