Páginas
- 1. Biografía
- 2. Libros publicados – 1994 – 2017
- 2.1.Me llaman Magdalena – De nombres raros y lágrimas salobres
- 2.2.Me llaman Magdalena – Novela
- 3. Fechas especiales:
- 4. Recordando:
- LOS GUAYACANES TAMBIÉN FLORECEN PARA TI – VIVIENDO EL AHORA
Entradas
Archivos
- septiembre 2020
- octubre 2017
- diciembre 2015
- agosto 2015
- febrero 2015
- agosto 2014
- julio 2013
- mayo 2013
- febrero 2013
- enero 2013
- septiembre 2012
- junio 2012
- abril 2012
- marzo 2012
- febrero 2012
- enero 2012
- diciembre 2011
- noviembre 2011
- octubre 2011
- septiembre 2011
- agosto 2011
- julio 2011
- junio 2011
- mayo 2011
- abril 2011
- marzo 2011
- febrero 2011
- enero 2011
- diciembre 2010
- noviembre 2010
- octubre 2010
- septiembre 2010
- agosto 2010
- julio 2010
- junio 2010
- mayo 2010
- abril 2010
- marzo 2010
- febrero 2010
- enero 2010
- diciembre 2009
- noviembre 2009
- octubre 2009
- septiembre 2009
- agosto 2009
- julio 2009
- junio 2009
- mayo 2009
- abril 2009
- marzo 2009
- febrero 2009
- enero 2009
- diciembre 2008
- noviembre 2008
Blogroll
- blogalaxia
- blogesfera
- guia blog.net
- http://luzgabrielarodriguez.blogspot.com/
- http://www.facebook.com/home.php?#/profile.php?id=1646373710&ref=name
- http://www.youtube.com/watch?v=dmv4xh2lMiQ
- La Coctelera
- Luz Gabriela Rodríguez – Letras Kiltras
- Luz Gabriela Rodríguez – Mujer de Élite
- Luz Gabriela Rodriguez: Entre Él y nosotros están ellos
- Luz Gabriela Rodriguez: Entre Él y nosotros están ellos
- OXL
http://luzgabrielarodriguez.blogspot.com/
Entradas recientes
- AHORA – Los guayacanes también florecen para ti – Viviendo el ahora
- ÁNGELES Y ARCÁNGELES – ¿Son seres extraterrestres?
- Los guayacanes también florecen para ti-Viviendo el ahora
- APEGOS – MATERIAL Y EMOCIONAL – Luz Gabriela Rodríguez
- Sabías que tu eres un Ángel y una bendición para este mundo
- Preparándonos para Navidad – Luz-Gabriela Rodríguez
- A PIETRO CARIONE – A UN MES DE SU PARTIDA
- MENÚ CUARESMAL – LUZ GABRIELA RODRIGUEZ
- AGOSTO 12 DEL 2014 – FELIZ CUMPLEAÑOS HIJO – LUIS GABRIEL
- GRAN FESTÍN – Luz Gabriela Rodríguez
- FELIZ DIA DE LA MADRE – HIJOS: GRACIAS A USTEDES SOY MADRE
- MUJER QUE ERES MADRE
- QUÉ VIVA EL AMOR
- A LOS QUE SE FUERON, a los que se irán…
- www.portal.com – REYES MAGOS
Directorios de Blogs
Blogroll
- blogalaxia Entre Él y nosotros están ellos – Luz Gabriela Rodríguez – Ecuador 0
- blogesfera Luz Gabriela Rodriguez: Entre Él y nosotros están ellos. 0
- guia blog.net Luz Gabriela Rodriguez – Entre Él y nosotros están ellos. 0
- http://luzgabrielarodriguez.blogspot.com/ 0
- http://www.facebook.com/home.php?#/profile.php?id=1646373710&ref=name Luz Gabriela Rodriguez, escritora. 0
- http://www.youtube.com/watch?v=dmv4xh2lMiQ 0
- La Coctelera Luz Gabriela Rodriguez y sus cuentos 0
- Luz Gabriela Rodríguez – Letras Kiltras Punto de enlace de arte – Toda clase de mensajes desde el punto de vista de autoayuda y otros. 0
- Luz Gabriela Rodríguez – Mujer de Élite Blog de múltiples temas referentes a lo cotidiano 0
- Luz Gabriela Rodriguez: Entre Él y nosotros están ellos En este blog se encontrará cuentos cotidianos, testimonios, vivencias, consejos, autoayuda y una serie de escritos que despertarán la curiosidad a más de un lector desprevenido. 0
- Luz Gabriela Rodriguez: Entre Él y nosotros están ellos Todo lo relacionado con ángeles y arcángeles, auto ayuda, cuentos cotidianos, misceláneos y otros. 0
- OXL Entre Él y nosotros están ellos 0
http://luzgabrielarodriguez.blogspot.com/
- Luz Gabriela Rodríguez – Letras Kiltras Punto de enlace de arte – Toda clase de mensajes desde el punto de vista de autoayuda y otros. 0
- Luz Gabriela Rodríguez – Mujer de Élite Blog de múltiples temas referentes a lo cotidiano 0
mayo 14, 2010
Los guardianes de la princesa observan
Año uno: día a día:
Jamás imaginé que el exceso seria grave.
Tímidas, silenciosas, mudos testigos, cuya única razón de existir parecería ser la del galanteo; caminan, se mueven en círculos cerrados y precisos, como terminando un capítulo infinito; se cortejan y con el más grande desparpajo copulan y en corto tiempo tienen el fruto de la seducción total.
Se han multiplicado.
Residen aquí, pulgada a pulgada, sin que nadie las haya invitado, abusando de una hospitalidad recibida, actúan como dueñas del entorno. Habitan en frente, atrás, arriba, abajo, en mí. No sé si son las mismas de antaño o sus descendientes, pero permanecen ahí. Quietas, mirando de lado, filmando los detalles con esos minúsculos y redondos ojillos inexpresivos cual antifaz de un carnaval existente.
Sé que observan cada escena con el play activado. Firman los diálogos, sonidos, violencia, desacatos y comedias; de las marionetas con estilo y del ir y venir contidiano.
Cuando están inmóviles, petrificadas, queriendo pasar advertidas, están filmando. Almacenan escenas y graban en la misma cinta que contiene el ayer, el hoy y el siempre.
Saben cuando se acaba una etapa y empieza otra, conocen las historias guardadas y los equipajes de vida; dan vueltas y vueltas y con sus patas tratan de virar las páginas del ayer; ese ayer que hay que soltar, dejarlo ir aunque hubiesen palabras que se expresaron, ni se dirán jamás y que terminaron perdidas en el tiempo.
Año dos: día tras día:
Las miro. Pretenden inocencia. Toman sol, se cortejan, se corresponden, copulan y ¡zas!, se multiplican.
Desde la ventana observo al disimulo y veo sus impasibles ojos en acción. Aparento no darme cuenta. No voy a darles la importancia que buscan, pero la piel se me eriza, será de verlas entregadas al amor, mientras sobrevivo con recuerdos y migajas.
Lucen indiferentes, aparentan ser tímidas y cautelosas. Marcan distancia. Pretenden minimizarme. Con garbo permanecen erguidas sobre sus finas patas. Se esmeren en mostrar que son libres. Se inquietan, emiten sonidos y llenas de ansiedad, vuelan.
Temo que se unan y me hagan daño.
No me daré por vencida. Planifico, me acomodo y con el movimiento de mis ojos, les transmito que aún tengo vida.
Año tres: día tras día:
La brisa me envuelve.
Ahí están, son ellas. Iguales a las del año anterior. Tratan de ignorar que las miro.
Se han tornado audaces y se agrupan para filmar mi entorno.
El movimiento continuo de sus diminutas cabezas les da un aire particular. Permanezco atenta. Qué más da, si igual he estado en espera de lo inexistente por mucho tiempo.
Simulan no darse cuenta y, me guste o no, continúan filmando.
Año cuatro: día tras día:
La lente está activada. Lo se por sus ojos; los abren y los cierran de forma intermitente. Filman mientras escribo, mientras añoro, cuando voy y vengo. Me miran. Es cierto que ya no les temo, pero me da coraje y me revelo cuando abusan.
A estas alturas de mi vida no voy a permitir que nada, ni nadie, ni siquiera ellas, pretendan bailar sobre mi.
Quieren continuar filmando mi vida, pues ya no me interesa, cuando yo quiera me volveré invisible, total ausencia, olvido, para ser precisa, me borraré del mundo.
Soy invisible. Tan invisible como el dolor causado por amor o aquel que se presenta en mis dientes y que aparento no sentir, aunque tenga seis páginas de historia dental de mis calces.
A este paso, la información debe guardarse en un CD, aunque es probable que ellas ya tengan filmado, mis bostezos, mis risas y carcajadas o simplemente he estado boca abierta.
Acepto su presencia pero no me acostumbro. Volteo la silla y de espaldas a su mundo, paso a ser testigo mudo del tiempo suspendido.
La pared, otrora inmaculada y hasta el mismísimo cielo, lucen desteñidos; la silla nova en otros tiempos, está cuarteada. Hoy luzco sin brillo. Y la pared, el cielo, la silla y yo, formamos un grisáceo conjunto cubierto del impertérrito polvo, que acumula el tiempo en su silencioso avance por el cosmos.
Año siete: día tras día:
Cierro los ojos, no negaré que el deseo de confundirlas me agrada. Las escucho. Hablan de paciencia. Van a esperar que me salgan raíces y me broten ramas y cuando estén secas se posarán en ellas y anidarán en los pliegues de mi ajada piel y que blablablá.
Año ocho: día tras día:
Ellas ignoran que continúo con vida.
Mi respiración es pausada. De cuando en vez extiendo mis brazos. Busco una primavera equívoca. Doy zarpazos que casi no tocan el viento.
Gracias a los recuerdos, aún subsisto.
Año nueve: día tras día:
A estas alturas del camino he aprendido a “hilar fino”; muchas cosas han desaparecido de mi cabeza. Otras, aún están perennes en mi subconsciente y autentifican mi existencia.
Ellas, se muestran asustadas, revolotean y en el ruidoso aleteo rasgan la cinta y ante mis ojos, cae vencida la nostalgia, rebotan del piso las melancolías con todas sus letras y los fracasos de caucho transcurridos en el tiempo. Aparte, saltan a la luz los mil y un pretextos de la vida.
Sonrío con suavidad, como si estuviera llorando al revés. En realidad es casi una ligera mueca. Me siento dueña de un árido pensamiento. He recuperado mi capacidad de asombro.
Los días están contados, pero la libertad de la princesa está en ellas, que impasibles continúan filmando.
Tomado del libro Los días están contados de Luz Gabriela Rodríguez