agosto 3, 2010

En este tercer milenio sabemos a ciencia cierta que no estamos solos…

OBJETOS VOLADORES NO IDENTIFICADOS

Foto de Nicolás Pérez

La arteria principal de Samborondón lucía de fiesta,  los carros se agolparon a lo largo de la avenida de este exclusivo sector residencial, la gente valiéndose de potentes larga vistas, lentes especiales o sus simples ojos, trataban de detectar  si lo que en el cielo brillaba era un O.V.N.I. (objeto volador no identificado).

Y efectivamente, un aparente platillo volador de forma redonda  giraba en el cielo mientras luces extrañas y raudas destellaban a sus costados en tonos rojos y amarillo, adhiriéndose  hasta formar un solo elemento que aparecía y desaparecía.

Les cuento que este tema no es nuevo y llama mi atención desde hace varios años cuando mi hijo Luis Gabriel filmo un extraño y aparente lucero que se desplazaba en el espacio y remitió la información a un canal de televisión sin mayores comentarios y sé de buena fuente, que varias personas a lo largo de estos años, también remitieron sus experiencias, sin que estas noticias tuvieran mayor trascendencia.

En lo personal  tuve una experiencia extraordinaria, en 1998  en  Machala – Puerto Bolívar, en una cafetería a orillas del  océano, vi un gran lucero en el firmamento. Llamo mi atención en demasía su extraordinario tamaño y mayor fue mi asombro al ver como se alejaba a  velocidad hasta convertirse en un puntito de luz y cuando creía que había desaparecido, regresaba velozmente hasta parecer de nuevo un gigante lucero.

El asunto se transformó en un juego en el cual mentalmente le decía que se acerque más y  en la oscuridad de la noche, iluminada solo por unas pequeñas lamparillas de la cafetería, se acercaba tanto que todo se veía radiante.   Junto a la emoción que sentía, hubo cabida para un pequeño temor, por eso cuando su acercamiento era mayor, mentalmente le pedía que se aleje y efectivamente se alejaba por completo.

Nos dieron las 23h00 y el movimiento de acercamiento y alejamiento continuaba, las personas de la cafetería parecían no mirar nunca hacia el espacio y cuando les comenté el asunto me dijeron que eso era casi normal, porque sucedía a menudo.

Con algo de nostalgia me levante del asiento para ir a descansar, no sin antes decirles mentalmente que debía retirarme y que me había dado mucho gusto saber que están ahí, en un punto cercano…

Manabí, Quito, Guayaquil, Loja, Cuenca, Cañar, muchos son los lugares en nuestro país, que indican haber tenido avistamientos, en los aeropuertos, en las montañas, en los lagos, en el océano, creo que es hora de que la CEIFO (Comisión ecuatoriana para la investigación del fenómeno ovni) tome su papel más en serio y  siga de cerca cada uno de estos acontecimiento.

Lo cierto es que nadie se pronuncia oficialmente al respecto. Jaime Rodríguez, ufólogo ecuatoriano viene investigando por años y recién, gracias a su tenacidad, logró que el presidente del Ecuador desclasifique los testimonios y toda información relacionada con los O.V.N.I.S. sea conocida.

Ahora se trata de un nuevo avistamiento donde nuevos testigos dan fe de éste fenómeno; y aunque no aceptemos con firmeza de que siempre estamos vigilados desde el espacio, sabemos que ellos están ahí  y que es algo que no se puede negar.

Luz Gabriela Rodríguez