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Empecé con hot dogs, vendí café y ahora soy Constructor, testimonio de Guillermo Salcedo Cueva, para novatos CSECT, ESPOL, CSECT: semillero de innovadores, 2011.12.24.

sábado, diciembre 24th, 2011

ESPOL – ICQA – CSECT

“La inteligencia y el sentido común se abren paso con pocos artificios”.

– Johann Wolfgang Goethe

“De entre los cinco sentidos, el olfato es incuestionablemente el que mejor da la idea de inmortalidad”.

– Salvador Dalí

 

“Los sentidos nos sirven de puente entre lo incomprensible y  lo comprensible”.

– Anónimo

 “El sentido común no es nada común”.

– Voltaire

Difusión: 2011.12.24.

¿Que significa emprender?

Aquí un testimonio, apto para novatos, donde se resalta la labor del emprendedor, en analogía al oficio del Pescador.

Guillermo Salcedo Cueva nos indica que es importante ascender, desde lo pequeño hasta lo mayor, de poco a poco, y en este oficio guiarse por los ciclos de crecimiento, a este servicio se encuentra el olfato del ser pensante, reflexivo, crítico y a su vez navegante por las oportunidades del universo de servicios.

Esperamos que el trabajo de Diario El Expreso, en base a la entrevista a Guillermo Salcedo Cuesta sea de utilidad para las mentes de 18 años, nuestros novatos. Tomar lectura con lápiz y papel y prestos a reflexionar.

 «Empecé con hot dogs, vendí café y ahora soy constructor»

 

“Ser empresario es como ir de pesca: hay que saber cuándo se lanza el anzuelo y cuando se retira la carnada. Es esa la fortaleza de Guillermo Salcedo, un guayaquileño que considera que en los negocios hay que percibir el tiempo apropiado para ingresar y saber cuándo retirarse. Él desde la mayoría de edad se involucró en el mundo del comercio nacional e internacional. Su primer paso fue abrir una carretilla de venta de hot dog, en el centro. Luego se dedicó a la importación y exportación de varios productos. Ahora es uno de los principales empresarios involucrados en bienes raíces. Ha desarrollado 13 proyectos de urbanizaciones en la vía Samborondón, Salinas y en la vía a la costa.

¿Cuál fue su primer trabajo?

Tenía 18 años de edad cuando empecé a laborar en una agencia de viajes como asistente de tráfico. A los ocho meses ya tenía mis ahorros y empecé a ver qué negocio poner.

¿De qué década estamos hablando y qué negocio puso?

En la década de los años setenta, había ahorrado 3.000 sucres, mi padre me dio los otros 3.000 y un amigo puso el otro 50%. Entonces con 12.000 sucres compramos una carretilla para vender hot dog.

¿Dejó la agencia de viajes?

Al principio contraté a un joven para que atienda la carretilla. Me levantaba a las 5 de la mañana para pelar las salchichas y alistar la carretilla y de allí me iba a la agencia de viajes, y en la noche estudiaba Leyes en la universidad.

¿Tuvo éxito con la carretilla?

Sí, al poco tiempo compramos una segunda; llegamos a tener cuatro. En el primer día con la primera carretilla a las 10:00 ya se habían vendido las 60 salchichas. Con el tiempo llegamos a vender 800 hot dogs por día y por carretilla, es decir, que expendíamos 3.200 diariamente.

¿Por qué salió de este negocio?

Al año y medio,  las carretillas empezaron a hacerse populares y consideramos que era el tiempo de venderlas. Este negocio fue bueno. Mi socio se compró un carro. Yo seguí usando el bus, ahorré dinero y con eso me fui a la frontera para traer cemento.

¿Por qué cemento?

Era una época en que la fábrica de cemento no producía suficiente de este material y en la urbe se estaban construyendo lugares importantes, como el POLICENTRO. Yo traía el material en camiones hasta que un amigo me animó a ampliar el negocio y empezamos a traer por barco. En la sociedad yo tenía el 20%, en un año las ventas sumaron unos 650 mil dólares.

¿Salió de la venta de cemento?

Sí, porque al principio todo se vendía desde el puerto mismo y luego el cemento estuvo un mes en bodega, eso me dio luces de que era el momento de salir de este negocio. Para ese entonces tenía 22 años de edad. De allí me dediqué a la exportación de café y cacao, y también compré tierras para hacer camaroneras, de este último negocio salí con una rentabilidad del 800%, en dólares, a tiempo, antes del problema de la mancha blanca.

¿De allí a qué se dedicó?

Monté una oficina en Miami para traer café y cacao de diferentes países latinos. El negocio estuvo bien hasta el 89, cuando la Asociación de Café, con sede en Londres, decidió terminar con el sistema de cuotas y los precios bajaron. Vendí todo y regresé a Guayaquil, para esa época ya corrían los 90.

¿Abrió otro negocio?

Sí, venta de fréjoles, lentejas, garbanzos, canela y comino. La oficina estaba en Quito, por ese entonces decidí invertir en bienes raíces. Construí el edificio Vivaldi, cuando ya tenía la mitad vendido en planos, vino la Occidental Petroleum  Company y me lo alquiló por 10 años. Me tocó recomprar los pisos ya vendidos, pero no tuve problema porque a los clientes les reconocí el 100% más de lo que me habían dado. En esto me gasté 80 mil dólares, pero con el alquiler el edificio se pagó tres veces más, que si lo hubiera vendido de una vez. Pasado el tiempo lo vendí a Alegro.

¿Así empezó en el mundo de los bienes raíces?

Sí, en el 2000 regresé a vivir a Miami, donde empecé con proyectos pequeños de bienes raíces. Hasta el 2005 realicé 30 planes urbanísticos en EE.UU.

¿Vivió el boom inmobiliario de EE.UU. y su caída?

El boom sí, la caída no. Me di cuenta a tiempo de lo que se venía, no era normal que los bienes raíces que había adquirido en un año subirán de valor el 100%. Entonces me dije: «Tienes que vender todo y ahora». Con lo único que me quedé fue con mi casa propia en Miami.

Y ahora, ¿a qué se dedicó?

En el 2006 vine a observar cómo estaba el tema de bienes raíces en Guayaquil y me di cuenta que recién empezaba el boom aquí y todavía le quedan 20 años al sector de la construcción para crecer más. La primera inversión que hice fue en la vía Samborondón; construí la urbanización CAPRI. En ese entonces fundé Salcedo Internacional con cuatro personas en la área administrativa: ahora somos 106.

¿Cuántos proyectos urbanísticos tiene o está desarrollando?

Entre los terminados y los que todavía se construyen en la vía Samborondón, Costa y Salinas. Son trece: CAPRI, Ibiza, Porto Acqua, Central Park, The Blue Line, Maralago, colegio Logos, Costalmar I y II, Costalmar Shopping, edificio Salcedo Internacional, Ceibos Point, Costalmar Plaza y Costa Dorada.

¿Cuál es la clave para tener éxito en el mundo de los negocios?

Tener suficiente información del mercado y del producto, elaborar una buena estrategia, ejecutar, saber el tiempo apropiado para entrar y salir; ser disciplinado, constante, honesto, saber que el fracaso es el preludio del éxito, y sacar tiempo para disfrutar de la familia y la vida.

Usted tiene buen olfato para los negocios, ¿qué viene después del 2012?

El boom de la minería. Ecuador está asentado sobre una riqueza de más 200.000 millones de dólares, el futuro de esto será extraordinario. Ya estoy estudiando la opción de ingresar al mundo de la minería, se puede coger un pedazo del pastel vendiendo maquinaria, camiones o insumos. Adicionalmente también le irá bien a la agroindustria, la que todavía se tiene que desarrollar con tecnología de punta. En forma general creo que nos espera un buen año 2012, dudo que seamos afectados por la recesión del Primer Mundo, porque somos un país productivo. – Diario El Expreso, Guayaquil, Sábado 24 de Diciembre 2011.

 Tomado de:

http://expreso.ec/expreso/plantillas/nota.aspx?idart=2836612&idcat=19308&tipo=2

Por (x +) en:
http://www.youtube.com/user/vart12345

Por más, ver:

http://blog.espol.edu.ec/vicenteriofrio

Jugar con fuego es peligroso (apoyo al BCBGuayaquil, – por favor: difundir)
http://youtu.be/tiPvoVIOK24

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