diciembre 23, 2009

CATALINA LUNA

En uno de esos momentos en que se hace un alto en las oficinas y se comienza a limpiar un poco el escritorio, levanté el vidrio que lo recubre aprisionando recuerdos tal vez huidizos en mi loca memoria y al arreglar las fotos que en él tengo;  mis ojos se posaron en la imagen de una estampita de la Virgen María,la cual conservo por su manto de color azul original, tonalidad que me atrae en toda su gama.

La tomé en mis manos y al ver su reverso encontré un lejano y tierno mensaje de una joven con quien compartí el trabajo allá por los años 2001, escrito con su puño y letra.

Suena lejano y así es, puesto que en un abrir y cerrar de ojos han pasado 9 años.

Con ella conllevamos momentos de trabajo y de alegría y a pesar de su lozana edad, mostró ser dueña de un noble corazón. Devota de la Virgen María, fiel a sus principios, supo dejar una huella imborrable en mi corazón.

KATTY: ya no estás aquí, partiste al infinito a lado de nuestra Madre Celestial que ahora te protege con su manto azul. Es verdad que en este valle de lágrimas sufriste mucho y recibiste sendas injusticias, pero sé que con tu inquebrantable fe hiciste que todo lo malo se aligeré y estoy segura que partiste con tu habitual y cálida sonrisa, llena de confianza de que ibas a un mundo mejor.

Feliz Navidad donde estés querida Catalina Luna.

diciembre 7, 2009