Para todos, novatos o no, dentro y fuera ESPOL.
Aquí una adaptación lingüista al español de la charla 5 WAYS TO LISTEN BETTER de Julian Treasure, la misma que en su forma original puede ser captada mediante el siguiente enlace.
http://www.ted.com/talks/julian_treasure_5_ways_to_listen_better.html
La adaptación referida ha sido realizada con breves cortes y ajustes a fin de hacerla a “gusto” de nuestros novatos, siempre conservando el contenido original que pertenece a Julian Treasure y cuando se refiere a la primera persona, tenemos que entender que el autor original es quien está refiriéndose a sus contenidos.
Lo expuesto a continuación va acompañado de imágenes tomadas de la charla referida en www.ted.com.
El trabajo de traducción y puesta en español de las imágenes fue realizado en conjunto con el Sr. Jaime José Véliz Ibarra, estudiante FIEC, ESPOL.
Contenido de la Adaptación
“Estamos perdiendo nuestra capacidad de escuchar. Nosotros pasamos alrededor del 60% de nuestro tiempo escuchando, pero no somos muy buenos en esa actividad. De lo que escuchamos, sólo retenemos un 25% . Claro que aquello no pasará en esta charla (en ted.com), no con ustedes, pero esa es la regla general.
El escuchar se define como el acto de extraer (lograr) significados del sonido. Es un proceso mental y es un proceso de extracción.
Lamentablemente, estamos perdiendo nuestra capacidad de escuchar.
Nosotros utilizamos técnicas muy interesantes para lograr extraer significado del sonido.
Una de estas técnicas es el reconocimiento de patrones. Digamos que estamos en una fiesta y alguien nos llama por nuestros nombres, entonces nos pondremos alerta al reconocer que nos llaman a nosotros.
Todos nosotros reconocemos patrones, lo que nos permite distinguir un ruido cualquiera con una señal, un sonido que tiene un significado. Más aún cuando se trata de nuestro nombre.
Otra técnica que utilizamos es la diferenciación. Si yo les propongo escuchar los mismos sonidos por mucho tiempo, ustedes dentro de unos cuatro minutos dejarían de escucharlos, literalmente. Nosotros escuchamos diferencias, descartamos sonidos que permanecen iguales.
La diferenciación y el reconocimiento de patrones nos ayudan a escuchar, pero nosotros, también, poseemos filtros. Nuestros filtros toman el sonido que percibimos y nos dan “filtrado” las cosas a las que les prestamos atención.
La mayoría de personas ignoran totalmente la existencia de sus filtros, pero los usan de manera inconsciente.
De cierta manera, los filtros crean nuestra realidad, porque nos dicen, en un preciso instante, a qué es lo que les estamos prestando atención. Aquí presento un ejemplo sobre la importancia de la intención al escuchar.
Cuando me casé con mi esposa, le prometí que la escucharía todos los días como si fuera el primero. Eso es algo que se me hace muy difícil cumplir en el día a día, pero es una excelente intención a tener en una relación conyugal.
Pero eso no es todo. El sonido nos permite localizarnos en el tiempo y en el espacio. Por ejemplo, si ustedes en un instante (en un cuarto dado) cierran sus ojos, entonces pueden percibir el tamaño del cuarto por la reverberación y el reflejo del sonido; también pueden obtener una idea de cuántas personas (más o menos) están a su alrededor, esto por los micro ruidos que están recibiendo.
Los sonidos también nos ubican en el tiempo, porque el sonido siempre tiene tiempo embebido en sí mismo. Más aún, yo opino que el escuchar es la vía principal en la cual experimentamos el flujo de tiempo, del pasado al futuro. Por lo que “LA SONORIDAD ES TIEMPO Y SIGNIFICADO”- una gran frase.
Por lo detallado, espero se les haga más fácil el comprender la razón por la que dije que estamos perdiendo nuestra capacidad de escuchar. ¿Por qué lo dije? Bueno, hay muchas razones.
Primero que nada, hemos inventado varias maneras de grabar: primero la escritura, luego las grabaciones de voz y ahora las grabaciones por video. Una causa, la necesidad para escuchar de manera cuidadosa y precisa ha desaparecido.
Segunda causa: el mundo se ha vuelto muy bullicioso. Con una cacofonía visual y sonora apabullante, simplemente es difícil escuchar; es cansado escuchar en esas condiciones.
Muchas personas se refugian en los audífonos, pero tornan un espacio sonoro inmenso en burbujas chiquitas sonoras. En un gran escenario con mucha gente, un refugiado con audífonos no escuchará a persona alguna.
Paralelamente, nos estamos volviendo impacientes. Ya no apreciamos la oratoria, queremos las cosas concisas. Mientras más simple y en menos palabras mejor.
Otra, el arte de la conversación está siendo reemplazada, creo yo, de manera peligrosa, por emisiones personales de información. Ya no se comparte, sólo se emite.
Nos están volviendo insensibles. Los medios nos tienen que gritar, literalmente, para llamar nuestra atención. Esto implica que se nos hace mucho más difícil escuchar el silencio, lo sutil, lo implícito.
Perder nuestra capacidad de escuchar es un serio problema. Lo anterior no es trivial por la sola razón de que el escuchar es nuestra puerta de acceso a nuestro entender.
El escuchar de manera consciente SIEMPRE crea comprensión. Y sólo en un mundo sin comprensión es donde cosas como la guerra, genocidio y otras cosas horribles pueden ocurrir.
Un mundo en donde no nos escuchamos es un lugar muy tenebroso.
HERRAMIENTAS
He detallado razones por las cuales me gustaría compartir con ustedes cinco ejercicios simples, que constituyen herramientas que pueden ser utilizadas donde sea, para mejorar nuestra escucha consiente. ¿Les gustaría eso? ¿Sí? FANTÁSTICO.
La primera herramienta para mejorar el proceso de escuchar es el silencio. Sólo tres minutos al día del silencio es un ejercicio maravilloso para restaurar sus oídos y recalibrarlos para que puedan escuchar la calma otra vez. Si no pueden obtener silencio absoluto, busquen la calma, eso también ayuda.
La segunda herramienta es una técnica a la que denomino el mezclador. Aun cuando nos encontramos en un ambiente ruidoso – y pasamos mucho tiempo en lugares así – sírvanse prestar atención en dicho ambiente y deduzcan qué es lo que están escuchando, un elemento por elemento, uno a uno, hasta disponer de los conformantes del ruido que perciben.
Ustedes pueden hacer lo recién descrito no sólo en lugares ruidosos, sino también en lagos: ¿Cuántas aves escucho? ¿Dónde están? ¿Dónde están las olas que escucho? Este constituye un excelente ejercicio para mejorar la calidad del buen escuchar.
La tercera herramienta, es algo a lo que yo llamo “SABOREAR”, y es un ejercicio muy hermoso. El SABOREAR es acerca de disfrutar los sonidos mundanos. Esto, por ejemplo, una secadora. A mí personalmente me encanta. Puede ser divertido, para algunos, saborear de los sonidos del triturador de café.
¡Vaya! Los sonidos mundanos pueden ser muy interesantes si se presta atención. A esto lo llamo un coro escondido, están alrededor de nosotros todo el tiempo.
El siguiente ejercicio es probablemente el más importante de todos y tiene que ver con las posiciones para “escuchar”. La idea es que puede ponerse en una posición de “escucha” para atender apropiadamente a lo que se escucha.
Lo recién expresado no es otra cosa que jugar con los filtros. ¿Recuerdan los filtros del principio? Esto consiste en jugar con ellos como “niveladores”, ser consciente de los mismos y ser capaces de moverlos a lugares distintos. Sólo he presentado unas cuantas posiciones para escuchar (o niveles) que se pueden usar. Hay varias, es muy excitante divertirse con los niveladores.
Finalmente, un acrónimo. Nosotros podemos usar está herramienta mientras se comunican, casualmente al escuchar.
El acrónimo en idioma ingles es RASA, que es una palabra en sanscrito, que significa JUGO o ESENCIA. En nuestro caso, al idioma español, RARP. La R esta por RECIBIR, esto es, prestar atención a la persona; la A esta por APRECIAR la presencia del interlocutor usando sonidos como hmm, oh, ok, ah, todo esto para dar a notar que entendemos y apreciamos lo que se nos brinda de manera oral; La R está por RESUMIR, es decir presentar (brindar) un pequeño resumen de lo que se escuchó, y; la P esta por PREGUNTAR, inquirir más acerca de lo que recién se habló.
El sonido es mi pasión, es mi vida. Escribí un libro entero acerca del sonido. Personalmente siento que vivo para escuchar.
Escuchar es mucho pedir para mucha gente.
Creo que cada ser humano necesita escuchar de manera consiente para ser capaz de vivir a plenitud, es decir: conectado en el espacio y en el tiempo al mundo físico alrededor de nosotros, conectados en comprensión con todos, sin mencionar conectados de manera espiritual (también). Considero que cada camino espiritual tiene en su seno el saber escuchar y contemplar como punto fundamental.
Estoy convencido que necesitamos enseñar en nuestras escuelas el saber escuchar, esto como una habilidad.
¿Por qué no se enseña? Es una locura.
Si en nuestras escuelas podemos enseñar a comunicarnos a cabalidad, entonces podemos salir de esa pendiente peligrosa y resbaladiza que nos lleva a un mundo tenebroso. Si aprendemos a comunicarnos nos dirigimos, en cambio, hacia un lugar en donde todos escuchamos de manera consciente al resto, o al menos ser capaz de hacerlo.
Así, los invito a conectarse conmigo, conectarse unos con otros, tomar a cabo esta misión y vamos a escuchar unos a otros y transformar el mundo en una generación – en un mundo consciente de escuchar – un mundo de conexiones, un mundo de comprensión y un mundo de paz. Esto pasa por enseñar a escuchar en nuestras escuelas.
La verdad es que no sé cómo hacerlo, pero yo creo que la comunidad TED es capaz de hacer lo que sea.
Gracias por escucharme a mí hoy. (Aplausos).” – Julián Treasure
El contenido presentado fue tomado de la siguiente exposicón en ted.com, ver:
Julián Treasure nació en el Reino Unido en el año 1958. Creció en Londres, actualmente vive en Surrey. Es el propietario de la compañía Sound Agency, que asesora a empresas alrededor del mundo acerca de cómo utilizar el sonido. Es autor del libro Sound Business (El Negocio del Sonido) y dicta, por todo el planeta, conferencias sobre la gerenciación del sonido y cómo este proceso influye en nuestras actividades diarias.
Expresamos nuestros agradecimientos a Jaime José Véliz Ibarra (ayudante voluntario, FIEC) por su dedicación y trabajo en la presentación del presente trabajo a beneficio de la comunidad.
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