La música es pasión de Roberto Viera, quien una tertulia en Museo de la Música Popular Julio Jaramillo, en el puerto Santa Ana, deleito a una audiencia de extracción costeña, esto un domingo (2012.09.23) desde las 11H 00 hasta 13H 30.
Sus canciones tocaron medio siglo en la música bajo el “TODOLOGO” Roberto Viera, exintegrante del grupo Los Corvets.
La trayectoria artística del músico ecuatoriano permitió recrear ritmos bailables y románticas melodías que siguen siendo del agrado de varias generaciones.
Las presentaciones de los artistas en el Museo de la Música Popular Julio Jaramillo es gratuito, eso si se requiere puntualidad para entrar al auditorio Nicasio Safadi.
¿Cómo llegar al Museo de la Música Popular Julio Jaramillo?
Hay tres maneras, dos se exponen en la siguiente producción:
El Museo de la Música Popular Guayaquileña Julio Jaramillo está dedicado a honrar las glorias del arte musical guayasense, a través de composiciones, autores e intérpretes a quienes la memoria colectiva guardó fidelidad; así como la gestión de promotores e impulsadores que desde Guayaquil los proyectaron al ámbito internacional.
Por lo anterior, nuestros novatos visitan el recinto en búsqueda de enraizar nuestra identidad para un futuro digno. Además buscan afincar el espíritu politécnico con los acordes de música con que crecieron nuestros abuelos. Paralelamente, se aprende mejor con el corazón encendido con los tesoros de nuestro pentagrama musical. Os convocamos al Museo JJL.
Invitamos a todos a llegar a píe o en automóvil al museo para un rencuentro con nuestra identidad musical guayaquileña! Viva Guayaquil y su hermoso País.
Ahora ponemos a vuestra consideración más de 40 producciones educativas de medio siglo en la música en Guayaquil, a cargo de Roberto Viera:
#40 Roberto Viera: tertulia Música Popular Julio Jaramillo, puerto Santa Ana, CSECT, 2012.09.23.
El Museo de la Música Popular Guayaquileña Julio Jaramillo está dedicado a honrar las glorias del arte musical guayasense, a través de composiciones, autores e intérpretes a quienes la memoria colectiva guardó fidelidad; así como la gestión de promotores e impulsadores que desde Guayaquil los proyectaron al ámbito internacional.
Por lo anterior, nuestros novatos visitan el recinto en búsqueda de enraizar nuestra identidad para un futuro digno. Además buscan afincar el espíritu politécnico con los acordes de música con que crecieron nuestros abuelos. Paralelamente, se aprende mejor con el corazón encendido con los tesoros de nuestro pentagrama musical. Os convocamos al Museo JJL.
Por el mes de Guayaquil, en el Museo de la Música Julio Jaramillo se brindo a la comunidad un recital musical por parte de Julio Jaramillo Acurio (Quiteño).
En homenaje a la única escuela del pasillo nacional con que cuenta nuestro país, el repertorio presentado dio énfasis a la selección de pasillos de diferentes regiones del país, épocas y estilos, los que serán interpretados a manera de solos de guitarra tradicional. Todo esto en las siguientes ocho producciones educativas:
1/8 Julio Andrade en concierto, museo música Julio Jaramillo, Guayaquil, ESPOL, 2012.07.15.
Invitamos a todos a llegar a píe o en automóvil al museo para un re-encuentro con nuestra identidad musical guayaquileña! Viva Guayaquil y su hermoso País.
Museo de la Música Popular Guayaquileña Julio Jaramillo: visitas familiares, 2012.07.15.
“No olvides nunca que el primer beso no se da con la boca, sino con los ojos”.
– O. K. Bernhardt
“Cuando mi voz calle con la muerte, mi corazón te seguirá hablando”.
– Rabindranath Tagore
“Ama hasta que te duela. Si te duele es buena señal”.
– Madre Teresa de Calcuta
“En un beso, sabrás todo lo que he callado”.
– Pablo Neruda
Difusión: 2012.05.21.
Breve semblanza publicada por Gilberto Avilés (detective del pasado):
“Poeta yucateca nacida en Mérida el 5 de septiembre de 1889 y muerta en D.F el 7 de enero de 1972. Perteneciente a la burguesía yucateca, Sansores Pren dijo de sí misma: «El rumor popular me ha hecho aparecer como extranjera, siendo que nací en la ciudad de Mérida, un día 5 de septiembre. Mis padres eran ricos y mi infancia no conoció por lo tanto, el dolor que amarga el ensueño de los niñois pobres…Mi vida fue exactamente igual a la de cualquier niña rica hasta cumplir los trece años en que la muerte de mi padre cambió el panorama de mi existencia» («Mi biografía», Amenidades, México, diciembre de 1935)”.
Excelente la coordinación conmemorativa de Rosario Sansore Pren por parte de Katia Murrieta Wong, Antonio Santos Menor y Roberto Mac Swiney, todo esto en el museo Julio Jaramillo que dirige Jenny Estrada Ruíz, lo anterior se ratifica en las producciones a vuestro deleite.
Para los novatos o no se presentan seis producciones educativas sobre la vida poética hecha canción en el ECUADOR. Ver:
#1/6 Rosario Sansores: tertulia y DEVELIZAMIENTO RETRATO en Museo Julio Jaramillo, GYE, 2012.05.20.
“El amor es la mejor música en la partitura de la vida. Sin él serás un eterno desafinado en el inmenso coro de la humanidad”. – anónimo.
La última presentación musical a cargo de los exponentes de la música nacional en el Museo de la Música Popular Julio Jaramillo recayó en el Coro de la ESPOL.
En una sola palabra, su parte didáctica, su organización y ejecución fue maravillosamente cumplida bajo la dirección de Byron Sotomayor (Director).
Todo nuestro país se encuentra satisfecho por la ejecución de los talentos estudiantiles nacionales bajo la conducción del Director de Coro.
En un inteligente y conmovedor dialogo, la historiadora Jenny Estrada Ruiz brindo a toda la audiencia las razones para contar con un excelente coro en el País, parte de nuestra identidad nacional.
Agradecemos a Byron y sus no novatos, a Jenny, Andree, Candy y todo el pequeño equipo del Museo por el excelente soporte, organización y manejo musical en el museo JJL.
A continuación se presentan 6 producciones educativas para deleite de todos, la última sobre nuestra cultura culinaria costeña, en base a entrevista de los medios, ver:
Coro ESPOL en Museo Julio Jaramillo en Guayaquil – Villancicos, 2011.12.04, no1.
“Dime y lo olvido, enséñame y lo recuerdo, involúcrame y lo aprendo”.
– Benjamín Franklin
Difusión: 2011.11.28.
El domingo 27 de noviembre de 2011 en el auditorio Nicasio Safadi se llevó un homenaje en vida a Olguita Gutiérrez.
Previos momentos se presentó el Documental no. 9 de la serie memoria viva, historia humana y profesional de Olguita.
Jenny Estrada, gestora de la serie Memoria viva, entregó una copia de este trabajo, de tres meses de producción, a la recordada cantante de Los Brillantes.
La capacidad del auditorio Nicasio Safadi del Museo de la Música Popular Julio Jaramillo (Puerto Santa Ana) no dio abasto, para las personas que acudieron a la proyección del documental biográfico de la cantante Olga Gutiérrez.
Muchos siguieron por una pantalla, situada al exterior del salón, el desarrollo del audiovisual.
La cantante recibió un tributo por parte de sus amigos, colegas, alumnos y ex alumnos de la Escuela del Pasillo Nicasio Safadi.
La intérprete no solo agradeció este homenaje sino que también cantó Acuérdate de mí, Rosario de besos, Cenizas y Guitarra vieja. Posteriormente hizo hincapié en valorar la riqueza de nuestro país y respetar al artista nacional para que en el ocaso de su vida no tenga que pedir ayuda al Estado.
Al tributo acudieron amigos y colegas como Fresia Saavedra, Kiko González, Lucho Padilla, César Augusto, Fernando Naranjo, Meche Rodas, Carlos Pino Plaza, Kike Vega, Hugo Delgado Cepeda, Carlos Feraud, María Eugenia Plaza, Ángel Oyola, Fernando Vargas y el requintista José Morán, entre otros.
Todos presentamos nuestra admiración, agradecimientos y puentes de amistad a Olguita Gutiérrez, quien vivio emocionada más de 150 minutos de tributo musical.
Las producciones a continuación cuentan con la narración sobre hitos de nuestra historia musical y el tributo de los nuevos artistas.
El homenaje está plasmado en las siguientes producciones:
Homenaje a Olguita Gutiérrez en Museo Julio Jaramillo x amigos y afines, GYE, Ecuador. No.1.
Una reseña sobre Olguita la da el diario el Universo del 10 de octubre de 2010, con redacción de Cecilia Robalino, ver:
“Olguita Gutiérrez cantante ecuatoriana (nacida en argentina).
Pasaba en el hotel de lunes a viernes y el fin de semana salía a pueblear. Ahí conocí el país de cabo a rabo… durmiendo en hotelitos donde no había cama sino catres.
“En el pequeño departamento que alquila en el centro de Guayaquil, acompañada de una veintena de discos de vinilo (long play) de su época con Los Brillantes y como solista, también de medallas y reconocimientos, la cantante argentina Olga Gutiérrez (de 82 años) hace un viaje en su memoria a su infancia, donde empezó su sólida relación con la música a lo largo de su vida. Ella nació en Quimilí, Santiago del Estero en Argentina. Sus padres tenían una hacienda y era ganadero, mientras que su mamá mandaba en la casa donde había montones de empleados, según recuerda. Sentada en su silla de ruedas (a causa de la diabetes le amputaron la pierna derecha y pronto usará una prótesis que cuesta 8 mil dólares), se lamenta por la ingratitud de las autoridades ecuatorianas de 1966, cuando ella representó al país en el Festival of Music And Song, en Hollywood, y ganó la Palma de Mallorca. “Nadie nos felicitó, llegamos como si hubiéramos ido a Yaguachi”, señala. Al hablar de su vida musical que la ha unido por siempre al pasillo ecuatoriano, recuerda con cariño al desaparecido comediante Ernesto Albán con quien recorrió el país y la apoyó mucho. La artista cuenta que al morir quiere que parte de sus cenizas las esparzan en Sígsig, Azuay. El 14 de este mes Gutiérrez será galardonada como la Reina del Pasillo ecuatoriano, por la agrupación cultural Los Trovadores en una gala con música y recuerdos.
¿De quién heredó el canto?
De mis abuelos. Ellos nos reunían en su casa que tenían en una zona hermosa. Mi abuelo fue fundador del pueblo. Hacían tertulias familiares los fines de semana, mis tíos tocaban el piano, la guitarra, o ponían la pianola.
¿Cuándo se subió por primera vez en un escenario?
Cuando tenía 2 años mi madre me puso en un escenario y canté. Era una fiesta que había por algo del pueblo. Me puse a cantar Charito. –Interrumpe la respuesta y dice:– “Mire, para contarle cosas de mi vida usted necesita una semana para que las conozca”.
¿Cuándo empezó a cantar profesionalmente?
A los 18 años. Siempre canté sola. Había un amigo mío que ponía a los artistas donde la gente bien –los “pitucos iban a tomar té. Tocaba una orquesta de cámara y había unos dos o tres artistas. Él me dijo: Quieres venir a cantar el bolero Somos y me acompañó en el piano. Como la gente me aplaudió tanto, él me mandó a cantar otros temas. Trabajé ahí dos semanas y luego me tuve que ir a Brasil a cantar. Mi madre me dio un poder para que viajara, porque yo era menor de edad.
¿Su primer disco, cuándo lo grabó?
¡Huy!, eso no me acuerdo, fue muchos años después porque yo cantaba y estaba recorriendo un país y otro, haciendo recorrido por toda Sudamérica. Me pagaban muy bien. Después de Brasil me fui a Venezuela y no paré de viajar.
¿Quién le componía los temas?
Yo no buscaba a nadie que me compusiera, escogía lo que veía, cualquier compositor. Cuando otro artista hace éxito de algo yo no lo canto, canto lo que yo hago como éxito mío. De Argentina me venían por montones los arreglos, porque había los derechos de autor que se respetaban y que aquí cuando yo llegué no habían.
¿Qué originó su primer contacto con Ecuador?
Yo no quería venir para acá porque era un país chiquito que no pagaban lo que yo exigía en esa época, seis mil dólares por semana. Mi agente había hecho el contrato con el gobierno de Carlos Julio Arosemena Monroy para cantar en la recepción en honor del Duque de Edimburgo, el esposo de la reina Isabel II. Yo no quería porque estaba interesada en ir a México donde tenía un compromiso con Tony Aguilar para hacer películas.
¿Cómo fue ese primer encuentro?
Muy desagradable porque en Quito tenían una forma brusca de jugar el carnaval. Yo venía con mi pelo plateado y me dirigí a una farmacia y a lo que me bajé del automóvil me tiraron de arriba agua con cáscaras de papas y semillas de zapallo. Estaba como loca, quería irme, dije “qué es esto, vine a un país de jíbaros”.
¿Por qué volvió al poco tiempo?
Circunstancias de la vida. Yo estaba en Managua en el hotel Continental y me llamó Eduardo Erazo. Habíamos hecho amistad con el trío Los latinos del Andes (de Ecuador) integrado por él, Héctor Jaramillo y Homero Hidrovo. Estaban en Panamá, ellos habían ido a cantar gratis, porque el artista nacional va a trabajar gratis, solo te dan para el pasaje y algo para comer. Me fui a Panamá por mi cuenta y les dije que estaba grabando con la Orquesta Sinfónica en Managua y me los llevé y grabaron allá y de ahí me los llevé a México con mi dinero. Trabajamos (como el cuarteto Los Brillantes) allá casi un año y teníamos contrato en Venezuela y Panamá. Cuando empecé a cantar sola, don Ernesto Albán, mi gran amigo, me contrató para ir a cantar a los pueblos. Pasaba en el hotel de lunes a viernes y el fin de semana salía a pueblear. Ahí conocí el país de cabo a rabo… dormía en hotelitos donde no había cama sino un catre, pero me encantó todo eso que viví.
¿Con Los Brillantes qué tanto éxito alcanzó?
El éxito y la trayectoria de Los Brillantes son así de chiquititos (señala la yema de uno de sus dedos), pero se hizo tan rimbombante aquí. Esto puede ser por el repertorio que escogimos, porque yo tenía mucho cuidado para escogerlo… pero Los Brillantes existimos un año y medio.
¿Hasta dónde se extendió la música del cuarteto fuera del país?
A mí, el señor Carlos Pino Plaza me regalaba los extended play (discos de vinilo de 7 pulgadas) que tenían cuatro canciones, yo tenía amigos comunistas que viajaban por el mundo y se iban a cualquiera de los países comunistas Rusia o Ucrania y se los regalaban. Yo me di cuenta años más tarde de lo importante que fue eso. Un día estaba en Buenos Aires y un señor me dice: Por qué no canta Esa guitarra vieja que me acompaña. Él era de Checoslovaquia y allí la había oído.
¿Cuántos discos grabaron?
Pocos, realmente no quiero mentirle porque la verdad no me acuerdo. Ahora, de los que grabé personalmente, ni idea, porque grabé para Brasil, Colombia, Ecuador, República Dominicana y Venezuela. Hay unos que ni los he oído y que grabé con la Sinfónica en Managua. No soy de las que coleccionan discos, ni fotos, solo tengo una muy querida para mí con los presidentes que conocí. Los artistas somos la última tapa de la olla, nos usan y nos dejan ahí y digo nos usan porque muchas veces nos llaman para cantar gratis.
¿Eso se da también en Argentina?
¡Nooo!, hay un sindicato bien formado, hay unión de los artistas. Yo les he dicho a varios artistas de acá unámonos, vamos a hablar con el Presidente de la República, pero cada uno mueve para su molino. Aquí hay artistas que tienen dos o tres pensiones vitalicias, pero porque andan lambuceando (adular).
¿De su trabajo queda alguna fortuna?
Nada. Es que a un artista –a menos que sea muy consagrado o viene de otro país como México– no le pagan bien. Aquí internacionalmente no lo contrata nadie. Me acuerdo cuando estábamos en México, decían que la mejor plaza era Ecuador, porque ganaban 100 mil a 50 mil dólares y los artistas ecuatorianos 200 dólares.
¿De qué vive ahora?
De los trabajos que hago, gracias a Dios no me falta trabajo. Ahí está lo que hice recientemente con Juan Fernando Velasco. Hago mis recolecciones de discos y las vendo.
¿Tiene propiedades en Ecuador?
No, acá no tengo nada.
¿Cuándo fue la última vez que trabajó en el exterior?
Hace un año, porque con el problema de la pierna… (amputada).
¿Qué es lo que más le gusta del pasillo?
Yo no canto nunca lo que no me gusta y hay muchas cosas que no me gustan, por ejemplo, el tema Rebeldía o el bolero Ojalá que te mueras, cómo voy a cantar eso. O Te odio y te quiero.
Siendo extranjera, ¿se siente embajadora del pasillo ecuatoriano?
No me siento extranjera y me duele cuando me lo dicen, porque yo, la señora Olga Gutiérrez, soy la artista que más ha hecho por la música del Ecuador en el mundo. Porque cuando yo hice la música con Olga y Kiko (segunda pareja) ese fue un disco que fue un hueso aquí cuando lo grabamos, nos casamos y nos fuimos. Fuimos contratados por los Hilton de Europa durante un año y cantábamos siempre música ecuatoriana.
¿Cuándo surgió el flechazo de amor con Héctor Jaramillo?
Ese fue el peor error de mi vida –se pone a la defensiva y enojada– del que prefiero no hablar. Como compañero (en el canto) era incomparable.
¿Cuándo apareció Kiko González en su vida?
En el año setenta, ya nos conocíamos porque frecuentábamos el mismo grupo, pero nunca nos habían presentado, él me veía y yo lo veía. Estuvimos juntos 39 años. Fue una linda relación que se terminó también por la infidelidad, que no quiero nombrar porque heriría a mi hijo y le digo así porque lo crié desde los 20 días. Él me dijo: ‘Quiero que críes a mi hijo que tuve con alguien’. Una mujer como yo, de 56 años, no podía criar un bebé, pero mis hermanas sí, porque tuvieron hijas, lo crió como si fuera su sobrino.
¿Qué la llevó a radicarse en Ecuador y nacionalizarse?
Porque estaba aquí y me afinqué. La verdad es que si yo tuviera un dinero como para pasar los últimos años, me fuera, porque hay mucha ingratitud. La verdad me siento mal, desearía irme.
¿El público ha sido ingrato?
¡No!, el público divino, me abraza, me besa, no me deja caminar cuando voy al teatro, cuando vendo mis disquitos para ayudarme un poquito. Digo de las entidades, incluso amistades que han vivido y se han beneficiado conmigo y que ahora ni siquiera me llaman.
¿Adónde se iría?
A Argentina. Quisiera que aunque me muera allá traigan parte de mis cenizas al Sígsig, donde encontré la gente más hermosa del mundo”. – Cecilia Robalino en el diario El Universo de 10 de octubre de 2010, ver:
“En Ecuador el pasillo recibió a su vez la influencia del “sanjuanito” y por ello el pasillo ecuatoriano es lento y melancólico. Pero a diferencia de los otros países en Ecuador el pasillo se convirtió en el símbolo musical de la nacionalidad.
Según la investigadora Ketty Wong el pasillo ecuatoriano desde principios del siglo XX de ser un género festivo tocado en las retretas o en los salones y se vuelve canción con textos melancólicos que reflejan sentimientos de pérdida y de nostalgia, aunque existen textos que expresan admiración por los paisajes ecuatorianos , por la belleza de sus mujeres y la valentía de sus hombres y muchas veces estos pasillos en honor de una región o ciudad son más conocidos que los propios himnos como es el caso del conocido «Guayaquil de mis amores» de Nicasio Safadi”. – WIKIPEDIA.
«Debido a su capacidad de integrar y generar distintos significados entre distintos grupos sociales, étnicos y generacionales, el pasillo se ha convertido en la música nacional por excelencia». – Ketty Wong
Historia y personajes del emblemático pasillo Sombras
Por Jorge Martillo
“Celebremos hoy el Día del Pasillo Ecuatoriano –decretado en 1993 en homenaje al nacimiento de Julio Jaramillo el 1 de octubre de 1935– escuchando Sombras y recordando la historia de los autores de su letra y música: Rosario Sansores y Carlos Brito.
Ellos jamás se conocieron, pero están juntos y vivos cada vez que en algún lugar del mundo suena esa canción que es el himno popular del Ecuador.
María Luisa del Rosario Sansores Pren nació en Mérida, Yucatán, el 5 de septiembre de 1889 –aunque algunos creen que fue el 24 de septiembre y otros el 25 de agosto–.
Pertenecía a una familia acaudalada, a los siete años empezó a escribir poesía –cuenta Oswaldo Carrión en Lo mejor del siglo XX. Música Ecuatoriana– y sus padres deseando que no lo haga la despojaron del lápiz y el papel, pero ella siguió escribiendo versos sobre la pared de la cocina con pedazos de carbón. Su vida cambió cuando muere su padre.
A los catorce años la casan con el cubano Antonio Sangenis con quien primero reside en Estados Unidos hasta que en 1909 se trasladan a La Habana. Rosario tenía 20 años; en Cuba vivirá 23. En la isla redactaba columnas sociales en diarios y revistas. A partir de 1911 publica sus poemarios. La mayoría después de 1918 cuando muere su esposo. Muchos de sus textos los firma con seudónimos: Crysantheme, Blanca de Beaulieu, Rosalinda Seymur o Rosalinda de Seumux. Son versos entre neorrománticos y modernistas, pero inundados por la pasión y la ternura. Poemas apreciados popularmente, pero algunos intelectuales calificaron a su poesía de cursi. Eso no le quitaba el sueño, una vez dijo a la cronista y novelista mexicana Elena Poniatowska: “Pero no me preocupa. Al contrario me halaga. La gente que sabe que soy cursi demuestra que me ha leído, y eso es lo único que importa”.
En 1932 retorna a México con 43 años y dos hijas. Al siguiente año pública: La Novia del Sol, conformado por 104 poemas, uno de ellos: Cuando tú te hayas ido, será musicalizado como pasillo por Carlos Brito bajo el nombre de Sombras.
El músico Carlos Enrique Brito Benavides no conoció a la poeta Sansores porque él murió trágica y tempranamente. Nació en Uyumbicho, provincia del Pichincha, el 12 de noviembre de 1891. Su padre Manuel Brito Cruz le brindó las primeras enseñanzas musicales. Posteriormente dirigió bandas en el Ejército hasta 1936 que se retiró. Fue cuando leyó el poemario de la Sansores y compuso la música de Sombras, se cree que afectado por la muerte de su madre. También de la mexicana musicalizó los poemas: Alas rotas e Imploración. Sus composiciones –letra y música– más conocidas son los pasillos: A tus ojos, Ojos tentadores, Sin esperanza y Solo.
El 2 de febrero de 1943 muere. Para entonces Carlos Brito era un honesto contador del Municipio del Cantón Mejía que descubrió un desfalco, lo denuncia y por eso es envenenado.
Rosario Sansores en diciembre de 1935 publica Mi biografía en el diario Amenidades, donde de sí misma dice: “El rumor popular me ha hecho aparecer como extranjera, siendo que nací en la ciudad de Mérida, un día 5 de septiembre. Mis padres eran ricos y mi infancia no conoció por lo tanto, el dolor que amarga el ensueño de los niños pobres (…) Mi vida fue exactamente igual a la de cualquier niña rica hasta cumplir los trece años en que la muerte de mi padre cambió el panorama de mi existencia”.
Recientemente Elena Poniatowska presentó su última novela en Mérida, ciudad de la poeta y la evocó así: “Usaba unos sombreros tan grandes que casi no cabían en el elevador. Siempre estaba tarareando canciones. Todos decían que Rosario era la cursilería andante, y eso me daba mucho coraje (…) Creo que no le han hecho nada de justicia a Rosario Sansores”.
Hugo Delgado Cepeda refiere en el pasillo Sombras y a la poetisa mexicana Rosario Sansores, artículo publicado en 1987, que alrededor de 20 poemas de la mexicana fueron musicalizados en Ecuador: Alondra Fugitiva, Ausencia, Filosofía, Tengo celos, Mientras tú me quieras, etc. Pero es Sombras el pasillo que nos representa en el mundo con alrededor de cien versiones de: Raphael, Alberto Cortez, Olga Guillot, José Feliciano, Alfredo Sadel, Julio Iglesias, Luz Casal con Concha Buika, etc.
En octubre de 1967, Rosario Sansores visitó Guayaquil como invitada de honor de la Asociación de Periodistas Guayaquil, recibiendo grandes honores y preseas. Ella murió a sus 83 años, el 7 de enero de 1972.
En la voz inigualable de Julio Jaramillo –quien hoy cumpliría 76 años– es que Sombras fue más conocido en el extranjero. Según Alfredo Enderica, coleccionista de las canciones de JJ, este grabó tres versiones del emblemático pasillo –en 1959, 1965 y 1969–, siendo la segunda grabación la más popular.
Rosario Sansores, la poeta. Carlos Brito, el músico. Julio Jaramillo, el cantante. Ellos forman el trío inmortal para esa canción de un amor apasionado evocado en las profundas sombras de la soledad”. – Jorge Martillo/ jorgemartillom@spam@hotmail.com
“El pasillo es el sentir del alma ecuatoriana, que en la década de los años sesenta tuvo su mayor auge gracias al joven soñador Julio Jaramillo, a quien se ha considerado como el mayor exponente de este género, que luego de sus giras fuera del país fue considerado el Ruiseñor de América. Apogeo que se dio gracias al apoyo de disqueras como J. D. Feraud Guzmán, donde se dio la oportunidad a voces jóvenes como la de J.J.
En 1993, el 1 de octubre fue instituido por el entonces presidente de la República, Sixto Durán-Ballén, como el Día del Pasillo en honor a la fecha de nacimiento de JJ. Mañana se recordará esta fecha con varios espectáculos artísticos en la ciudad (ver agenda).
La Escuela del Pasillo Nicasio Safadi, ubicada en el Museo de la Música Popular Julio Jaramillo, se ha convertido en el principal ente difusor de este ritmo, sitio en el que han florecido jóvenes promesas que a su corta edad ya soy reconocidos: Fernando Vargas y las hermanas Cuadrado (Denisse y Lissette).
El primero de ellos, de 21 años, ha realizado presentaciones de forma profesional desde los 15 y confiesa que el apego hacia la tonada se debe a que creció con sus abuelitos, quienes admiraban a Julio Jaramillo y lo incentivaron a involucrarse en este mundo.
Fernando, de un espíritu invencible, estudió en el colegio Vicente Rocafuerte, al que representó en intercolegiales de música, otorgándose ocho veces seguidas el primer puesto. “En los que no ganaba, quedaba siempre entre los tres primeros lugares”, recuerda. Él fue alumno de Carlos Rubira Infante y Fresia Saavedra, fuente de inspiración para las nuevas generaciones que luchan por mantener vivo el canto tradicional.
Su voz es una de las más solicitadas en eventos relacionados al tema, por lo que “este fin de semana tendrá un agenda muy apretada”. En el 2006 grabó un CD binacional en Perú, invitado por el cónsul de ese país en Ecuador, con 12 temas: 6 de Perú y 6 de Ecuador. Entre las que estaban dos pasillos inéditos: Escucha mi ruego y Vivo solitario, a dúo con Carlos Rubira, a quien también dedicó un pasacalle. Las 500 copias fueron repartidas entre las embajadas.
El cantautor compuso su primera canción a los 15 años: Escucha mis ruegos, apoyado por su padre Fernando Vargas Mendoza, quien además es su mánager. A través de su interpretación ha calado fuerte en el imaginario de los guayaquileños, ubicándose entre uno de los mayores exponentes: “Lo que me anima es el apoyo de la gente, sobre todo de los que me contratan para presentaciones. Esto es importante porque soy un artista joven que se está abriendo camino y que tiene como principal meta rescatar la tradición del pasillo. Me alegra formar parte de esta generación que ama este ritmo”.
Hermanas Cuadrado Ruiz (Voces Blancas) en vídeo, ver:
La música la llevan en la sangre, de padres y hermanos cantantes, Denisse y Lissette Cuadrado, con apenas 16 años, deslumbran con sus voces al interpretar De conchas y corales, de Luis Sánchez. Una melodía cadenciosa que enamora y mueve la memoria hacia aquellos discos de acetato que se han dejado de atender.
Recuerdan que desde los 8 su padre, Jorge Cuadrado, les cultivó el cariño por lo nacional. Toda su familia canta y en la actualidad forman un grupo al que han denominado: Las Voces Blancas.
Las gemelas también pasaron por la Escuela del Pasillo Nicasio Safadi, sitio en el que profundizaron sus conocimientos de canto. “Ahí nos pulieron, fue entonces cuando comenzamos a tener intervenciones de mayor nivel: cantamos en la Casa de la Cultura y en la entrega de los Premios Cóndor de Oro 2010”.
Graduadas de la secundaria hace pocos meses, piensan en su futuro y a pesar de que aman la música dicen que no podrían vivir de ella. Denisse estudiará Ingeniería en Marketing y Lissette, Gestión Empresarial. Según sus planes, ambas tomarán de forma profesional la música al culminar sus especialidades.
-Nos gusta mucho, pero este medio no es el apropiado para vivir, ya que en algún momento se terminará la fama o si nos enfermamos nos quedaremos sin una forma de sustento”, dice Dennise, quien acota: “La falta de presupuesto para sacar discos al mercado junto a la poca difusión de esta música en las radios nos desanima. En las emisoras destinadas para los jóvenes no se escucha este tipo de música. Ni si quiera un pasillo con estilo de pop-.
Y es que este género no se puede recitar sin el corazón, requisito primordial para cantarlo, asevera Lissette. “Es difícil interpretar un pasillo, no cualquiera lo puede hacer. Para entonarlos se lo debe sentir, creer en la historia que te cuenta, sufrirla, vivirla, amarla”.
Las hermanas Cuadrado Ruiz en Museo Julio Jaramillo y otros talentos del Litoral Ecuatoriano (20100207), ver:
¿Como llegar al Museo de la Música Popular Julio Jaramillo?
El mayor exponente del género
Conocido como Ruiseñor de América y Míster Juramento, Julio Alfredo Jaramillo Laurido es considerado el mejor cantante ecuatoriano de todos los tiempos. Nació el 1 de octubre de 1935 y falleció el 9 de febrero de 1978. Sus canciones, que hablan de amores y desencuentros, calaron profundamente en el público que se reflejaba en ellas. Es uno de los símbolos de la identidad nacional, sus melodías, entre ellas De cigarro en cigarro, Alma mía, Carnaval de la vida o Cuando llora mi guitarra, todavía se escuchan en las radios de Latinoamérica. Participó en la película Romance en Ecuador. En 1965 se radicó en Venezuela, desde donde realizó giras triunfales por México, Puerto Rico y América Central. La última tuvo lugar por Estados Unidos y Canadá”. – Expresiones del diario El Expreso, 2011.09.30.
Tomado de la sección ENTRETIMIENTO de El UNIVERSO del 2011.09.30, ver:
Israel Maldonado, Francisco Savinovich y Stanley Parker son músicos ecuatorianos que no nacieron en los setenta, sesenta ni cincuenta, sino en una generación en la que el rock era el género que predominaba y que incluso en su adolescencia tocaban. Ahora, en su adultez (pasan de los 30 años), ellos han hecho suyos los temas de la música ecuatoriana, en especial pasillos.
Tras formar el Trío Fulminante, Maldonado, Savinovich y Parker se han caracterizado en los escenarios por cantar pasillos. Al género lo definen como “el espejo del alma del pueblo ecuatoriano de antaño”, pues consideran que no se podría asegurar que refleja la sociedad presente, “pero sí a las otras generaciones”.
Maldonado, quien lidera al trío, comenta que decidieron hacer suyo el pasillo porque “creemos en nuestra herencia musical y un compromiso tácito con nosotros mismos; no podríamos llamarnos artistas ni sentirnos completos y ni siquiera ecuatorianos si no lo interpretáramos”.
Como trío, Fulminante gusta interpretar los pasillos más románticos, “pues es el acercamiento inmediato más sensato a este género que sufre de muchos prejuicios precisamente por tener una connotación sufridora, así podríamos mostrar ese lado del pasillo que no siempre sale a relucir”. Esta pena mía es uno de los favoritos de Savinovich. Lamparilla, de Parker. Y Cantares del Alma, de Maldonado.
Néstor Sellán Tomalá, un caballero al cantar
En los escenarios a Néstor Sellán se lo reconoce como el Caballero del Pasillo, género que aprendió a interpretar desde niño (a los 6 años). Lo hizo, dice, por sugerencia de sus abuelos paternos, quienes se encargaron de su crianza y supieron que en radio El Cóndor, donde a los 13 ya empezó a dar sus pinitos artísticos, había hecho suyos algunos boleros. “¡Primero lo nuestro!”, le replicaron y él, además de acatar la recomendación, simplemente se enamoró de la música ecuatoriana.
Canta de todo: pasillos, pasacalles, sanjuanitos, albazos, tonadas… “Lo hago porque para mí son el compendio del verso, de la prosa y del poema, y la esencia del romanticismo y sentimentalismo”, anota Sellán. Agrega que el pasillo es para él “la melodía romántica y apasionada de América Latina”.
Unos la califican de lastimera, mas él considera que el pasillo no tiene letras lloronas, sino composiciones que le hablan al sentimiento. Esas son las que constan en su repertorio, con el cual no solo brinda emociones al público sino también información, pues comparte lo que conoce del tema que canta y sus creadores.
De hinojos, de César Maquilón y Nicasio Safadi, fue el primer pasillo que Sellán interpretó. Él, quien es contador y trabaja en la ESPOL, atesora muchos nombres y anécdotas de sus inicios. El músico Wacho Murillo descubrió su vocación y Pepe Jaramillo le enseñó que al pasillo se lo canta con aplomo.
Lilliam Suárez, enamorada de la música nacional
Nació en Manabí, pero reside en Guayaquil desde hace 46 años. Ese es el tiempo que Lilliam Suárez lleva en los escenarios como intérprete profesional. A los 5 ya cantaba, dice y comenta agradecida del apoyo que recibió de sus padres. Para que ella despuntara musicalmente la familia se estableció de a poco en esta ciudad. “Mi padre (Narciso Suárez) tocaba la guitarra e incluso las hacía. Está por cumplir 81 años y gracias a Dios vive”, expresa, Su madre, en cambio, falleció joven, a los 32. “Ya vivíamos aquí. Yo tenía 12 y pese a que el tiempo ha pasado me sigue haciendo falta”.
Suárez, quien tiene tres hijos, todos casados ya, se emociona al hablar de su familia e inicios. También lo hace al referirse de la música ecuatoriana, en especial del género que la enamoró: el pasillo. Y es que para cantarlo, precisa, hay que enamorarse, hay que amarlo para poder sentir con ternura lo que dicen sus letras.
¿Y qué es el pasillo para usted? El sentimiento de un pueblo, nuestras raíces y parte de nuestras vidas, responde Suárez. “Está muy dentro de mí. Yo lo interpreto desde los sesenta. He grabado sí baladas, boleros y valses, pero el 90% de lo que he hecho es pasillo”, comenta.
Los pasillos clásicos son los preferidos de Suárez. Esto porque considera que sus letras son verdaderos poemas que logran reflejar con sutileza lo que cotidianamente vivimos”. – El Universo del 2011.09.30
Ahora, una eterna invitación a visitar el Museo de la Música Popular Guayaquileña:
“El Museo de la Música Popular Guayaquileña Julio Jaramillo está dedicado a honrar las glorias del arte musical guayasense, a través de composiciones, autores e intérpretes a quienes la memoria colectiva guardó fidelidad; así como la gestión de promotores e impulsadores que desde Guayaquil los proyectaron al ámbito internacional.
También incluye algunos artistas nacionales que hicieron de esta ciudad su residencia permanente.
Enlazando costumbres y tradiciones, la muestra nos invita a realizar un recorrido histórico que se inicia en la primera escuela de música fundada en nuestra urbe (1892), y va marcando la evolución de la música popular y sus cultores a los largo del siglo XX, hasta el año del fallecimiento del “RUISEÑOR DE AMÉRICA” (1978)».
Comprende, además, una visión retrospectiva de la industria fonográfica en el mundo y en el Ecuador, destacando el aporte de los pioneros de la radiodifusión local y de la industria discográfica nacional”.
¡Bienvenidos al reencuentro con nuestra identidad musical guayaquileña!
¿Cómo llegar al museo Julio Jaramillo Guayaquil desde dos direcciones?
Al 18 de octubre de 2010 tenemos 8 (ocho) días de labores con los estudiantes novatos de la ESPOL de los paralelos P001 y P009 correspondientes a la materia Química General I (QG I).
En los 8 días (11 – 18 octubre de 2010) hemos tenido vivencias que cubren los planos formativos, académicos y culturales.
En los videos se aprecian lo elaborado en clase dentro de la cultura académica y de formación de valores
Invitamos a todos, especialmente a los mismos novatos, a evaluar nuestro conjunto desempeño en nuestros 8 (ocho) días de labores en la ESPOL.
Matizamos que los alumnos novatos el 17 de octubre de 2010, tanto en los interiores de las instalaciones del Museo de Música Popular Julio Jaramillo Laurido como en sus exteriores gritaron a toda voz y corazón “Viva el Ecuador”, “Viva Guayaquil”, “Viva la ESPOL”, “Viva los Novatos”.
A continuación el registro de las vivencias por días, a saber:
A continuación un par de vivencias luego de la visita al MUSEO de la Música Popular Guayaquileña Julio Jaramillo donde los novatos asistieron a la Tertulia Musical de Riobamba a Guayaquil, bajo los acordes de los Gatos (de Riobamba):
Muchas cosas están aún en el tintero, entre estas los mejores sueños de pares de novatos, próximos a publicarse, nos queda esperar las publicaciones.
Felicitaciones por estar en la ESPOL. La institución reclama mucho de vuestro tiempo, mucha dedicación y sobre todo un buen manejo con vuestra consorte, la Señora Tiempo. Si no le producen resultados, si no afrontan los retos, la Señora tiempo los abandona y se va con otros colegas que si saben hacer bailar a la consorte de toda la vida (La señora tiempo). No hay buscar enemigos en la ESPOL, el tiempo es nuestro aliado o feroz contricante. Vamos a ponerla a nuestro favor.
Realmente no se que reseñar primero entre estos elementos, a saber: 1ero. Tertulia Musical de Riobamba a Guayaquil en el Museo de la Música Popular Guayaquileña Julio Jaramillo Laurido (MMPGJJL), 2do. La participación de los Gatos (Riobambeños) y 3ero. La asistencia de los novatos de la ESPOL a la tertulia musical en homenaje a Guayaquil, esto en el auditorio Nicasio Safadi del MMPGJJL.
El punto central para nosotros es la conjunción de los elementos citados. Nuestros novatos se acercaron a nuestra identidad cultural bajo la guía de la historiadora Jenny Estrada Ruiz y los acordes muy nacionales y profesionales de dos de los tres participantes del trío los Gatos (de Riobamba).
De los tres Gatos riobambeños nos ilustraron con su sapiencia y cultura los hermanos Merino Saltos (Francisco es Odontólogo y Guillermo es Agrónomo). En carpeta de gatos quedo el otro talento del grupo, Don Jenner Baquero (formación musical Europea). A propósito sería interesante que los Gatos nos presenten un recital en la ESPOL, dentro de un ensamble entre música clásica, latinoamericana y nacional. Comenzaremos hoy las gestiones en la ESPOL.
Todos, politécnicos y no politécnicos, vivimos una tertulia inolvidable que contó con la sabia dirección y liderazgo de la investigadora Doña Jenny Estrada Ruiz (Directora del MMPGJJL). Obtuvimos de la investigadora un desafío a nuestras inquietudes musicales dentro de un muy culto intercambio de saberes entre todos los participantes (expertos y no expertos musicales). En pocas palabras: salimos los politécnicos enriquecidos todos, vibrantes con el grito altivo y respetuoso de viva Guayaquil, viva el Ecuador, viva la ESPOL.
Para los lectores que están a las alturas de estas letras difundo el particular de interés cultural y turístico: El MMPGJJL es de entrada gratuita. El museo está disponible de miércoles a domingos (y todos los feriados) a partir de las 10H00. La mayoría de los domingos hay tertulias de largo orden y ojo: son puntualmente a las 11H00. Para entrar a tomar silla y participar hay que llegar antes de las 10H30. A los impuntuales nos queda ver y escuchar en un plasma gigante en un espacioso bar con los deleites nacionales para nuestro paladar (en el Bar hay una excelente atención).
¿Qué vivieron los novatos de la ESPOL?
Todos los novatos, – debo incluir a sus amigos, familiares- y todo nuestro contingente humano disfruto de los contenidos que se reflejan en los vídeos que nos complace poner a vuestros clics. Un detalle paralelo, las producciones hay que escucharlas con papel y lápiz, de manera especial los diálogos educativos entre los participantes: son lluvias culturales donde no hay que perder una molécula de saber nacional.
Entre el repertorio de músicas que interpretaron Los Gatos están en las distintas categorías Danza, Pasillo, Pasacalle, entre otros tenemos:
Nuestra Tierra,
No te olvides,
Esta pena mía,
Mi primer amor,
Ojos,
Guayaquileño madera de Guerrero,
Riobambeñita,
La oración del olvido,
Ángel de luz,
Nuestro juramento, y
Demás perlas de nuestro mar musical.
A continuación los vídeos de LOS GATOS DE RIOBAMBA en el MMPGJJL, bajo la guía y conducción de la investigadora Jenny Estrada Ruíz, ver:
Una vez que han disfrutado de los talentos musicales riobambeños, quienes deseen invitar al trío Los Gatos (de Riobamba) pueden contactar a su Gato Mayor a la siguiente dirección:
El domingo 27 de junio del 2010 a las 11:00 en el auditorio Nicasio Safadi del Museo Julio Jaramillo (puerto Santa Ana) se realizó la TERTULIA DOMINICAL con Naldo Campos, uno de los mejores requintistas del país.
En el evento se entonaron varias melodias y se proyectó un documental con la biografía de Naldo Campos. La investigación del documental fue realizada por la historiadora Jenny Estrada Ruíz, Directora de la Escuela del Pasillo Nicasio Safadi, quien también asumió la producción.
Todos los momentos del evento pueden ser apreciados por medio de los siguientes vídeos, a saber: