Llamar al 267-6251 x programa Hipoterapia de la Policía Nacional en Durán
«Hipoterapia de la Policía beneficia a 400 menores:
A lomo de caballo, cientos de niños con capacidades especiales realizan actividades orientadas a mejorar sus condiciones a nivel cognitivo, físico y social en el Club Ecuestre La Herradura, ubicado en Durán.
Se trata de las jornadas de hipoterapia (terapia con caballos) que se imparte de 09:00 a 12:00 y de 14:00 a 17:00, de martes a viernes, sin costo.
La Unidad Ecuestre y Remonta (UER) de la Policía Nacional está a cargo de esta actividad de ayuda social, a las que acuden regularmente unos 400 menores con discapacidad física e intelectual para interactuar con equinos.
Patricio Arroyo, jefe de la UER de Guayaquil, lidera esta iniciativa social. Aunque la labor principal de esta unidad está orientada a la vigilancia, Arroyo asegura que la actividad social también es importante y es la que más los apasiona.
“He visto cómo chicos que llegan callados y autistas, luego de un tiempo saludan, juegan y participan animadamente con los terapeutas”, dice Arroyo.
A más de los oficiales y policías que forman parte de la UER, en las actividades están involucrados especialistas de salud en fisioterapia y psicología.
Ana Peñafiel acude a las terapias con su hijo Steven, de 10 años. El menor nació con inmovilidad, pero desde que está en el programa los avances en su estado son evidentes.
“En seis meses de terapia ha tenido cambios maravillosos. Ahora ya no babea, puede mantener erguida la cabeza. Estoy muy agradecida”, comenta la madre de familia.
Si desea que su hijo forme parte del programa gratuito, puede llamar al 267-6251″.
Tomado de:
http://www.eluniverso.com/noticias/2014/04/08/nota/2641106/hipoterapia-policia-beneficia-400-menores
«COMO HACER INDEPENDIENTES A NUESTROS NOVATOS”.
“El acabado siempre completa la hermosura de la obra”.
“Los tornillos también cuentan en la construcción de un puente. A cuidar los pequeños detalles para culminar su obra”.
Para muchas personas los cambios son sinónimo de ansiedad. Así, ante los cambios, muchas personas se sumen en estados de angustia. No obstante, Modificando nuestra actitud, los cambios pueden llegar a disfrutarse.
“Una ruptura amorosa, un cambio de residencia, o simplemente la incertidumbre laboral son algunas de las circunstancias que hacen que las personas se suman en un estado de angustia y depresión.
¿El motivo? Muy sencillo: más allá de lo que pudiera parecer, se trata del miedo al cambio, a la incertidumbre, a un futuro que aún no se conoce, aunque potencialmente sea positivo.
Y es que muchas personas viven los cambios como una amenaza más que como un reto, basándose en el cuestionable refrán de “mejor lo malo conocido que lo bueno por conocer”.
Dentro de la extensa lista de fobias existentes hay una patología llamada cainolofobia (también cainofobia o cainotofobia), que consiste en tener un miedo irracional e injustificado a las sorpresas, novedades o cambios.
Según la psicóloga clínica Bertha de Farath, este miedo al cambio es más común de lo que pensamos en los seres humanos, que no siempre sabemos surfear en las olas de lo desconocido.
“Uno de los estados emocionales más perjudiciales es el miedo. El miedo no nos permite arriesgar, cruzar la barrera, ir más allá. Nos hemos acostumbrado tanto al dolor, que aunque estemos viviendo una situación agradable, buscamos inconscientemente situaciones que saboteen ese estado. Sin embargo, es un derecho de todos las personas caminar por el sendero de la felicidad”.
Definitivamente, los cambios brindan la oportunidad de mejorar posibilidades y aprender más sobre nosotros mismos.
Si se aprende a interpretar esos cambios como una opción, como una oportunidad para aprender o simplemente para evaluar cosas que nos han ido ocurriendo, dejaremos de ser esclavos del hábito y podremos romper con esas situaciones que no nos hacen felices.
Los miedos provocan que no actuemos y que tendamos a mantener situaciones perjudiciales. Se ha dicho muchas veces que el ser humano es un animal de costumbres y es verdad, existe el criterio de que la estabilidad es sinónimo de madurez y de equilibrio y, por ende, tendemos a perpetuar situaciones negativas a pesar de las consecuencias que suponen.
Cómo afrontar los cambios
El cambio es inevitable en nuestras vidas. Seamos conscientes o no, queramos aceptarlo o no, las cosas y la gente cambian. Ante esto, nuestra forma de reaccionar (a la que estamos acostumbrados) ya no nos es útil, por lo cual necesitamos buscar nuevas opciones.
Para ello, según la psiquiatra Elisa Muñoz, “debemos aceptar lo que venga con una actitud positiva y para ello tenemos que recordar que nosotros podemos elegir la actitud que queremos tomar frente a los hechos”.
Y es que, según indica la experta, es necesario recurrir a nuestras habilidades y fortalezas para examinar los posibles obstáculos y así solucionarlos, teniendo presente que “siempre podemos aprender y siempre podemos progresar”.
En situaciones reales de peligro, el miedo nos activa y moviliza los mecanismos biológicos de alerta que nos permitirán ser más eficaces en el tipo de respuesta que vamos a dar, ya sea para salir corriendo o luchar. Pero también ocurre que el miedo se convierte en una emoción paralizante y negativa cuando aparece en situaciones que no suponen un peligro verdadero, sino que el peligro está en nuestra mente, en nuestros pensamientos.
La forma de enfrentar el cambio depende, en gran parte, de la autoestima.
Así, cuando la persona se siente segura y capaz, ve el cambio como un reto o una motivación positiva. En el otro extremo, alguien con la autoestima baja o que se sienta poco valioso verá el cambio como un problema e incluso se sentirá víctima de él.
“Nuestra manera de enfrentar el cambio depende de lo que aprendimos durante la infancia o ante ciertas situaciones dolorosas. Pero siempre podemos aprender a enfrentarlo de manera positiva, aprendiendo de él y mejorando nuestra vida”, asegura Muñoz.
No en vano, lo importante es no tenerle miedo y modificar las creencias falsas y formas de pensar equivocadas que han mantenido ese miedo.
Uno de los puntos más importantes para hacer frente a los cambios con éxito es aceptar el periodo de desequilibrio, ya que todo nuevo proceso tiene su parte de temor y vacío.
“Es lo mismo que cuando decidimos hacer una limpieza a fondo de una habitación o cambiar los muebles de sitio. En esos momentos nos sentimos incómodos en ese espacio, parece un caos durante unas horas, hasta que luego reina un orden nuevo y nos sentimos más a gusto”, asegura Muñoz, agregando que también es importante compartir el proceso de cambio con alguien en una situación parecida o una persona cercana de mucha confianza, “para que se puedan apoyar mutuamente”.
Ser positivo, la mejor solución
Según la psicóloga Bertha de Farath, “lo primero es conocer cuáles son los miedos que no nos permiten alcanzar nuestras metas.
El miedo es extremadamente subjetivo, irreal, todo está en nuestra mente. Si bien es cierto que las situaciones pueden ser reales, las emociones son opcionales. Yo elijo cómo sentirme frente a una determinada situación”.
Después de que una persona se ha hecho consciente de cuáles son sus principales temores, se puede empezar a trabajar en ellos. Y es que es imposible deshacernos del miedo si no nos enfrentamos a él.
Aquellos que no están dispuestos a arriesgarse al cambio se ven imposibilitados a asumir procesos de mejora y por tanto se estancan y se oxidan quedando al margen de la evolución.
El miedo al cambio suele tener su origen en el miedo a perder lo que se tiene, aunque sea muy poco o nada. “Tendemos a mantener, a pesar de lo negativo, y a olvidar u obviar lo de positivo que supone o puede suponer un cambio”, recalca la psiquiatra.
El cambio no debe verse como una amenaza sino como una oportunidad, un beneficio, algo positivo y que va a suponer una mejora a distintos niveles.
Si todo estuviera siempre ordenado, no existiría la creatividad, ni la curiosidad. Estancarse en el orden nos hace rígidos, inalterables, previsibles y hasta obsesivos. El cambio, sin embargo, proporciona muchas posibilidades, entre ellas la de reinventarnos cuando todo parece perdido.
Para poder afrontar una nueva situación, ya sea laboral, emocional o social, se debe aprender a convivir con el riesgo de que algo falle. Un muy buen modo de hacerlo es minimizando los peligros, teniendo la máxima información posible y adelantándose a los acontecimientos.
La rutina puede ser una de las mayores barreras para lograr una flexibilidad hacia los cambios. Por ello, los expertos recomiendan incorporar cosas nuevas como levantarse más temprano o visitar nuevos lugares.
En definitiva, todo cambio exige ciertos ajustes que solo dependen de la buena disposición. Debemos tener pensamientos positivos y confiar en las capacidades personales.
Si alguien se siente capaz de ajustarse y afrontar posibles inconvenientes, el resultado final será, sin duda, beneficioso para su vida. / IRDA
MANDAMIENTOS FRENTE A LOS CAMBIOS:
Tomar decisiones. No hay que estresarse ni obsesionarse con la decisión perfecta. Lo importante es tomar una. Al fin y al cabo el ser humano se adapta a todo, y en muchos casos se puede cambiar de opinión.
Vivir el presente. Muchas veces se vive en el pasado, recordando malas experiencias, traumas o miedos, y eso hace que el presente se vea con los ojos del pasado. Los especialistas recomiendan centrarse en el ahora, en la persona que se es en la actualidad, no en lo que se fue o se será en el futuro.
Aceptar los fracasos como parte de la vida. Se deben considerar un paso más hacia la consecución de los objetivos. Aunque parece difícil, todo se aprende.
Dejar de esperar. Algunas personas viven esperando que un día pase algo que cambiará su vida, pero mientras esperan desperdician el presente.
Donde recurrir en La WWW sobre el tema de cambio(s). Ver:
http://www.ehowenespanol.com/aceptar-cambios-como_37663/
http://www.opinion.com.bo/opinion/revista_asi/2013/0825/suplementos.php?id=1511
http://www.clubsuperacion.com/10-pasos-poderosos-para-crear-una-actitud-mental-positiva/
Tomado de:
Imágenes y contenidos sobre los cambios:
https://www.facebook.com/media/set/?set=a.10151451326057004.579481.502772003&type=3
“No malgaste su tiempo, pues de ese material está formada la vida”.
– Benjamin Franklin
«A veces cuando no tienes tiempo, tienes que tomarlo prestado».
– Steve Jobs
«No se limite. Muchas personas se limitan a lo que piensan que pueden hacer.
Usted puede ir tan lejos como su mente le permite.
¿Aquello qué cree es lo que usted puede lograr».
